MADRID, 21 Ago. (EDIZIONES) -
Estudios científicos indican que pasar largas horas bajo el sol sin protección ocular puede dañar a los ojos, contribuyendo a la formación de cataratas y de tumores en el ojo, incluyendo el cáncer. Por ello, los oftalmólogos siempre recomiendan el uso de gafas de sol que absorban los rayos UV en un 99% o más, además de un sombrero de ala ancha cuando se esté bajo el sol por largos períodos de tiempo.
Según la Academia Americana de Oftalmología, las gafas de sol son claves para proteger a los ojos de los daños causados por el sol, y deben ser usadas siempre que se esté al aire libre, sobre todo en estas circunstancias: Durante el verano, cuando el nivel de radiación ultravioleta (UVA y UVB) es por lo menos 3 veces mayor que durante el invierno; cuando se esté en la playa o en el agua; cuando se participe en deportes de invierno, especialmente a altitudes altas; cuando se usen medicamentos que puedan causar sensibilidad a la luz (fotosensibilidad).
A su juicio, las mejores gafas de sol son aquellas que ofrecen una absorción del 100% de rayos UV, ya que son de mejor calidad óptica y son resistentes al impacto. "Las lentillas pueden no necesariamente proteger sus ojos contra los rayos UV. Hay lentes de contacto disponibles con protección UV. Si usted no tiene lentes de contacto que absorban la luz UV, debe proteger sus ojos con gafas de sol", advierte.
Eso sí, llama la Academia norteamericana de Oftalmología llama la atención sobre el hecho de que las gafas de sol no pueden proteger los ojos contra ciertas fuentes de luz intensa.
"Algunos ejemplos de luz que pueden causar daños severos a sus ojos son la soldadura de arco, las camas o luces de bronceado, un campo de nieve, o mirar directamente al sol, especialmente durante un eclipse solar. Mirar a estas fuentes de luz sin la protección adecuada puede causar una condición dolorosa llamada 'fotoqueratitis', o causar daño a la retina, produciendo una pérdida permanente de la visión central", advierte.
En una entrevista con Infosalus, el jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, el doctor Nabil Ragaei Kamel, indica que ante una mayor luz solar debemos extremar el cuidado de los ojos y para ello enumera las siguientes recomendaciones:
1.- Elegir una buena gafa solar, de categoría 3 o superior a ésta; mejor que sea polarizada, que se haya comprado en una óptica, que el cristal sea bueno porque si no no quitará la luz que puede dañar el ojo.
2.- En esta época del año, que hay más calor, o por el uso de aire acondicionado o ventiladores, hay mucha más sequedad en el ojo y por eso conviene hidratar el ojo constantemente. Las lágrimas artificiales sirven para hidratar la superficie del ojo y forman una película fina en la superficie que lo protege.
3.- En la piscina y en el mar es probable que nos entra agua en el ojo. Sobre todo en la piscina hay que atender a este tipo de situaciones porque el agua lleva cloro y, además, en el mismo espacio puede que haya microbios que se contagien de una persona a otra. Por ello, siempre que se pueda conviene el uso de gafas de natación y al salir del agua siempre hay que lavarse el ojo bien, aunque sea con agua del grifo, y lo ideal después es emplear una lagrima artificial.
4.- Por otro lado, el doctor Nabil Ragaei Kamel advierte de que en el verano con la sequedad mencionada, con el sol directo, y la irritación del agua de la piscina o del mar y las cremas fotoprotectoras que empleamos también pueden entrar en el ojo, lo que puede provocar una queratitis o inflamación de la córnea. "Por eso también hay que tener cuidado con las cremas, que al aplicarlas no las acerquemos mucho al ojo", añade.