MADRID, 15 Nov. (EDIZIONES) -
Unos niños nacen con más pelo que otros y en concreto algunos nacen con muchísimo, llegando a ser algo llamativo. Es por ello por lo que sus padres deciden raparle, en vista de que les salga menos o de aligerar su frondosa melena. Mientras, hay otros que deciden cortarles el pelo a sus bebés nada más nacer porque creen que de esta manera les saldrá más fuerte. ¿Hasta qué punto estas acciones tienen fundamento?
Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) recuerdan en este sentido que durante los primeros meses del bebé el pelo se suele caer dejando calvitas en la zona de apoyo de la cabeza. Pero después asegura que vuelve a salir. "Ni cortando ni afeitando el pelo se consigue que el pelo salga más grueso", afirma, al mismo tiempo que señala que de cortarlo se decidirá así por un aspecto estético o por buscar la comodidad para el bebé en periodos de calor, por ejemplo.
"Si quiere ver a su hijo calvito o es la época de calor, pues se lo corta. Pero si prefiere verlo con pelo largo o es la época del frío, no tiene más que dejarlo crecer. Salvo que por razones de dermatitis en el cuero cabelludo sea aconsejable tenerlo más corto. En estos casos será su pediatra o dermatólogo quien se lo aconseje", señala AEPAP.
Por tanto, confirma que no hay problema en que los padres corten el pelo a sus menores en el momento que consideren oportuno, no les saldrá más fuerte por ello, pero sí hay que tener en cuenta que después de nacer se les suele caer. "Hay que hacerlo con cuidado, porque a veces los niños se mueven de forma brusca. Puede hacerlo con tijera o con máquina de cortar el pelo. Pero procure no acercarse demasiado a su cabeza, para evitar heridas o cortes. Tampoco friccione demasiado", aconseja.
NO CORTARLO DE FORMA PRECOZ
En este sentido, la doctora Ana Holgueras Bragado, neonatóloga del servicio de Pediatría del Hospital San Rafael de Madrid, sostiene en una entrevista con Infosalus que no existe una base médica para afirmar que al cortarles el pelo a los recién nacidos les vaya a salir más fuerte.
"Resulta ser más una cuestión estética, y la decisión final recae en los propios padres. Dada la pérdida de calor inicial de los recién nacidos principalmente por la cabeza, más intensa en los niños prematuros, lo único que no se recomienda es cortarlo de forma precoz", advierte la especialista.
De hecho, insiste en que la caída del cabello en el recién nacido es "absolutamente normal", y estos suelen perderlo con frecuencia durante los primeros 6 meses de vida. "Suele ser común que pierda antes el pelo de la parte posterior de la cabeza debido al apoyo sobre esa zona", precisa la especialista.
Desde la Asociación Española de Pediatría (AEP) aconsejan para cuidar el pelo del recién nacido que éste se limpie a diario en el baño con agua y jabón. "Posteriormente se debe secar bien la cabeza para evitar que el niño se enfríe. Para peinarle, suele emplearse un cepillo de cerdas suaves", añade.
OTROS MITOS A DESTERRAR SOBRE RECIÉN NACIDOS
La neonatóloga aprovecha también para alertar sobre otros mitos que existen sobre los recién nacidos que, a su juicio, habría que desterrar, como el baño precoz que suele ofrecerse a los más pequeños horas después de nacer. "Los recién nacidos nacen cubiertos de un material protector blanquecino denso y pastoso denominado unto sebáceo o 'vernix caseosa' que les protege e impide la pérdida de calor, por lo que no se recomienda el baño precoz. De igual manera éste debe retrasarse para favorecer el contacto piel con piel con la madre y el inicio de la lactancia materna.
Sobre el hecho de que el ombligo deba limpiarse diariamente, Holgueras indica que existía la idea general de no sumergirlo en agua los primeros días, o más recientemente de emplear de forma rutinaria soluciones antisépticas. "Las recomendaciones actuales para prevenir la onfalitis (infección del ombligo y de los tejidos que lo rodean) indican limpieza diaria con agua y jabón, secado posterior, y no cubrirlo o envolverlo con gasas", agrega.