BARCELONA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del grupo de Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) han demostrado que la distensión abdominal puede evitarse corrigiendo la respiración y la postura, porque que está causada por una serie de movimientos musculares voluntarios.
El hallazgo, publicado en 'Gastroenterology', cierra la última fase de 15 años de investigación que han sido necesarios para demostrar que detrás de la hinchazón del vientre "no están ni los gases, ni el contenido del abdomen", ha informado el VHIR.
Para llevar a cabo investigación, el equipo del VHIR realizó un estudio prospectivo en 45 pacientes con enfermedades funcionales intestinales y episodios de distensión abdominal: todos acudieron al hospital en momentos con hinchazón y momentos sin ningún síntoma.
"Después de hacer un TAC abdominal y una electromiografía para comprobar la actividad muscular, vimos que los pacientes desencadenan una maniobra que empieza con un hinchazón del tórax y conduce a una bajada del diafragma y una protusión de la pared abdominal anterior", ha explicado el líder de los investigadores, Fernando Azpiroz.
Al constatar que se trataba de un problema muscular, los investigadores impartieron a los pacientes entre 1 y 3 sesiones de formación en las que les enseñaron a revertir la situación, relajando los intercostales y el diafragma, y contrayendo la pared abdominal anterior.
Como resultado, los pacientes lograron eliminar la hinchazón del vientre, reduciendo la actividad de los músculos intercostales y el diafragma.
La distensión abdominal es uno de los principales síntomas de las enfermedades funcionales del intestino, como el intestino irritable, la pesadez abdominal y la dispepsia funcional, y está detrás de cerca del 40% de las consultas en gastroenterología.
SISTEMA SOFISTICADO Y COSTOSO
Tanto para el diagnóstico como para las sesiones de formación, se ha utilizado "un sistema muy sofisticado, preciso y costoso, con el que se puede seguir a los pacientes y ver la reacción de sus músculos", ha dicho Azpiroz.
Ha añadido que, además de la necesidad de confirmar el ensayo en una muestra mayor de pacientes, "todavía queda trabajo por hacer para validar el sistema, simplificarlo y poder trasladarlo a la práctica clínica".
"En cualquier caso, el tratamiento experimental ha demostrado que la distensión abdominal está bajo control voluntario y se puede revertir", algo que explica por qué los pacientes con hinchazón abdominal suelen sentir que les falta el aire, ya que tienen el tórax oprimido y eso les dificulta la respiración.