MADRID, 27 Jun. (EDIZIONES) -
Lo ideal es que todo el mundo se lavase los dientes después de cada comida, pero es casi imposible por el ritmo de vida que llevamos. Entonces, los expertos recomiendan hacerlo tras las tres comidas principales, durante al menos dos minutos, y con una pasta fluorada a poder ser. Pero esto no es suficiente.
En una entrevista con Infosalus, el doctor Juan Carlos Llodra Calvo, que es médico estomatólogo, y director ejecutivo del Consejo General de Dentistas, defiende que lo fundamental para lavarse bien los dientes es lavarse todas las superficies de los dientes, por fuera, y por dentro, y hacerlo de manera sistemática.
"Hay que empezar por arriba a la derecha, por ejemplo, seguir por debajo a la derecha, y después subir a arriba a la izquierda y continuar por abajo a la izquierda. Un buen cepillado, como mínimo, debe durar dos minutos. Si se dividiera la boca en cuatro sectores, dos arriba y dos abajo, en cada sector se necesita medio minuto", precisa el también profesor titular de Odontología preventiva y comunitaria de la Universidad de Granada.
En cuanto a la técnica, la Fundación Dental Española dice que es importante ir desde la encía hacía el diente y no al revés. Además, el doctor Llodra destaca que es fundamental cepillarse al final la lengua al final de cada comida y, como mínimo, hacerlo en el cepillado nocturno. "Se trata de una esponja que va acumulando las bacterias y si terminamos de cepillarnos muy bien, pero no lo hacemos con la lengua, a los diez minutos es como si no nos hubiéramos cepillado. Hay que barrerla de dentro hacia fuera", aclara.
A su juicio, es muy importante a su vez cepillarse siempre con un cepillo de dureza media o suave. "No hay que usarlos duros", afirma. En su opinión, el cepillo es un instrumento y cuando se deteriora y se separan las cedras, se van abriendo, hay que cambiarlo. "Es como si barriéramos con un cepillo viejo y la eficacia de ese barrido disminuye mucho. No olvidarse lavar y secar muy bien el cepillo después de cada uso porque es un fondo de bacterias", avisa el odontólogo.
En este sentido, la Fundación Dental Española indica que la vida útil de este utensilio no ha de superar los 3 meses, "porque las cerdas se van deformando y pierden eficacia". Asimismo, sugiere cambiarlo si se ha padecido una gripe o una infección de garganta o de boca, porque los gérmenes pueden acantonarse en las cerdas y reactivar la infección.
CEPILLO ELÉCTRICO, ¿SÍ O NO?
Sobre los cepillos eléctricos el portavoz del Consejo General de Dentistas recomienda especialmente los que son oscilantes rotatorios. En primer lugar, porque suelen llevar incorporado un temporizador que guía a las personas en su cepillado, además de un cabezal que, al ser oscilante y rotatorio, "llega muy bien a casi todas las zonas de la boca", sostiene.
A la vez, el odontólogo remarca que otra ventaja de estos cepillos es que llevan un control sobre la presión que se va ejerciendo en el cepillado. "Los hay muy obsesivos que se cepillan muy fuerte y puede producir daño en el esmalte o una abrasión dentaria", alerta.
Para completar el cepillado dice que hay una zona donde ni el cepillo manual, ni tampoco el eléctrico llegan a la perfección, los llamados 'espacios interdentarios' (entre los dientes), por lo que recomienda, a partir de los 12 años, o cuando todos los dientes hayan salido, el empleo de seda dental o de cepillos interdentarios, preferentemente por la noche, que hay más tiempo para cepillarse los dientes.
LA FRECUENCIA ES CLAVE
Llodra reconoce que lavarse los dientes cada vez que se come es lo ideal, si bien admite que es imposible muchas veces. "Desde un punto de vista teórico es ideal siempre cepillarse tras una ingesta de hidratos de carbono, sobre todo, porque se produce una desmineralización del esmalte", indica.
Ahora bien, señala que organismos internacionales como la Federación dental internacional o la propia OMS, "sabiendo que desde un punto de vista social es muy difícil exigir a la gente que vaya con los cepillos de bolsillo", dice que se pueden obtener unos resultados muy razonables con dos cepillados diarios. "Pero esto no es lo ideal. Si no queda más remedio esa limpieza debe ser muy concienzuda", precisa.