MADRID, 12 Mar. (EDIZIONES) -
Recientemente, una conocida marca de pasta dental ha anunciado su intención de retirar del mercado uno de sus dentífricos estrella por su alto contenido en triclosán, un producto que, según muchos denunciaron, lo convertía supuestamente en peligroso y tóxico para nuestro cuerpo -incluso se afirmaba que podía llegar a provocar cáncer-, no siendo cierta esta afirmación, más teniendo en cuenta que todo producto de consumo debe cumplir con las normativas internacionales al respecto.
Se trata de un componente que se añade a muchos productos de nuestro día a día con el objetivo de reducir o prevenir una contaminación bacteriana. Este 'ingrediente' se encuentra en jabones antibacterianos, pastas dentales, algunos cosméticos, incluso puede encontrarse en la ropa, en utensilios de cocina, en mobiliario o en juguetes, según advierte la Administración norteamericana del Medicamento y Alimentación (FDA, por sus siglas en inglés).
Desde la OCU recuerdan que este compuesto lleva mucho tiempo siendo cuestionado y criticado por sus efectos dañinos sobre la salud y el medio ambiente. "Triclosán llega al medio ambiente casi siempre a través de las aguas residuales, y la exposición ambiental al mismo es también controvertida, ya que parece que tiene un impacto negativo sobre el medio ambiente acuático", subraya.
En cuanto a sus efectos sobre la salud dice que su toxicidad ha sido estudiada por numerosas entidades, como el Comité Científico para la Seguridad del Consumidor de la Comisión Europea (SCCS), que ha recomendado finalmente limitar su uso, o la FDA antes mencionada.
De hecho, expertos de la Comisión Europea publicaron en abril 2017 nuevas reglas para el uso de triclosán en los cosméticos: "El reglamento establece que el uso continuado de triclosán como conservante en la actual concentración máxima del 0,3% en todos los productos cosméticos no es seguro para los consumidores, debido a la magnitud de la exposición acumulada, (por usar diferentes productos con triclosán al mismo tiempo), y por ello la CE considera que debe ser restringido".
Así, la OCU precisa que el uso de triclosán se ha limitado a algunas categorías de cosméticos, y se ha prohibido en el resto, a la vez que precisa que su uso es legal a la concentración máxima del 0,3% en los siguientes productos: Pastas de dientes; jabones de manos, corporales y geles de ducha; desodorantes (no en aerosol); polvos compactos; maquillajes; o productos para la higiene de las uñas, previos a la aplicación de uñas artificiales; y para colutorios o enjuagues bucales pero en una concentración máxima de un 0,2%. En el resto de los productos cosméticos triclosán está prohibido.
¿ES PERJUDICIAL PARA NUESTRA SALUD?
En este sentido, el investigador del Instituto de Química Orgánica General (IQOG) del CSIC Bernardo Herradón, que trabaja sobre toxicología molecular, y le interesan aquellos productos que pueden tener influencia en nuestro cuerpo, explica a Infosalus que, como toda sustancia química, el efecto está en la dosis. "Es decir, si se abusa se pueden tener efectos perjudiciales, pero en las condiciones normales en las que se emplea el triclosán es beneficioso porque es antibacteriano, sirve para matar bacterias, y seguramente ha sido indicado por un especialista. Si no será perjudicial, si se emplea no siendo necesario", precisa.
Aunque reconoce que sobre la toxicidad de sustancias químicas no todos los estudios son suficientes, Herradón destaca que sí se sabe que el triclosán tiene efectos como disruptor endocrino, afecta al sistema hormonal, especialmente a los estrógenos de la mujer. "Pero todo depende de la dosis, porque también tiene ese efecto beneficioso antibactericida y hay que pensar si le merece la pena usarlo o no", afirma.
También se le ha tachado de agente cancerígeno, reconoce el investigador del CSIC, aunque asegura que no hay estudios concluyentes aún. A su vez, otra de las consecuencias perjudiciales que se le atribuyen son el posible aumento de resistencias bacterianas frente a los antibióticos.
"Si se usa en la dosis justa no sucede nada. El problema es si se emplea más allá del tiempo prescrito por el especialista. Las bacterias lo ven muy rápidamente y se pueden generar resistencias. Pero no sólo pasa con el triclosán, también con cualquier otro antibiótico hay que ser cuidadoso porque se generarán cepas peligrosas que no sean resistentes", indica el experto.
Desde la OCU alertan en este sentido de que nuevas medidas en relación a este producto deben ir orientadas a restringir su uso. "Nos parece aceptable su presencia a una concentración baja en pastas de dientes y colutorios o enjuagues bucales, para ayudar al tratamiento de la gingivitis. Pero no está justificado que siga permitido en otros productos de uso cotidiano, como jabones de manos, desodorantes, geles de baño, polvos compactos o maquillajes", sentencia.
En este sentido, Herradón resalta que todas las sustancias químicas, sobre todo las de uso comercial, son estudiadas constantemente. Además, celebra que la tendencia hoy en día de la industria es retirar los productos con este compuesto, entre otros puntos porque se ha visto que en muchos no es necesario.
"Por ejemplo en los jabones se ha visto que hay ningún beneficio en que lleven triclosán", menciona aunque eso sí, destaca que "siempre será un buen medicamento, y una herramienta que prescribirá un odontólogo para combatir una infección en la boca, ya que se trata de un bactericida suave, un antibiótico, pero más leve por ejemplo que las penicilinas".