MADRID, 6 Jun. (EDIZIONES) -
Susana ha acudido a la consulta de su médico de familia, una vez más, pero esta vez algo más molesta de lo habitual, ya que le ha vuelto a salir un grano inflamado en su axila, y ya es la cuarta vez que le sale en la misma zona. Piensa que, a sus 21 años, no puede seguir así.
Éste podría ser un caso perfectamente real de hidrosadenitis supurativa (HS), que este miércoles celebra su Día Mundial. Se trata de un proceso inflamatorio cutáneo crónico, recurrente y debilitante que, en los últimos años, ha adquirido una elevada importancia, debido a que ha sido subestimada por la mayoría del mundo sanitario, e incluso por los propios pacientes.
Así lo asegura en una entrevista con Infosalus el doctor Juan Jurado Moreno, responsable del Grupo de Habilidades en Dermatología de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). "Excepto en muy pocos casos que sólo expresan una lesión aislada, en la mayoría de ellos su recurrencia acabará provocando alteraciones en las relaciones interpersonales, y en la propia autoestima", subraya.
Según indica, es considerada en la actualidad una enfermedad inflamatoria del folículo piloso, afectando a las glándulas sebáceas que poseemos en determinadas zonas de nuestra anatomía, como son las axilas, la ingle, la zona perianal e incluso en el cuero cabelludo; alterándolas y destruyéndolas, lo que se expresará de forma inflamatoria y con poca capacidad de remitir.
"La forma, como podemos verla en la consulta, es muy variable, pero siempre se caracterizará por lesiones inflamatorias, bastantes dolorosas, profundas (nódulos), que frecuentemente se transforman en un absceso que supura. Este fenómeno, de forma repetida sobre la misma zona, hará que aparezcan cicatrices deprimidas y exageradas en su tamaño", indica el doctor Jurado.
Sobre su cura, advierte de que cuando se encuentra en las fases iniciales es un error en su manejo considerarla como un 'proceso agudo nuevo' que podrá solucionarse fácilmente con un tratamiento. "Esta forma de actuar, a veces tan frecuente, únicamente condena a la paciente a volver a consultar y, cada vez, con más secuelas. Sólo sospecharla y conocerla nos permitirá afrontar con el mayor éxito posible cada caso de forma individual. De ahí que los expertos insistan en que cada paciente debe analizarse y establecer el grado o categoría en la que se encuentra su enfermedad", aclara.
Al ser una enfermedad originada por la coincidencia de numerosos factores, algunos no modificables, el médico de la SEMG dice que será su diagnóstico precoz y su planteamiento de vida saludable y recomendaciones, ante cada nuevo brote, lo que permitirán mantenerla controlada el mayor tiempo de su vida.
En este sentido, indica que es más frecuente en la mujer que en el hombre, y que habitualmente se inicia tras la pubertad y suele permanecer activa durante la tercera y cuarta década de la vida. "Cuando llega la menopausia sufre una mejoría, cosa que no se observa en el caso de los hombres, permaneciendo en ellos superados los 50 años", alerta.
El doctor Jurado recuerda que son muchos los factores que van a influir en su desarrollo, algunos como la herencia y el estado inmunológico, que son de difícil eliminación o control. Pero con otros factores de tipo externo sí se debe actuar para evitarlos o, si no fuera posible, controlar su influencia nociva.
"Esto ocurre con el tabaco, la obesidad, algunas situaciones de anomalías endocrinas (diabetes mellitus mal controlada), exceso de sudoración, el utilizar ropa inadecuada que provoque fricción cutánea o los frecuentes traumatismos foliculares (depilación), el uso de anticonceptivos o de determinados fármacos (litio) a los que se ven expuestos los pacientes, y sobre los que se podrá actuar", añade.
¿CUÁL DEBE SER SU TRATAMIENTO?
En cuanto al tratamiento, el especialista de la SEMG insiste en que los pacientes con esta enfermedad deben ser fundamentalmente reconocidos "como subsidiarios de un diagnóstico adecuado, a veces no tan sencillo", por lo que deberán ser evaluados por distintos profesionales médicos (dermatólogo, cirujano), además del médico de familia.
"A pesar de su importancia y gravedad, el tratamiento de la HS no se encuentra bien establecido. Puesto que siempre hay detrás un componente inflamatorio sistémico, su manejo pasa por controlar estos fenómenos inflamatorios generalizados, independientemente de que precisen, de forma ocasional, algún tipo de intervención quirúrgica a nivel local de las lesiones cutáneas", sostiene.
A su juicio, nunca deberán faltar en este sentido las medidas generales básicas, como la higiene local, la reducción de peso, el abandono del hábito tabáquico, el uso de detergentes-antisépticos, insistiendo en desaconsejar el uso de desodorantes y antitranspirantes, y sobre todo de la depilación traumática mediante cera o rasurados frecuentes. Eso sí, precisa que no está contraindicada la depilación con láser.
"Cuando nos encontramos ante una lesión inicial o con un brote agudo, y tras la obtención de una muestra para su estudio microbiológico en el laboratorio, se iniciará el tratamiento local con fármacos antibióticos, antisépticos cutáneos e incluso se utilizan los corticoides inyectándolos dentro de la lesión. Se asocia al tratamiento por vía oral (antibióticos, quimioterápicos). Actualmente, y en las formas severas, se están utilizando los fármacos denominados 'biológicos'", indica el especialista, al mismo tiempo que señala que la cirugía se utiliza para los casos que precisen ser drenados (poco componente inflamatorio) y cuando sean casos muy severos y extensos, que no responden a tratamientos médicos.