MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
Lilly ha anunciado este miércoles la llegada a España de 'Olumiant' (baricitinib), el primer tratamiento aprobado para la alopecia areata grave en adultos que, a diferencia de otro tipo de alopecias, es una enfermedad de carácter inmunológico.
Su evolución es variable e impredecible en cada paciente y puede derivar en la pérdida total del pelo en el cuero cabelludo, rostro (cejas, pestañas y barba), y/o cuerpo. Se calcula que afecta a un 2 por ciento de la población global y la afectación grave representa un 25 por ciento de los pacientes con la enfermedad, siendo su mayor impacto el psicológico en forma de estrés, ansiedad o depresión.
El presidente del Grupo Español de Tricología de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), Sergio Vañó, ha comentado que se trata de una innovación que se lleva esperando "entre 10 y 12 años". "Es una terapia bien tolerada, cómoda para los pacientes y que no solo puede producir mejoras en el cuero cabelludo, sino también en pestañas, cejas y otras zonas del vello corporal", ha explicado.
Los tratamientos tradicionales no están aprobados por las agencias regulatorias y no son suficientes para tratar a los pacientes con alopecia areata grave, tienen un perfil de seguridad pobre, especialmente en el uso a largo plazo, poca tolerabilidad y poca evidencia de uso. "La gran novedad con esta terapia es que tiene una efectividad mayor y un buen perfil de seguridad, por lo que se puede mantener a lo largo del tiempo", ha señalado el dermatólogo.
La seguridad y eficacia de este tratamiento ha sido demostrada por los estudios 'BRAVE-AA1' (fase II/III) y 'BRAVE-AA2' (fase III). Entre ambos estudios, se reclutaron a un total de 1.200 pacientes con una pérdida mediana de pelo en el cuero cabelludo equivalente al 96 por ciento, y aproximadamente el 44 por ciento de los pacientes presentaban una pérdida completa del pelo en el cuero cabelludo, rostro y cuerpo.
En todos los grupos de tratamiento incluidos en el estudio, la edad media fue de 37,5 años de edad y el 61 por ciento de los pacientes eran mujeres. La duración media de la alopecia areata desde su inicio y la duración media del episodio actual de pérdida de pelo fueron 12,2 y 3,9 años. Con el tratamiento, el 39 por ciento de los pacientes consigue recuperar al menos el 80 por ciento del pelo del cuero cabelludo.
Se estima que un paciente con alopecia areata debe esperar entre cinco y seis meses para comprobar si hay respuesta ante el tratamiento. En otros casos, este periodo puede prolongarse. "La alopecia areata es una patología de tratamiento crónico y, de acuerdo con los ensayos clínicos, tenemos datos de que la respuesta del tratamiento se mantiene hasta los dos años", añade.
En cuanto al resto de pacientes que no alcanzan una repoblación del 80 por ciento en el cuero cabelludo, el doctor Vañó señala que "el objetivo principal de los ensayos clínicos confirmatorios fue evaluar la proporción de pacientes que alcanzaron una repoblación del 80 por ciento del pelo en el cuero cabelludo a las 36 semanas, pero esto no quiere decir que el tratamiento no haya tenido efecto en el resto de los pacientes".
EL MAYOR IMPACTO DE LA ALOPECIA AREATA: EL PSICOLÓGICO
Más allá de la pérdida del pelo en el cuero cabelludo y del vello del rostro y el cuerpo, la alopecia areata está asociada a algunas comorbilidades como es el caso de la dermatitis atópica, la enfermedad tiroidea, mayor riesgo de erosiones en la córnea y de infecciones en la nariz y las orejas por la ausencia de pelo.
Sin embargo, el mayor impacto es la afectación psicológica. Multitud de estudios han demostrado dicha relación, que se manifiesta especialmente en forma de ansiedad, estrés y déficits sociales y funcionales. La alopecia areata también se ha relacionado con la presencia de depresión, ideación suicida, intento autolítico e incluso suicidio.
"Es una patología cutánea en la que la carga psicológica ha sido tradicionalmente poco reconocida, porque se ha considerado como un mero problema estético", comenta Sandra Ros, psicóloga adjunta del Servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona). "Casi un 30 por ciento de los pacientes padecen síntomas de ansiedad y depresión, baja autoestima, estrés y trastornos adaptativos. Es importante destacar que en algunos pacientes podemos observar ideación autolítica", añade la psicóloga, que ha explicado que es una enfermedad especialmente difícil para las mujeres más jóvenes.
Por otro lado, los pacientes también sufren el estigma de la enfermedad. Al ser una patología poco conocida y visibilizada en la sociedad, se dificulta el reconocimiento de la misma, por lo que las personas la confunden con otras patologías como enfermedades oncológicas debido a la pérdida del pelo.
"Esta afectación emocional puede ser más intensa en las mujeres debido al estigma social asociado a esta enfermedad. Al ser una patología visible, muchas se sienten incomodadas al ser interpeladas sobre la enfermedad, les afecta a su autoestima y les genera más aislamiento social", ha expresado la psicóloga.
La edad de debut oscila entre los 18 y los 30 años, "una edad evolutiva de más fragilidad, siendo esta post adolescencia o adultez temprana, una época de cambios, de socialización y que puede quedar truncada con el debut de una patología como esta". La psicóloga ha rememorado que, en consulta, muchas veces las mujeres dicen que "serían otras" sin esta enfermedad.
En este sentido, hay estudios que comparan el impacto de la calidad de vida de alopecia areata, psoriasis y dermatitis, y se ha visto que la alopecia areata está en el 'top one'. "La dermatología tiene algo muy particular y es que muchas veces las enfermedades no te van a matar físicamente, pero te pueden matar psicológicamente y el hecho es que, en dermatología, las enfermedades están expuestas a la vista de los demás", ha reiterado el doctor Vañó.
Por último, los expertos han identificado como perfil más común del paciente que acude a consulta médica con alopecia areata en España a una mujer joven (18-30 años), en situación de desarrollo familiar y laboral, con enfermedad leve-moderada en placas, con elevada carga psicológica y emocional.
De esta manera, los expertos también consideran destacar otros perfiles relevantes que se deben tener en cuenta por sus particularidades: pacientes pediátricos, pacientes con comorbilidades asociadas, hombres jóvenes, pacientes con menores recursos y mujeres embarazadas