MADRID, 21 Ene. (EDIZIONES) -
La forma más habitual de aumentar de forma permanente el volumen mamario es mediante la introducción quirúrgica de prótesis mamarias, unos implantes con cubierta de silicona que están rellenos de suero salino o de gel de silicona con diferente cohesividad, según informa la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
En España indica que solo se pueden comercializar e implantar aquellas prótesis con el marcado CE que cumplan con los requisitos recogidos en la legislación de productos sanitarios. Las más utilizadas con las rellenas de gel de silicona y las de suero salino.
"No suelen durar toda la vida porque se van desgastando con el paso de los años. Pese a que actualmente los materiales con las que se fabrican son de altísima calidad, y la tecnología de fabricación es muy avanzada, lo que significa que tienen una mayor durabilidad, no se puede afirmar que duren para siempre. Se puede decir que tienen una vida de unos 25 años aproximadamente. Pero depende de cada caso", afirma en este sentido la doctora Nélida Grande, vicepresidenta de Cirugía Estética de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE).
En una entrevista con Infosalus la especialista explica que es necesario cambiar un implante cuando se ha roto, si se produce una contractura capsular, si se detecta un cambio de forma de la mama o, por último, si pasan más de 20 años y hay dudas de su integridad aunque el aspecto del pecho sea bueno.
Asimismo, la responsable de las Clínicas de cirugía plástica Nélida Grande de Barcelona y Sabadell resalta que las mujeres con prótesis mamarias pueden realizar con total tranquilidad su vida, siendo lo más importante en estos casos la observación y el control de la mama (tanto de tacto como visual), por si la mujer detectara en un momento dado algo fuera de lo normal. Y de la propia prótesis, por si, como decía antes, fuera necesario cambiarla.
NO PROVOCAN CÁNCER DE MAMA
Por otro lado, desde la AEMPS aseguran que desde hace más de 60 años se han venido implantando prótesis de mama en seres humanos y actualmente no existe ninguna evidencia que permita relacionar un incremento de la incidencia de cáncer de mama con el uso de las prótesis. "De hecho, después de una resección de mama por cáncer, la reconstrucción de la misma se puede hacer utilizando prótesis mamarias. El riesgo de padecerlo es estadísticamente similar al de una persona sin prótesis", subraya la entidad.
Desde la SECPRE añaden en este sentido que no existe evidencia científica probada de que las prótesis provoquen cáncer de mama o enfermedades del tejido conectivo. Al mismo tiempo, añade que la colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.
¿Son compatibles las prótesis mamarias y el deporte? La doctora Nélida Grande confirma que son compatibles, si bien insiste en que siempre la paciente debe mantener el control habitual de las prótesis mamarias.
Respecto a la lactancia materna, esta especialista en Cirugía estética y reparadora sostiene que si en la cirugía no se efectúa una remodelación glandular, tanto para corregir defectos de la mama como para elevarla, se podrá dar el pecho sin problemas si ese fuera el deseo de la madre.
CUIDADOS EN EL DÍA A DÍA
En este contexto, la vicepresidenta de Cirugía Estética de la SECPRE recuerda cuáles deben ser los cuidados que una mujer con prótesis debe seguir en el día a día. Dice que, además de los autoexámenes por parte de la paciente, siempre hay que seguir los consejos del cirujano: "Esto significa que durante los primeros 10 años es importante someterse a una ecografía cada dos o tres años. Más adelante, tras la primera década, el especialista puede recomendar que las ecografías sean anuales. Y, paralelamente, también pasados los primeros 10 años se debería practicar una resonancia magnética cada 10 o 15 años".
A juicio de la doctora Grande, es esencial que, cuando se coloca la prótesis, esta no tenga un volumen que supere las medidas de la mama original para no hacer muy visible el implante, entre otros puntos para evitar el 'rippling', que son aquellas ondulaciones o pliegues que pueden llegar a surgir como consecuencia de irregularidades en la superficie de la prótesis. "Asimismo, y una vez hecha la intervención, recomendamos mantener un peso estable y no adelgazar drásticamente", sostiene.