MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Cuando se trata de perder peso, no tiene que ser necesariamente lento, pero sí constante, para ganar la carrera, según una nueva investigación de la Universidad de Drexel, en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos. En un estudio de 183 participantes, aquellos cuyos pesos fluctuaron más durante las primeras semanas de un programa de pérdida de peso conductual finalmente tuvieron peores resultados de pérdida de peso uno y dos años después frente a quienes perdieron un número consistente de kilos cada semana.
"Parece que el desarrollo de comportamientos estables y repetibles relacionados con la ingesta de alimentos y la pérdida de peso en un programa de control de peso es realmente importante para mantener los cambios a largo plazo", afirma la autora principal de este trabajo publicado en la revista 'Obesity', Emily Feig, exestudiante de posgrado en el Colegio De Artes y Ciencias en la Universidad de Drexel.
Los psicólogos estaban interesados en estudiar qué hace que algunas personas tengan menos éxito en los programas de pérdida de peso e identificar predictores que podrían mejorar los resultados del tratamiento en el futuro. Para averiguarlo, inscribieron a personas que tenían sobrepeso u obesidad en un programa de pérdida de peso durante todo el año que usaba reemplazos de comidas junto con metas conductuales como autocontrol, monitoreo de calorías y aumento de la actividad física.
Los participantes asistieron a grupos de tratamiento semanales durante los cuales se les pesó y a los dos años desde el inicio del programa, volvieron para que se les pesara por última vez. También informaron sobre sus comportamientos y actitudes relacionados con los alimentos, como los antojos, la ingesta emocional, los atracones y la confianza en la regulación de la ingesta.
MÁS VARIABILIDAD DE PESO, LIGADO A MENOR CONTROL A LARGO PLAZO
Los investigadores descubrieron que una mayor variabilidad de peso durante las primeras seis y 12 semanas de tratamiento de pérdida de peso predijo un menor control de peso a largo plazo a los 12 y 24 meses. Por ejemplo, alguien que perdió cuatro libras (1,81 kilogramos) en una semana, recuperó dos (907 gramos) y luego perdió una (453 gramos) la siguiente, tendió a tener peores resultados que alguien que perdió una libra constantemente cada semana durante tres semanas.
Curiosamente, las personas que informaron de tener menor ingesta emocional, comer compulsivamente y preocupación por los alimentos al inicio del estudio mostraron mayor variabilidad de peso y menos pérdida de peso en general. Esto sugiere que el cambio inicial de peso, en lugar de las relaciones con o los comportamientos hacia los alimentos, es mucho más importante para predecir quién tendrá éxito en la pérdida y el mantenimiento del peso.
Los investigadores evaluarán en futuros estudios por qué algunas personas tienen más variabilidad de peso que otras. Aunque el investigador principal Michael Lowe, profesor de Psicología en Drexel, duda acerca de igualar correlación y causalidad, dice que el estudio revela un potencial método para mantenerse fiel a los objetivos de pérdida de peso. "Hay que decidirse por un plan de pérdida de peso que se puede mantener semana tras semana, incluso si eso significa consistentemente perder tres cuartos de libra cada semana", dijo.
Si los estudios futuros pueden replicar estos resultados, entonces medir la variabilidad del peso puede ser una forma de identificar a las personas que tienen menos probabilidades de lograr una pérdida de peso significativa y sostenible y que pueden beneficiarse de un enfoque más fuerte y adaptado a la consistencia.