MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
El doctor Julio Maset, médico de Cinfa, advierte de los riesgos del sol en el primer verano sin restricciones desde 2019: "la eliminación de las medidas frente a la Covid-19 puede originar una sensación de 'libertad recobrada' que, sumada a las ganas acumuladas de disfrutar del tiempo libre y las altas temperaturas, nos puede llevar a relajarnos a la hora de protegernos del sol", advierte.
"Por ello, es necesario insistir en la necesidad de exponernos con responsabilidad para evitar que sus rayos dañen nuestra salud", añade. Entre los efectos nocivos de las radiaciones solares se encuentran las quemaduras, el fotoenvejecimiento, las manchas o, a largo plazo, el cáncer de piel.
Además, para asegurar su eficacia, los productos deben estar avalados científicamente y proteger de los diferentes tipos de radiaciones solares --ultravioleta (UVA y UVB), infrarrojos (IR-A) y visible--. En función del tipo de piel, se necesitará uno u otro factor de protección, pero nunca deberá ser menor de 30. "Por otra parte, debe aplicarse media hora antes de la exposición y reaplicarse cada dos horas después del baño.
DOSIFICAR LAS HORAS AL SOL
De esta forma, para evitar daños en la piel, la mejor medida preventiva es reducir el tiempo de exposición solar. Para ello, el experto de Cinfa propone "dosificar el número de horas que pasamos bajo el sol".
Sobre todo, los primeros días de playa, naturaleza o piscina, conviene controlar el tiempo y emplear fotoprotección 50, empezar por una hora de exposición y luego ir prolongando este tiempo, pero siempre fuera de las horas centrales del día y sin llegar a abusar.
También es necesario recurrir a barreras físicas, como sombreros o gafas de sol y, en caso de querer llevar puesta la mascarilla en exteriores, hay que recordar que esta no protege de las radiaciones solares, por lo que la fotoprotección continúa siendo fundamental.
"Pese a lo que nos pueda parecer, los rayos solares atraviesan la mascarilla y penetran en nuestra piel. Por ello, si queremos resguardar nuestro rostro de las radiaciones, cada día y antes de salir de casa hemos de aplicarnos fotoprotector por toda la cara", añade.
DIEZ CONSEJOS PARA DISFRUTAR DEL SOL CON RESPONSABILIDAD
Así, el doctor ha indicado una serie de consejos para tomar el sol con responsabilidad. En primer lugar, aconseja aplicarse el fotoprotector todos los días y antes de salir de casa. Para resguardar la piel del rostro y, además, evitar las manchas y el fotoenvejecimiento prematuro, es preciso extender el fotoprotector por toda la cara y en el resto de zonas descubiertas, diariamente, y antes de salir de casa. "Incluso en invierno, el sol quema", recuerda Maset.
Por otro lado, recuerda la importancia de "no abusar del sol". En este sentido, es esencial no permanecer más de una hora bajo el sol en los primeros días de playa o piscina, aunque se emplee el fotoprotector. Posteriormente, se puede ir aumentando poco a poco el tiempo de exposición.
En este sentido, es preciso evitar la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos solares son más fuertes y perjudiciales entre las 12 de la mañana y las 4 de la tarde. También la altitud aumenta la peligrosidad del sol, así como algunos tipos de nubosidad y el agua, la arena, la hierba o la nieve, que reflejan las radiaciones.
Otra recomendación es consultar los índices ultravioleta (IUV) a través de canales como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). A partir de un índice 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección.
En cuanto al fotoprotector, es preciso que este sea adecuado al fototipo de cada persona y a las circunstancias de la exposición. Este nunca debe ser inferior a 30 y, en su envase, debe especificar que protege de todos los tipos de radiaciones solares: la ultravioleta, la infrarroja y la visible. Además, también son recomendables los bálsamos labiales con filtros solares.
También se puede proteger el cuerpo usando la ropa holgada y ligera y sombrero. Los tejidos frescos y naturales, como el lino y el algodón, ayudan a sobrellevar el calor. Respecto a la gorra o sombrero, uno de ala ancha proyectará sombra al rostro y cuello, además de cubrir la cabeza.
También es necesario usar gafas de sol para evitar los daños oculares. Es necesario que las gafas tengan una protección 100% frente a los rayos UV y, solo si están homologadas por la Unión Europea, se puede garantizar que así sea. Las que mejor protegen los ojos y la piel que los rodea son las gafas de tipo envolvente.
Por otro lado, es recomendable resguardadrse de los rayos del sol bajo los árboles o usar una sombrilla, aunque no se debe olvidar que la protección no es total, por lo que será necesario aplicarse protección solar igualmente.
También es preciso que los padres eduquen a sus hijos sobre la necesidad de protegerse del sol. Los niños menores de 1 año nunca deben ser expuestos directamente al sol y, cuando tienen 2 o 3 años, sus padres deben extremar todas las medidas de fotoprotección (prendas de vestir, gorros y gafas de sol), así como aplicarles fotoprotectores específicos para niños con SPF 50+ y el símbolo.
Por último, desde Cinfa advierten de las salas de bronceado. "El bronceado artificial no protege frente al fotoenvejecimiento y conlleva un riesgo de cáncer de piel, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)", concluyen.