MADRID, 24 Abr. (EDIZIONES) -
Hay personas que sudan más que otras, y especialmente con el aumento de las temperaturas. De hecho, hay personas que sudan muchísimo, y además su sudor no huele bien. Pero no te equivoques, el sudor es inodoro, lo que huele son los desechos de las bacterias que viven en nosotros y a veces en función de lo que comamos también se 'activa' ese mal olor.
"Aunque el sudor es principalmente inodoro, los restos de la digestión pueden alterar un poco el olor corporal. En el caso de algunas especias, la cebolla, el ajo y los alimentos ricos en azufre (huevos, pescado, carne, lácteos, algunas frutas...). ¡Somos lo que comemos! (...) No obstante hay que tener en cuenta que, por mucho que nos parezca una lata, ¡sudar es natural y necesario!", defiende en una entrevista con Infosalus la miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) la doctora Andrea Combalia.
Esta especialista recuerda que tenemos sudor porque es el mecanismo que emplea el cuerpo para regular nuestra temperatura corporal por debajo de los 37 grados, de forma que así se permite el correcto funcionamiento de nuestros órganos.
"Sudamos para mantenernos frescos en ambientes con temperaturas cálidas, al hacer ejercicio y en ocasiones en respuesta a situaciones que nos hacen sentir nerviosos, avergonzados o con miedo", reconoce en 'Piel Sana in Corpore Sano' (Grijalbo) y es que, según precisa, tenemos millones de glándulas sudoríparas distribuidas por todo nuestro cuerpo.
Cuando sudamos se activan nuestra glándulas sudoríparas, se humedece la superficie de la piel y tiene lugar la 'transpiración': "El sudor se evapora al entrar en contacto con el aire, y en consecuencia disminuye la temperatura de nuestra piel. Sudar es, por lo tanto, una función esencial".
En este punto, llama la atención sobre qué es la 'anhidrosis' o incapacidad de sudar con normalidad, de forma que si no sudas, no transpiras, y de esta manera el cuerpo no disminuye su temperatura. "Esto puede provocar un aumento excesivo de la temperatura corporal y, en ocasiones, un golpe de calor que puede llegar a ser mortal", subraya.
En cuanto a uno de los mitos que rondan en torno al sudor, que al depilarnos éste nos sale por otro sitio o sudamos más, la doctora Combalia rechaza totalmente esta afirmación: "No tiene nada que ver la depilación con el sudor. La depilación va dirigida contra el folículo piloso".
¿POR QUÉ HAY PERSONAS CON UN OLOR A SUDOR MÁS FUERTE?
Respecto a por qué hay personas que sudan más que otras, la miembro de la AEDV aclara a Infosalus que una sudoración más abundante se conoce como 'hiperhidrosis', o 'bromhidrosis' cuando ya hay un más sudor maloliente.
"La relación del sistema nervioso con nuestra piel y la necesidad de regular la temperatura de una persona pueden provocar una mayor o menor sudoración", precisa la experta.
Sobre la hiperhidrosis recalca que tiene lugar cuando esta regulación no se puede controlar, si bien aclara que con herramientas como la toxina butolínica o bien a través de otros mecanismos, hay muchas soluciones, se puede solventar: "Aunque hay que tener cuidado en su empleo porque impiden la salida del sudor y pueden aumentar la foliculitis".
En última instancia, Andrea Combalia menciona que la bromhidrosis es producto de la degradación de los microorganismos que viven en nuestra piel y lo que huele es esta proliferación bacteriana que se depositan sobre nuestra piel. "Por eso importante buena higiene de las zonas y valorar algún tratamiento. El olor depende de cada persona porque cada piel tiene su flora cutánea y hay algunos alimentos que pueden influir en el olor del sudor como por ejemplo la cebolla o el ajo o los alimentos ricos en azufre", advierte.
La bromhidrosis defiende que ocurre frecuentemente en axilas y pies. Según insiste, "el mal olor no está causado por el propio sudor, que es inodoro, sino por los productos de degradación de las bacterias y levaduras que se alimentan del sudor en estas zonas".
Otro de los mitos sobre sudar y que Combalia destierra en su libro es que sudar adelgaza y elimina toxinas: "Ninguna de las dos afirmaciones es cierta. El sudor es uno de los mecanismos de excreción que tiene nuestro organismo, pero su composición es 99% agua. El 1% restante se reparte entre sales minerales, como el sodio y el cloro (por eso es salado), y otros electrolitos. La cantidad de toxinas eliminadas por el sudor es, por tanto, mínima".
Tampoco es sinónimo de adelgazar o de perder grasa puesto que, según concluye, lo que ocurre al sudar es que perdemos agua, y entonces nos deshidratamos. "Eso nos da una falsa sensación momentánea de pérdida de peso. La pérdida de peso relacionada con el sudor es consecuencia de la deshidratación, lo que a su vez no resulta bueno para el cuerpo. Rehidratarse es fundamental. ¡Si sudas, bebe agua!", sentencia Andrea Combalia.