MADRID, 5 Oct. (EDIZIONES) -
Una dieta baja en azúcar, sal y grasas, y alta en frutas y verduras reduce las enfermedades bucodentales y contribuye a una buena salud general. Comer bien no es sinónimo de comer mucho, sino de comer de manera equilibrada. Comer bien nos ayudará a tener una boca sana, y nos permitirá gozar de una buena salud a nivel general.
"Si consumes demasiados refrescos azucarados, bebidas frutales endulzadas y aperitivos poco nutritivos podrías correr el riesgo de sufrir caries dental. La caries dental es la enfermedad infantil crónica más común, pero la buena noticia es que se puede prevenir", advierte la Asociación Dental Americana (ADA, por sus siglas en inglés) en este sentido.
Es más, avisa de que si la dieta carece de ciertos nutrientes puede ser más difícil que los tejidos en la boca resistan una infección. "Esto puede contribuir a la enfermedad de las encías. Un caso grave de la enfermedad de las encías es una de las principales causas de pérdida dental en los adultos. Muchos investigadores creen que la enfermedad avanza de forma más rápida y es potencialmente más grave en personas con una mala alimentación", añade.
Por otro lado, la ADA resalta que para disfrutar de una vida sana, y de dientes y encías sanos, hay que pensar antes de comer. "No es sólo lo que se come sino cuándo se come. Marca una gran diferencia en su salud bucodental. Los alimentos que se consumen en el marco de una comida resultan menos nocivos porque se libera más saliva durante la comida, que ayuda a eliminar los alimentos de la boca y contribuye a reducir los efectos de los ácidos. Siga siempre una dieta equilibrada y limite los tentempiés entre comidas. Si lleva una dieta especial, tenga en cuenta el consejo del médico a la hora de elegir los alimentos", remarca la entidad americana.
Mientras, la Fundación Dental Española destaca que si tempranamente se empiezan con unos hábitos de dieta saludable esto repercutirá en una correcta salud oral, tanto en la dentición de leche, como en la dentición permanente futura. Con todo ello, aconseja para todos:
1.- Tanto la cantidad de azúcar en los alimentos o bebidas como las veces que se consume al día son perjudiciales para la salud dental.
2.- Reserva el consumo de productos azucarados solamente a las comidas.
3.- Evita productos azucarados entre horas.
4.- Para el picoteo entre horas recurre a frutas, vegetales, yogur, queso o pan.
5.- El agua y la leche son las bebidas más saludables para los dientes. Deja otro tipo de bebidas como los jugos embotellados o refrescos para situaciones excepcionales y siempre durante las comidas.
6.- Los productos "bajos en azúcar" o "sin azúcar añadido" no significan que no lleven azúcar.
7.- La OMS recomienda no tomar más de 5 cucharitas de azúcar al día.
EL PROBLEMA DEL ÁCIDO
Con todo ello, en una entrevista con Infosalus, el enfermero y experto en Urgencias y emergencias extrahospitalarias Carlos de Vilanova destaca que los ácidos son los "enemigos más específicos" del esmalte dental, ya que la dieta ácida erosiona el diente atacando directamente a su protección de esmalte.
"Produce cavidades o agujeros en el esmalte, y permite la anidación en estos de bacterias, como el 'Streptococcus mutans', responsable de la formación de las caries", subraya con motivo de la publicación de su libro 'El libro blanco de la salud dental natural' (Arcopress).
Así, indica que, por ejemplo, contienen ácido el vinagre, la cerveza, el vino, el zumo de limón, las frutas, los refrescos, las gaseosas, la sidra, los zumos envasados, por ejemplo. Por otro lado, advierte de que consumir muchos carbohidratos de baja calidad o refinados (no integrales) se estará acidificando el organismo, y no sólo los espacios interdentales.
"El mejor modo de no tener caries es tener los dientes limpios y sin cavidades que alojen restos de comida y cepillarlos tras cada comida. Si quedan restos alimenticios aparecerán allí bacterias, antes o después, porque su función natural es eliminarlos, y lo hacen produciendo fermentaciones que desprenden ácidos que atacan el esmalte", sentencia.