MADRID, 18 Ago. (EDIZIONES) -
En verano hay que cuidar más el cabello que el resto del año. Es una época en la que se daña mucho, se vuelve más seco, más quebradizo y las puntas se abren. La exposición prolongada al sol, a la sal del mar y al cloro de la piscina perjudican su salud. Además, en función de cómo lo tratemos durante este tiempo, lo tendremos mejor o peor de cara al otoño-invierno.
En este sentido, el doctor David Saceda, del Grupo de Dermatología Pedro Jaén, explica en una entrevista con Infosalus que hay que cuidar más el cabello en verano porque las condiciones climatológicas externas cambian al pelo. "Principalmente aumenta más el calor, por tanto disminuye la humedad del ambiente, especialmente en las zonas del interior de España, y por otro lado los índices de rayos ultravioleta son mayores que en el resto del año y eso daña al cabello también", sostiene el experto.
Además, advierte de que en verano cambiamos las actividades que hacemos con respecto a otros momentos del año, estamos más expuestos al sol, a la naturaleza, nos bañamos en el río, en el mar, o en las piscinas con cloro; otro aspecto que también perjudica a nuestro cabello.
"Es difícil decir qué es lo que más le perjudica al pelo. Es el conjunto de las cosas, y en verano se juntan muchos motivos. En el agua del mar el pelo se seca porque la sal se reposa en la cutícula, y con ello ésta se debilita. Cuando se pone al sol ese cabello todavía se debilita más, se rompe esa cutícula y se aclara. Se consigue el efecto de las mechas californianas, un pelo más aclarado sobre todo en las puntas, la combinación de bañarse en el mar, dañar la cutícula y debilitar el pelo", alerta el dermatólogo del Grupo Pedro Jaén.
Por ello, el experto enumera una serie de consejos para proteger y cuidar nuestro cabello en esta época:
1.- Secarse el pelo al aire es bueno. "Es un buen momento para secarse pelo al aire libre porque la temperatura lo permite. Para el cabello es peor secarse con secadores y planchas. Así, es un buen momento para dejar descansar al cabello en este sentido y secarlo al aire libre", sostiene.
2.- En verano son aconsejables las vitaminas porque actúan en la raíz del cabello. El problema de esta época es que los daños son externos, son sobre el tallo del cuero cabelludo, por lo que tomar ahora suplementos vitamínicos para el pelo no es el mejor momento, aunque sí lo es después del verano. Aquí juega una parte importante la alimentación, y las vitaminas que se adquieran en ella.
3.- Como fundamentalmente las medidas que hay que adoptar son externas al cabello es muy importante hidratarlo de dos a tres veces por semana con mascarillas, y siempre o casi siempre usar acondicionadores. "Tenemos un pelo más deshidratado y una cutícula más dañada por lo que mascarillas que en invierno empleamos una vez por semana o al mes, conviene utilizarlas de dos a tres veces por semana", sostiene Saceda.
4.- Protegerlo del sol. "Hay mucha más exposición solar, por lo que conviene usar sombrero o gorra que proteja del sol, y también prevenga al cuero cabelludo de cualquier radiación, como prevención y protección frente al cáncer de piel", indica el especialista.
5.- Aclarar el pelo tras bañarse en la piscina para eliminar el cloro, o tras zambullirse en el mar, para así desechar la sal que se haya podido acumular en nuestro pelo.
LA IMPORTANCIA DE LA COMIDA
Finalmente, el experto del Grupo de Dermatología Pedro Jaén subraya la importancia de la alimentación en la salud de nuestro cabello. A su juicio, el verano es una temporada buenísima para nutrirlo a través de la ingesta de frutas y de verduras, con sus antioxidantes naturales.
Por ello, recomienda ingerir frutas coloridas, como la sandía o el melón, o sobre todo los cítricos. "Quizá es más difícil ingerirlos durante el año, y ahora en verano comemos más fruta. Además, de esta manera no sólo se beneficia al cabello, sino también a la piel, gracias a los antioxidantes presentes en vegetales y productos de huerta y en fruta que lo que hacen es eliminar los radicales libres de oxígeno, los productos de desecho que se producen a nivel celular que pueden dañar el ADN de la célula. Es un proceso de envejecimiento que con los antioxidantes se ralentiza", subraya Saceda.