MADRID, 25 Nov. (EDIZIONES) -
Muchas veces vamos a la farmacia y pedimos un medicamento y nos dicen que necesitamos la receta del médico para poder disponer de él. Según indica en una entrevista con Infosalus Iván Espada Ibáñez, del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, solo entre el 5 y 10% de lo que se vende en la farmacia se hace sin receta.
"El usuario tiene el concepto de que la receta sirve solo para que el Gobierno financie parte de la medicación, pero la receta va más allá. Es un documento que sirve también al farmacéutico para comprobar que un médico, tras realizar un debido diagnóstico, ha considerado que una persona precisa de un tratamiento farmacológico, y a una determinada dosis y duración", explica el también responsable de Área de Información del Medicamento de la Dirección de Servicios Farmacéuticos de la citada entidad.
Para poder entenderlo, apunta a la normativa española, concretamente, a la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios, que es la que regula los medicamentos en nuestro país, y que establece que se tienen que dispensar con receta aquellos medicamentos destinados a tratar una patología.
Ahora bien, el farmacéutico recuerda que la ley fija una serie de excepciones en las que no se precisa de receta: "Aquellos casos que van destinados a tratar síntomas, más que patologías, y que no requieran de un diagnóstico médico. Por ejemplo, si me he dado un golpe leve, ese dolor nadie va al médico para que le receten nada, tienes la posibilidad de acceder a analgésicos que te sirven para ese dolor. Pero si ese dolor está asociado a una patología crónica, por ejemplo, reumática, sí se requiere receta en estos casos porque un médico ha diagnosticado previamente que se padece artrosis, por ejemplo".
Lo mismo pasa con la fiebre, que hemos tenido todos, según continúa este portavoz del Consejo General de Colegios Farmacéuticos. "Es un síntoma relacionado con procesos leves y autolimitados, síntomas menores y leves, para los que hay medicamentos que nos pueden servir de ayuda. Otros síntomas como los vómitos o la diarrea también son ejemplos de síntomas para los que se pueden comprar medicamentos sin receta en la farmacia", agrega. No obstante, Iván Espada sí ve recomendable consultar con un médico en caso de que este tipo de síntomas persistan.
MEDICAMENTOS QUE VAN CON Y SIN RECETA
Por otro lado, aquí subraya que hay medicamentos que siempre son con receta, y no hay formato sin receta, como los antihipertensivos, para los que el médico tiene que hacer un diagnóstico previo.
Mientras que en otras situaciones hay medicamentos para los que es necesaria la receta a veces, y otras no. Cita el caso del omeprazol, que es un medicamento antiulceroso (mal llamado 'protector gástrico'). Se puede comprar presentaciones con receta o sin ella. Para poder comprarlo con receta dice que el médico tiene que haber realizado un diagnóstico previo de úlcera, si bien en alguna ocasión puntual podemos presentar hiperacidez gástrica, de forma que en este caso iría sin receta, al tratarse de un síntoma y que no requiere de la intervención del médico.
El caso del ibuprofeno y paracetamol va más allá, según confiesa, ya que los tenemos en varias dosis. En cuanto al ibuprofeno 600 siempre debe ir con receta, mientras que el de dosis de 400 mg puede necesitarla o no. "Aunque ambas dosis suelen tener las mismas indicaciones, es un antiinflamatorio que vale para cualquier tipo de dolor, sí se recomienda emplear las de 600 para procesos más crónicos, que requieren del diagnóstico médico, por la toxicidad que pueda tener este medicamento", señala.
En el caso del paracetamol, dice igualmente que por la toxicidad es necesaria la receta para el paracetamol de un gramo cuando el medicamento presente más de 10 comprimidos. "A altas dosis puede ser tóxico y se hace necesaria la receta para restringir el uso de dosis elevadas. Siempre se puede emplear el de 650 mg para el que no es necesaria la receta", apostilla Espada.
Aquí el responsable de Área de Información del Medicamento de la Dirección de Servicios Farmacéuticos indica que hay algunos medicamentos que al ir con receta son más baratos que cuando van sin receta. Esto es así, según señala, porque la ley marca que los medicamentos sin receta no se financian. "Pero si un laboratorio quiere que su medicamento vaya financiado es necesario que pida al registrarlo la necesidad de receta para su dispensación", aclara el farmacéutico.
Sobre este tema, precisamente, acaba de Salir publicado 'Esta farmacia necesita receta' (Grijalbo), la segunda novela gráfica elaborada por el farmacéutico Guillermo Martín Melgar, cuyo perfil de humor, popular en redes sociales, es conocido como 'Farmaenfurecida'.
Guillermo trabaja en el día a día en una farmacia y reconoce que muchas veces es difícil explicar a los pacientes por qué determinados medicamentos no llevan receta. Aquí recuerda que los medicamentos de venta libre en farmacia, es decir, los que no precisan de receta, son aquellos que no tienen un círculo en la esquina superior derecha de la caja del medicamento, que sí lo llevan los que necesitan receta para su dispensación.
De acuerdo con su experiencia diaria, este farmacéutico reconoce que con los que más problema hay es con los antibióticos, para los que es imprescindible la receta. "La gente se piensa que cuando está muy mala necesita antibiótico sin ir antes al médico y son estos los que deben prescribir su receta. Es importante controlarlo. También hay colirios antibióticos con los que solemos tener conflicto. Hay muchos medicamentos que tomamos a la ligera, como los antiinflamatorios, y que necesitan receta porque tienen efectos secundarios", reconoce.
Desde el Ministerio de Sanidad precisan en este punto que un medicamento con receta es aquel que, por sus características e indicaciones, deben ser prescritos por el médico. "Un medicamento sin receta es aquel que, por sus características e indicaciones, está dirigido a tratar patologías menores que no requieren prescripción médica", apostilla.