Un antibiótico para una infección ocular común elimina una bacteria de transmisión sexual

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Publicado: miércoles, 1 febrero 2023 7:03

MADRID 1 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un comprimido antibiótico oral utilizado para tratar infecciones oculares comunes puede resultar un medicamento eficaz para una bacteria de transmisión sexual que se ha vuelto resistente al tratamiento habitual recomendado, según sugieren en la revista 'Sexually Transmitted Infections' los médicos que trataron con éxito a un joven con uretritis por 'Mycoplasma genitalium' (no gonocócica) con cloranfenicol.

Los datos de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido sugieren un aumento de la resistencia antimicrobiana a los fármacos de primera y segunda elección utilizados para tratar esta infección, mientras que actualmente no hay pruebas sólidas para las opciones de tercera elección, dicen los autores.

Describen el caso de un joven con síntomas recurrentes de uretritis no gonocócica, una infección de transmisión sexual común causada por 'Mycoplasma genitalium' que se ha vuelto cada vez más difícil de tratar con los antibióticos recomendados actualmente.

El joven acudió inicialmente a la consulta con síntomas de dos días de evolución, quince días después de haber mantenido relaciones sexuales sin protección con una pareja ocasional. Inicialmente se le trató con un tratamiento de una semana de doxiciclina, a la espera de los resultados de las pruebas para identificar la causa bacteriana exacta de su infección.

Los resultados mostraron que estaba infectado por' M. genitalium', por lo que se le recetó otro antibiótico, azitromicina. Una vez que los análisis de laboratorio revelaron que se trataba de una cepa resistente al tratamiento, se le administró un tercer antibiótico, moxifloxacino.

Pero 5 días después de completar todos los ciclos de antibióticos, seguía teniendo síntomas. Tras considerar otras opciones, que fueron descartadas por cuestiones de coste, disponibilidad o licencia, los autores decidieron probar con cloranfenicol: 1 gramo de comprimido tomado cuatro veces al día durante 14 días.

Su decisión se debió a las pruebas de probeta que demostraban que el cloranfenicol detenía el 'M. genitalium' en seco y a la fácil disponibilidad del fármaco. Tras 14 días de tratamiento, los síntomas del joven habían desaparecido y las pruebas de laboratorio confirmaron que ya no tenía uretritis.

Se trata sólo de un caso, y los resultados deben tomarse en ese contexto. Pero los autores señalan que, "al considerar qué elegir tras el fracaso del tratamiento de primera y segunda línea, hay una falta de agentes novedosos fácilmente disponibles en el Reino Unido, y una escasez de datos para respaldar las recomendaciones".

El cloranfenicol suele tolerarse bien, y los efectos secundarios graves son poco frecuentes (1 de cada 30.000), destacan. Y en ausencia de alternativas eficaces viables, merece una mayor investigación, sugieren.