MADRID, 12 Ago. (EUROPA PRESS) -
Una dosis de un nuevo anticuerpo monoclonal descubierto y desarrollado en los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos previno con seguridad el paludismo hasta nueve meses en personas expuestas al parásito de la malaria en un pequeño ensayo clínico, el primero que demuestra que un anticuerpo monoclonal puede prevenir la malaria en las personas.
El ensayo fue patrocinado y realizado por científicos del Centro de Investigación de Vacunas (VRC) del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), que forma parte de los NIH, financiado por el NIAID y publicado en el 'New England Journal of Medicine'.
"La malaria sigue siendo una de las principales causas de enfermedad y muerte en muchas regiones del mundo, especialmente en bebés y niños pequeños; por lo tanto, se necesitan nuevas herramientas para prevenir esta enfermedad mortal --explica el director del NIAID, Anthony S. Fauci--. Los resultados reportados hoy sugieren que una sola infusión de un anticuerpo monoclonal puede proteger a las personas de la malaria durante al menos 9 meses. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para confirmar y ampliar este hallazgo".
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que en 2019 se produjeron 229 millones de casos de malaria en todo el mundo, lo que provocó unas 409.000 muertes, sobre todo en niños del África subsahariana. Hasta el momento, ninguna vacuna contra la malaria, autorizada o experimental, proporciona más del 50% de protección contra la enfermedad en el transcurso de un año o más.
El paludismo está causado por los parásitos Plasmodium, que se transmiten a las personas a través de la picadura de un mosquito infectado. El mosquito inyecta los parásitos en una forma llamada esporozoitos en la piel y el torrente sanguíneo. Estos viajan hasta el hígado, donde maduran y se multiplican.
A continuación, el parásito maduro se propaga por todo el cuerpo a través del torrente sanguíneo para causar la enfermedad. El 'P. falciparum' es la especie de Plasmodium con más probabilidades de provocar infecciones graves de paludismo que, si no se tratan con prontitud, pueden provocar la muerte.
Los estudios de laboratorio y en animales han demostrado que los anticuerpos pueden prevenir el paludismo al neutralizar los esporozoitos de 'P. falciparum' en la piel y la sangre antes de que puedan infectar las células del hígado.
En el ensayo del NIAID se comprobó si un anticuerpo monoclonal neutralizante denominado CIS43LS podía proporcionar de forma segura un alto nivel de protección contra el paludismo en adultos tras una cuidadosa exposición voluntaria en laboratorio a mosquitos infectados en los Estados Unidos.
El CIS43LS se derivó de un anticuerpo neutralizante de origen natural llamado CIS43. Los investigadores dirigidos por el doctor Robert A. Seder, jefe de la Sección de Inmunología Celular del Laboratorio de Inmunología del VRC, aislaron el CIS43 de la sangre de un voluntario que había recibido una vacuna antipalúdica en fase de investigación.
Los científicos descubrieron que el CIS43 se une a un sitio único en una proteína de superficie del parásito que es importante para facilitar la infección de la malaria y es el mismo en todas las variantes de esporozoitos de P. falciparum en todo el mundo. Posteriormente, los investigadores modificaron este anticuerpo para ampliar el tiempo de permanencia en el torrente sanguíneo, creando el CIS43LS.
Después de que los estudios en animales del CIS43LS para la prevención de la malaria dieran resultados prometedores, los investigadores del VRC pusieron en marcha un ensayo clínico de fase 1 del anticuerpo experimental con 40 adultos sanos de entre 18 y 50 años que nunca habían tenido malaria ni se habían vacunado contra la enfermedad.
El ensayo fue dirigido por el doctor Martin Gaudinski, director médico del Programa de Ensayos Clínicos del VRC, y se llevó a cabo en el Centro Clínico de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) en Bethesda, Maryland, y en el Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed (WRAIR) en Silver Spring, Maryland.
Durante la primera mitad del ensayo, el equipo del estudio administró a 21 participantes una dosis de CIS43LS mediante una infusión intravenosa o una inyección bajo la piel. Las infusiones oscilaron entre 5 y 40 miligramos por kilogramo (mg/kg) de peso corporal, y las inyecciones subcutáneas fueron de 5 mg/kg.
Los investigadores hicieron un seguimiento de los participantes durante 6 meses para saber si las infusiones y las inyecciones subcutáneas de las distintas dosis del anticuerpo experimental eran seguras y bien toleradas. Además, midieron la cantidad de CIS43LS en la sangre para determinar su durabilidad en el tiempo.
En la segunda mitad del ensayo, seis participantes que habían recibido una infusión intravenosa durante la primera mitad del ensayo siguieron participando. Cuatro de estos participantes recibieron una segunda infusión de anticuerpos, mientras que los otros dos no lo hicieron. Además, cuatro nuevos participantes se unieron al estudio y recibieron una única infusión intravenosa de CIS43LS. Otras siete personas se unieron al estudio como controles que no recibieron el anticuerpo.
Todos los participantes de la segunda mitad del ensayo dieron su consentimiento informado para ser expuestos al parásito de la malaria en lo que se conoce como una infección controlada de malaria humana (CHMI).
En este procedimiento, los voluntarios se exponen al 'P. falciparum' a través de las picaduras de mosquitos infectados en un entorno cuidadosamente controlado, y luego son vigilados de cerca por el personal médico durante varias semanas y tratados rápidamente si desarrollan la malaria. La CHMI se ha utilizado durante décadas para generar información sobre la seguridad y el efecto protector de los candidatos a vacunas contra el paludismo y los posibles fármacos antipalúdicos.
Nueve participantes que habían recibido el CIS43LS y seis participantes que sirvieron de control se sometieron voluntariamente a la CHMI y fueron vigilados de cerca durante 21 días. En ese periodo, ninguno de los nueve participantes que habían recibido el CIS43LS desarrolló malaria, pero cinco de los seis controles sí. Los participantes con paludismo recibieron una terapia estándar para eliminar la infección.
Entre los nueve participantes que recibieron el CIS43LS y estuvieron protegidos, siete se sometieron a una CHMI aproximadamente 4 semanas después de su infusión. Los otros dos participantes recibieron su única infusión durante la primera mitad del estudio y se infectaron aproximadamente 9 meses después.
Estos resultados indican que una sola dosis del anticuerpo experimental puede prevenir la malaria entre 1 y 9 meses después de la infusión. En conjunto, estos datos proporcionan la primera prueba de que la administración de un anticuerpo monoclonal antipalúdico es segura y puede prevenir la infección por paludismo en humanos.
Para aprovechar este hallazgo, se está llevando a cabo un ensayo clínico de fase 2 más amplio en Malí para evaluar la seguridad y la eficacia del CIS43LS en la prevención de la infección por malaria en adultos durante una temporada de malaria de seis meses.
Además, los científicos del VRC están llevando a cabo nuevas investigaciones sobre el CIS43LS en los Estados Unidos para determinar la dosis más baja que protege a las personas de la infección de la malaria.
"Los anticuerpos monoclonales pueden representar un nuevo enfoque para la prevención de la malaria en los viajeros, el personal militar y los trabajadores de la salud que viajan a las regiones donde la malaria es endémica -señala Seder--. Investigaciones posteriores determinarán si los anticuerpos monoclonales también pueden utilizarse para el control estacional del paludismo en África y, en última instancia, para las campañas de eliminación del paludismo".