MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
Expertos del Cincinnati Children's en Estados Unidos pueden haber descubierto una forma de prevenir el daño pulmonar relacionado con la corioamnionitis, una complicación que se puede producir al final del embarazo. Los investigadores informan, basándose en modelos animales, que el uso combinado de dos medicamentos conocidos por bloquear las señales celulares que desencadenan la inflamación en otras afecciones también bloqueó el daño inflamatorio relacionado con la corioamnionitis.
La corioamnionitis ocurre cuando el saco amniótico (también llamado bolsa de agua) se rompe demasiado pronto, lo que puede permitir que las infecciones bacterianas provoquen una inflamación peligrosa del tejido alrededor de la placenta. Esto ocurre en alrededor del 4 por ciento de los embarazos que llegan a término. Pero es aún más común en los partos prematuros, donde ocurre en entre el 25 a 40 por ciento de los partos prematuros.
Las muertes infantiles por corioamnionitis son raras, pero en casos sospechosos es común el uso agresivo de antibióticos para prevenir infecciones. Desafortunadamente, esos tratamientos con antibióticos también pueden interferir con la formación de pequeños sacos de aire vitales llamados alvéolos e interrumpir la formación de las defensas inmunitarias de los pulmones.
Como resultado, los recién nacidos tratados por corioamnionitis enfrentan mayores riesgos de desarrollar displasia broncopulmonar (DBP). A medida que los sobrevivientes crecen, también enfrentan mayores riesgos de desarrollar asma y luchar contra otras infecciones pulmonares más adelante en la vida.
El estudio, publicado en 'Science Translational Medicine', ha sido realizado por Andrea Toth, estudiante de MSTP en el Programa de Graduados en Biología Molecular y del Desarrollo, y el autor principal es William Zacharias.
"Nuestro hallazgo de que el bloqueo de IL1 y TNF protege al pulmón de lesiones... proporciona una prueba de principio de que las terapias antiinflamatorias podrían usarse en el futuro para tratar a los bebés. Estos datos respaldan la idea de que las futuras terapias dirigidas al sistema inmunológico pueden ser prometedoras para el tratamiento de múltiples tipos de inflamación perinatal", afirman los coautores.
HOJA DE RUTA DIBUJADA PARA ESTUDIO FUTURO
Los fármacos utilizados en el estudio fueron anakinra, un potente antagonista del receptor IL1 utilizado para tratar la artritis, y adalimumab, un anticuerpo monoclonal anti-TNF utilizado para tratar la colitis ulcerosa. Pero estos medicamentos pueden no ser los medicamentos que finalmente resulten mejores para la terapia humana. Se necesitan más estudios, dicen los coautores.
Este hallazgo tiene una relevancia significativa como hoja de ruta para nuevas terapias para la corioamnionitis para proteger los pulmones de los bebés y, con suerte, prevenir la displasia broncopulmonar u otras enfermedades pulmonares neonatales. "Estos datos son únicos porque se sabe poco sobre el pulmón en el tercer trimestre del embarazo en humanos, por lo que más allá de las implicaciones de la terapia, definimos una biología importante sobre el desarrollo pulmonar que es directamente relevante para los bebés humanos", señala Zacharias.
El equipo abrió nuevos caminos simplemente detallando las actividades moleculares involucradas en el desarrollo de lesiones pulmonares y corioamnionitis. Ese trabajo incluye la construcción de un "atlas" de los procesos involucrados en el desarrollo del tejido pulmonar a nivel de célula por célula, hasta patrones de expresión génica y señalización molecular compleja. Luego, el trabajo pasó a evaluar posibles formas de mitigar el daño pulmonar. "En el futuro, se necesitan más estudios para confirmar que el enfoque antiinflamatorio puede funcionar en las personas, qué medicamentos serían más seguros y en qué momentos durante el embarazo serían más efectivos", concluye.