MADRID 16 May. (EUROPA PRESS) -
La compañía AstraZeneca ha anunciado este jueves la disponibilidad de dos nuevas opciones de tratamiento para los pacientes con cáncer de hígado (hepatocarcinoma y cáncer de vías biliares). Se trata de 'Imfinzi' (durvalumab) + gem-cis seguido de durvalumab en monoterapia para el tratamiento de primera línea de adultos con cáncer de vías biliares irresecable o metastásico, así como el nuevo régimen STRIDE (por las siglas Single Tremelimumab Regular Interval Durvalumab), que consiste en una dosis única de 'Imjudo' (tremelimumab) + durvalumab, seguido de durvalumab en monoterapia para el tratamiento de primera línea de adultos con carcinoma hepatocelular avanzado o irresecable que mejora la tasa de supervivencia global con 1 de cada 4 pacientes vivo a los 4 años.
De esta forma, la compañía señala que esta opción terapéutica muestra datos de supervivencia a 4 años en el tratamiento del hepatocarcinoma. En el caso del cáncer de vías biliares, los expertos apuntan que actualmente existen escasas opciones terapéuticas, y se han alcanzado pocas mejoras en la supervivencia en las últimas décadas.
Ambos fármacos, disponibles desde el mes de mayo y financiados por el Ministerio de Sanidad, son anticuerpos monoclonales humanos: durvalumab se une a la proteína PD-L1 y bloquea la interacción de PD-L1 con las proteínas PD-1 y CD80, contrarrestando las tácticas de evasión inmunitaria del tumor y liberando la inhibición de las respuestas inmunitarias. Por su parte, tremelimumab es un anticuerpo monoclonal humano de tipo inmunoglobulina G2 (IgG2a) contra el antígeno 4 de los linfocitos T citotóxicos (CTLA-4).
En este sentido, el director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universidad de Navarra e investigador principal en el CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestiva, Bruno Sangro, ha explicado que el cáncer de hígado es la tercera causa de muerte por cáncer y el sexto tumor más diagnosticado en todo el mundo. "En España, cada año se diagnostican cerca de 7.000 nuevos casos", ha añadido Sangro.
Por su parte, el médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, unidad de Digestivo y unidad de Fase I, Andrés Muñoz, ha detallado que el cáncer de vías biliares (CVB) es un grupo de cánceres gastrointestinales poco frecuentes y agresivos que se forman en las células de los conductos biliares dentro o fuera del hígado (colangiocarcinoma) o en la vesícula biliar que requiere de nuevas alternativas de tratamiento eficaces.
"Representa un 1 por ciento de todos los cánceres, por lo que estamos hablando de un tumor poco frecuente", ha indicado Muñoz, quien ha lamentado que "tampoco se conoce el número de casos que hay en España". Por ello, el experto ha destacado que, con el objetivo de conocer mejor la enfermedad, se ha creado un registro a nivel nacional que actualmente cuenta con cerca de 2.000 pacientes.
El CVB en fase temprana a menudo se presenta sin síntomas claros, por lo que la mayoría de los nuevos casos de CVB se diagnostican en una fase avanzada, cuando las opciones de tratamiento son limitadas y el pronóstico es desfavorable. Aproximadamente entre el 5 y el 15 por ciento de los pacientes con CVB sobreviven cinco años; para los pacientes con enfermedad metastásica, la tasa de supervivencia a cinco años desciende a menos del 5 por ciento.
"El CVB es una patología con escasas opciones terapéuticas y pocas mejoras en la supervivencia en las últimas décadas, que requiere de nuevas alternativas de tratamiento eficaces. Por tanto, esta nueva opción terapéutica supone un avance para estos pacientes cuyo pronóstico, por desgracia, sigue siendo muy adverso. De ahí la importancia de seguir investigando y que la innovación llegue cuanto antes a los pacientes", ha señalado Muñoz.
Los resultados exploratorios actualizados del ensayo de fase III 'TOPAZ-1' mostraron que este medicamento de AstraZeneca, combinado con el tratamiento de quimioterapia estándar, demostraron un beneficio clínicamente significativo en la supervivencia global (SG) a largo plazo a los tres años en pacientes con CVB, y constituyen el seguimiento de supervivencia más largo registrado hasta la fecha en un ensayo global aleatorizado de fase III en este contexto.
A más de tres años (mediana de seguimiento de 41,3 meses), los resultados mostraron que el tratamiento, sumado a la quimioterapia, redujo el riesgo relativo de muerte en un 26 por ciento frente a la quimioterapia en monoterapia. La mediana de SG fue de 12,9 meses para este tratamiento más quimioterapia frente a 11,3 meses para la quimioterapia sola. Más del doble de los pacientes tratados con el tratamiento basado en la inmunoterapia seguían vivos a los tres años en comparación con los tratados sólo con quimioterapia (14,6% frente a 6,9%).
Asimismo, el ensayo 'TOPAZ-1' alcanzó el objetivo primario de SG en octubre de 2021 en un análisis intermedio planificado, mostrando que la combinación reducía el riesgo de muerte en un 20 por ciento frente a la quimioterapia en monoterapia.
TASA DE SUPERVIVENCIA EN CARCINOMA HEPATOCELULAR
Alrededor del 75 por ciento de todos los cánceres primarios de hígado en adultos son carcinoma hepatocelular (CHC). Más de la mitad de los pacientes son diagnosticados en fases avanzadas de la enfermedad, a menudo cuando aparecen los primeros síntomas. El pronóstico del CHC en estadio avanzado es adverso, con una tasa de supervivencia a 5 años de sólo el 3,3 por ciento.
Las enfermedades hepáticas que cursan con inflamación crónica son la causa más frecuente de CHC. El análisis actualizado de 4 años del ensayo de fase III 'HIMALAYA' presenta el seguimiento más largo hasta la fecha de un estudio fase III en carcinoma hepatocelular irresecable. Después de 17 meses adicionales de seguimiento del análisis primario , el régimen STRIDE demostró un beneficio sostenido en la SG, en comparación con sorafenib.
"El 25,2 por ciento de los participantes estaba vivo 4 años después del inicio del tratamiento con el régimen STRIDE frente al 15,1 por ciento con sorafenib. Hasta la actualidad, en el tratamiento del hepatocarcinoma ninguna opción terapéutica había demostrado este beneficio de supervivencia a 4 años, por lo que disponer de este nuevo recurso supone un gran avance para los pacientes y una nueva herramienta para los profesionales", ha agregado Sangro