MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
AstraZeneca y MedImmune han mostrado sus avances en la investigación relativa al cáncer de pulmón en el XVIII Congreso Mundial sobre Cáncer de Pulmón 2017, organizado por la Asociación Internacional para el Estudio del Cáncer de Pulmón (IASLC) en Yokohama (Japón).
Con 43 presentaciones, incluidas 16 comunicaciones orales, AstraZeneca se ha centrado en cuatro factores principales que impulsan los avances en cáncer de pulmón: el tratamiento de estadios tempranos de la enfermedad, las estrategias para vencer la resistencia tumoral, la mejora de las pruebas con el fin de asignar terapias adecuadas para cada tipo de paciente y la exploración constante del potencial que ofrecen las combinaciones inmunooncológicas (IO).
"Los datos presentados en el WCLC 2017 ilustran la solidez científica de nuestro programa clínico, que se centra en abordar múltiples mecanismos asociados a esta compleja enfermedad. Estamos haciendo un esfuerzo constante bajo la premisa de que algún día el cáncer deje de ser una causa de muerte", ha comentado el vicepresidente ejecutivo de Desarrollo Global de Medicamentos y director médico de AstraZeneca, Sean Bohen.
Hasta ahora, las investigaciones se han centrado principalmente en el cáncer metastásico, en el que la necesidad clínica es más apremiante. Sin embargo, al hacerse más evidente el potencial beneficio clínico de actuar en estadios tempranos de la enfermedad, la calidad de vida a largo plazo se erige como un componente cada vez más importante a la hora de decidir el tratamiento adecuado.
En concreto, durante el encuentro se han presentado los resultados percibidos por los pacientes del ensayo fase III 'PACIFIC' con durvalumab, en el que se evalúa la actividad de durvalumab en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) irresecable y localmente avanzado (estadio III) que no han presentado progresión después de quimiorradioterapia basada en platino, es el primero en demostrar una supervivencia libre de progresión (SLP) superior en estas circunstancias.
Los resultados han puesto de manifiesto que añadir durvalumab 12 meses después de la quimiorradioterapia no compromete la calidad de vida de los pacientes. Además de los datos positivos de eficacia y seguridad aportados por el estudio, el trabajo respalda el valor clínico de durvalumab en este contexto.
Precisamente por estos resultados, publicados en el 'New England Journal of Medicine', la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) ha aceptado la solicitud de autorización de comercialización complementaria de producto biológico (sBLA) para durvalumab en pacientes con CPNM irresecable y localmente avanzado (estadio III) que no han presentado progresión después de quimiorradioterapia basada en platino.
"Cuando tratamos a pacientes en estadios tempranos de la enfermedad y lo hacemos con intención curativa, las consideraciones sobre la calidad de vida, sin duda, afectan la elección del tratamiento. Si los datos sobre calidad de vida respaldan unos efectos clínicos significativamente beneficiosos, podremos contemplar un nuevo paradigma de tratamiento para estos pacientes", ha detallado la investigadora principal en el ensayo, Rina Hui.
PRUEBAS PARA IDENTIFICAR EL TRATAMIENTO MÁS ADECUADO
Por otra parte, AstraZeneca ha presentado los avances en las pruebas de ADN tumoral circulante (ctDNA) para CPNM asociado a mutaciones del EGFR en múltiples líneas de tratamiento y tecnologías.
Precisamente en el tratamiento de primera línea, nuevos análisis en los ensayos 'FLAURA' de osimertinib y 'BENEFIT' de gefitinib revelaron una adecuada concordancia entre las pruebas de tejido tumoral y de ctDNA en plasma, y respaldaron la utilidad de la muestra en sangre para determinar cuál es el tratamiento más adecuado en el caso de ambas terapias.
Así, el primero confirmó la utilidad clínica de esta prueba para seleccionar a los pacientes adecuados al tratamiento con osimertinib en primera línea y, siempre y cuando sea posible, se recomienda realizar dicho test. Además, el ensayo reveló que en el subgrupo de pacientes con mutación EGFR positiva en el ctDNA en plasma, el riesgo de o muerte se redujo en un 56 por ciento con osimertinib en comparación con el tratamiento estándar.
Por su parte, el estudio 'BENEFIT' demostró de forma prospectiva que la detección de mutaciones EGFR a partir del ctDNA es igualmente válido a la hora de seleccionar los pacientes candidatos al tratamiento con gefitinib en primera línea. Asimismo, confirma que las mutaciones dinámicas del EGFR podrían ser utilizadas para predecir la eficacia de la terapia y la progresión de la enfermedad, de forma previa a los resultados radiológicos.
"Los análisis siguen siendo una parte esencial del tratamiento del cáncer de pulmón, pero el rápido desarrollo y evolución de múltiples modalidades y plataformas de ensayo puede ser todo un desafío para su control por los equipos médicos. Saber en qué se diferencian los ensayos aumenta la confianza en las decisiones de tratamiento, permitiendo obtener mejores resultados en los pacientes", ha zanjado la directora de investigación clínica del Servicio de Oncología Torácica en el Centro Oncológico e Instituto de Investigación H. Lee Moffitt en Tampa (Florida), Jhanelle Gray.