MADRID 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) han identificado a través de la bioinformática, 10 nuevas combinaciones de fármacos, "nunca probadas", con un "alto potencial" para tratar el cáncer de mama.
En el trabajo, publicado en 'Cancer Research', recogido por la plataforma Sinc y liderado por el jefe del laboratorio de Bioinformática estructural y biología de redes en el IRB Barcelona, Patrick Aloy, se ha tenido en cuenta las señales celulares que los fármacos alteran al tocar las moléculas diana donde van dirigidas.
Así, 7 de las 10 combinaciones testadas en células de cáncer de mama 'in vitro' han mostrado que el efecto conjunto es más potente que la suma de los efectos individuales, una de ellas siendo validada en ratones.
En concreto, los resultados en modelos murinos indican que la combinación de raloxifene y cabozantinib, dos fármacos usados por los oncólogos, potencia "drásticamente" el efecto antitumoral de los dos fármacos por separado.
"Encontramos muchas más combinaciones sinérgicas 'in silico' (hecho por ordenador) que las surgidas de ensayos combinatorios hechos hasta ahora en laboratorio con técnicas de alto rendimiento, y damos detalle experimental de las mismas. Esto significa que los análisis computacionales previos se traducen en mejores resultados y más fiables", ha explicado Aloy.
Asimismo, los expertos han asegurado que para el 70 por ciento de las combinaciones testadas, el efecto conjunto de los dos fármacos es "mucho mayor" que el efecto individual y, por lo tanto, para conseguir los mismos efectos terapéuticos se podrían reducir mucho las dosis.
En el caso concreto de combinar raloxifene y cabozantinib testado en ratones, los científicos ven que el tumor se reduce en un 60 por ciento, mientras que el efecto individual de los fármacos solo consigue detener el crecimiento del tumor. Además, pueden usarse 3 veces menos dosis de un fármaco y 25 veces menos del otro que las cantidades que se prescriben actualmente.
"Esto de por sí ya es muy importante dado que los fármacos no dejan de ser veneno para matar las células. Si con menos dosis consigues más o aunque sea el mismo efecto quimioterapéutico, es una gran ventaja para los pacientes de cara a mitigar los efectos secundarios. Además, y en principio, se evitaría o aplazaría la aparición de resistencias", ha explicado el investigador.
RESISTENCIAS AL TRATAMIENTO
Y es que, en el tratamiento del cáncer, también en el de mama, uno de los problemas con que se enfrentan pacientes y oncólogos es la aparición de resistencias al tratamiento, dado que las células cancerosas se vuelven "insensibles" a los fármacos que las deberían matar.
Estas resistencias se deben a que la célula cancerosa, mediante la aparición de mutaciones aleatorias, aprende a sortear la acción del fármaco. En un 15 por ciento de los casos, la finta se produce porque se ponen en funcionamiento señales moleculares alternativas, que permiten a las células tumorales reactivar la división celular o evitar la muerte celular programada.
"Nuestros análisis nos han permitido predecir las vías de señalización que quedan inhibidas con la acción conjunta de dos fármacos. Nuestro objetivo combinando fármacos es atacar la célula tumoral por varios puntos a la vez que haga muy difícil que resista el tratamiento porque tendrá incapacitadas al mismo tiempo las vías que le permitirían sobrevivir y proliferar", ha explicado la investigadora posdoctoral y primera autora del trabajo, Samira Jaeger.
Ahora, con el modelo computacional de redes validado, los científicos tienen abiertas tres líneas de investigación. En primer lugar y para avanzar paso a paso hacia la clínica, probar la combinación de raloxifene y cabozantinib en tumores de pacientes implantados en ratones. Para ello, como en el trabajo ya realizado, cuentan con la colaboración del investigador ICREA del programa de Oncología, Angel R. Nebreda, también del IRB Barcelona.
En segundo lugar, con la misma intención de encontrar tratamientos más potentes para el cáncer de mama, el laboratorio se centrará en emparejar un antitumoral y fármacos prescritos para otras alteraciones, como antidiabéticos o antihipertensivos.
Finalmente, el laboratorio de Aloy está poniendo a punto la metodología experimental que ha de permitirles comprobar que las terapias combinatorias son eficientes para combatir la resistencia a largo plazo.