MADRID, 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las infecciones respiratorias habitualmente están producidas por virus y son la causa más frecuente de un uso inadecuado de antibióticos, según ha advertido el doctor Julio Maset, de Cinfa.
"Es decir, para gripes, resfriados o incluso faringitis viral, los antibióticos no son necesarios, porque ni matan a los virus, bajan la fiebre ni reducen otros síntomas como la tos, la mucosidad o los estornudos; es decir, no funcionan contra los virus. Tomarlos en este caso carece de sentido, además de ser contraproducente", ha comentado el experto.
Ante las infecciones de origen bacteriano, "también es fundamental observar buenas prácticas de consumo, como tomarlos siempre bajo prescripción médica, evitando la automedicación, y seguir al pie de la letra las instrucciones que nos dé el facultativo", añade el doctor Maset.
Por ello, establece algunas recomendaciones para consumir antibióticos de manera responsable. En primer lugar, recuerda la importancia de no automedicarse, ya que, además de no ser eficaz, se expone al aumento de la resistencia de las bacterias patógenas. Este consejo también se extiende a los hijos. "Si el niño muestra síntomas de alguna infección, llévalo al pediatra, quien te indicará si es necesario administrarle o no un antibiótico. Hacerlo sin que sea necesario puede ser dañino para la salud de tu hijo y hacer más difícil su curación cuando contraiga una infección que de verdad requiera antibióticos", afirma el doctor.
Por otro lado, "se deben seguir fielmente las instrucciones del doctor cuando se tomen antibióticos". "Se deben respetar y cumplir todas sus pautas, tanto en lo referente a la dosis que debes tomar, a qué horas y a la duración del tratamiento. Las resistencias de las bacterias a los antibióticos aumentan cuando estos se toman en dosis incorrectas, de forma irregular o menos días de los indicados por el médico", advierte.
Al hilo, recomienda organizarse "para cumplir el horario al pie de la letra". Antes de empezar, sugiere pensar en qué horario resulta más fácil respetar la frecuencia indicada por el médico. Por ejemplo, si prescriben una dosis cada ocho horas, es recomendable empezar a las 8 de la mañana, tomar la siguiente a las 4 y la última a las 12 de la noche. Si solo es necesaria una dosis al día, es mejor tomarla siempre a la misma hora. Hay que respetar también las indicaciones de si se deben tomar o no con comida.
En este sentido, es necesario también respetar el tratamiento el tiempo que ha prescrito el médico, sin interrumpirlo, aunque desaparezcan los síntomas de la enfermedad.
Tampoco se deben guardar ni tomar los antibióticos que sobren después del tratamiento. Asimismo, siempre que sea posible, aconseja seguir el calendario de vacunación, ya que muchas de las vacunas que se reciben son para enfermedades causadas por bacterias.
Finalmente, recuerda que los antibióticos para las mascotas se deben utilizar también con una receta. "No le des medicamentos sobrantes que puedas tener en casa. Las bacterias también pueden hacerse resistentes a consecuencia de un mal uso de antibióticos en animales", finaliza.