Descubren biomarcadores para predecir un efecto secundario mortal en la inmunoterapia

Archivo - Células cancerosas - KOTO_FEJA/ ISTOCK - ARCHIVO

   MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Universidad de Kyushu (Japón) han descubierto una nueva forma de predecir un efecto secundario potencialmente mortal de la inmunoterapia contra el cáncer antes de que ocurra ha sido descubierta. Al analizar el líquido cefalorraquídeo recolectado antes del tratamiento, los investigadores identificaron proteínas específicas asociadas con una respuesta inmunitaria dañina que puede afectar el sistema nervioso central después de la terapia.

   Sus hallazgos, publicados en 'Leukemia', podrían hacer que el tratamiento del cáncer con inmunoterapia sea más seguro. En concreto, al ayudar a los médicos a identificar a los pacientes de alto riesgo con anticipación, lo que permitiría un tratamiento temprano o incluso la prevención de esta afección.

   En la última década, la inmunoterapia contra el cáncer (en la que se utiliza el sistema inmunitario del paciente para combatir el cáncer) se ha convertido en una nueva y prometedora estrategia de tratamiento. Una forma de inmunoterapia, llamada terapia de células CAR-T, utiliza ingeniería genética para reprogramar las células inmunitarias (células T) del paciente para que ataquen y destruyan las células cancerosas.

   Ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de los cánceres de la sangre, pero conlleva graves riesgos, incluido el síndrome de neurotoxicidad asociada a las células efectoras inmunitarias (ICANS), que causa inflamación en el sistema nervioso central.

   "El ICANS puede presentarse con síntomas leves, como dolor de cabeza o letargo, pero en casos más graves puede poner en peligro la vida, ya que los pacientes experimentan alteración de la conciencia, convulsiones o sangrado en el cerebro", detalla la doctora Yuya Kunisaki, profesora del Departamento de Química Clínica y Medicina de Laboratorio del Hospital Universitario de Kyushu. "La tasa de incidencia del ICANS después de la terapia CAR-T es muy alta, alrededor del 64%, pero hasta ahora, no ha habido una forma confiable de predecir la gravedad del ICANS".

   En este estudio, el equipo de investigación analizó las proteínas del líquido cefalorraquídeo sobrante extraído de 29 pacientes con linfoma no Hodgkin de células B antes de que recibieran terapia CAR T. Dentro de esa cohorte, 11 pacientes desarrollaron ICANS mientras que 18 pacientes no lo hicieron.

   El equipo de investigación identificó 864 proteínas presentes en todas las muestras de líquido cefalorraquídeo. A partir de ahí, redujeron la lista a 46 proteínas que mostraban claras diferencias en los niveles entre los pacientes que desarrollaron ICANS y los que no, lo que las convierte en posibles biomarcadores para predecir la enfermedad.

   Finalmente, los investigadores descubrieron que C1RL, una proteína con niveles elevados en pacientes con ICANS, y FUCA2, una proteína con niveles más bajos en pacientes con ICANS, eran los mejores predictores. Al observar estas proteínas en conjunto, una prueba predictiva determinó que su relación tenía una alta precisión para distinguir a los pacientes con alto riesgo de ICANS de aquellos con bajo riesgo.

   Posteriormente, el equipo probó el biomarcador C1RL/FUCA2 en un segundo grupo de 10 pacientes sometidos a terapia CAR-T y descubrió que, para todos los pacientes, la proporción de proteínas determinaba correctamente el riesgo de desarrollar ICANS.

   Sin embargo, los investigadores advirtieron que, a pesar de su alta precisión, el pequeño tamaño de la muestra del estudio significa que sus hallazgos aún son preliminares. "Ahora necesitamos realizar el estudio con un mayor número de pacientes para validar completamente nuestros resultados", advierte la coautora principal, la doctora Tomoko Nomiyama, tecnóloga clínica del Departamento de Química Clínica y Medicina de Laboratorio del Hospital Universitario de Kyushu.

   Además de ayudar a los médicos a detectar el ICANS de forma temprana y comenzar el tratamiento antes, los investigadores esperan que la identificación de biomarcadores clave permita a los médicos administrar medicamentos preventivos antes de comenzar la terapia CAR-T, reduciendo así el riesgo de que se desarrolle el ICANS. Por ejemplo, el C1RL, que está elevado en los pacientes con ICANS, está involucrado en el sistema del complemento, una parte del sistema inmunológico que se sabe que causa inflamación y puede contribuir al ICANS.

   "Si la relación de biomarcadores muestra que un paciente tiene un alto riesgo de ICANS, podríamos tratarlo de manera preventiva con medicamentos que inhiben el sistema del complemento para reducir el riesgo", explica Kunisaki. "Por lo tanto, esta prueba predictiva podría allanar el camino hacia un enfoque más personalizado y seguro para el tratamiento del cáncer".

   El equipo de investigación también planea comprobar si estos biomarcadores son precisos para pacientes con otros tipos de cáncer de sangre además del linfoma no Hodgkin de células B. Por último, también están ampliando su búsqueda, con la esperanza de descubrir biomarcadores clave en líquidos que se recogen con mayor facilidad, como el suero sanguíneo.

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