MADRID 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Facultad de Bioquímica e Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas Trinity College de Dublín (Irlanda) han logrado un importante avance en la comprensión de lo que funciona mal en nuestros cuerpos durante la progresión de las enfermedades inflamatorias, como el lupus y la sepsis, y, al hacerlo, han descubierto una nueva diana terapéutica potencial, según publican en la revista 'Nature'.
Los autores de este estudio, fruto de la colaboración de ocho universidades, entre ellas la de Universidad de Cambridge (Reino Unido), la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) o el Centro Médico Cedars Sinai (Estados Unidos), han descubierto que una enzima llamada fumarato hidatasa está reprimida en los macrófagos, un tipo de célula inflamatoria de primera línea implicada en una serie de enfermedades como el lupus, la artritis, la sepsis y la COVID-19.
El profesor Luke O'Neill, catedrático de Bioquímica en el Trinity y autor principal del estudio, explica que "nadie había establecido antes un vínculo entre la fumaratohidratasa y los macrófagos inflamatorios. Creemos que este proceso podría servir para tratar enfermedades debilitantes como el lupus, una desagradable enfermedad autoinmune que daña varias partes del cuerpo, como la piel, los riñones y las articulaciones", asegura.
Christian Peace, coautor del estudio, destaca que han conseguido establecer "un vínculo importante entre la fumaratohidratasa y unas proteínas inmunitarias llamadas citoquinas que median en las enfermedades inflamatorias. Hemos descubierto que cuando se reprime la fumaratohidratasa, se libera ARN de las mitocondrias que puede unirse a las proteínas clave 'MDA5' y 'TLR7' y desencadenar la liberación de citocinas, empeorando así la inflamación --explica--. Este proceso podría ser un objetivo terapéutico".
Demostraron que la fumaratohidratasa está reprimida en un modelo de sepsis, una afección inflamatoria sistémica a menudo mortal que puede producirse durante infecciones bacterianas y víricas. Del mismo modo, en muestras de sangre de pacientes con lupus, la fumaratohidratasa estaba drásticamente disminuida.
"Restablecer la fumaratohidratasa en estas enfermedades o actuar sobre MDA5 o TLR7 abre una perspectiva apasionante para nuevas terapias antiinflamatorias muy necesarias", afirma el profesor O'Neill.
Este trabajo va acompañado de otra publicación de un grupo dirigido por el profesor Christian Frezza, ahora en la Universidad de Colonia (Alemania), y el doctor Julien Prudent, de la Unidad de Biología Mitocondrial (MBU) del MRC, que han realizado hallazgos similares en el contexto del cáncer de riñón.
"Dado que el sistema puede fallar en determinados tipos de cáncer, el alcance de cualquier posible diana terapéutica podría ampliarse más allá de la inflamación", añade el profesor O'Neill.