Descubren el vínculo entre hormonas y abuso de opioides

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Publicado: martes, 11 marzo 2025 6:59

   MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un nuevo estudio en ratas realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (Estados Unidos) indica que las diferencias en cómo los hombres y las mujeres usan y abusan de los opioides pueden estar impulsadas por sus hormonas.

   En concreto, el equipo de investigación analizó el motivo por el que, si bien la epidemia de opioides se ha cobrado más de medio millón de vidas en Estados Unidos desde 1999, aproximadamente tres cuartas partes de las mismas, son de hombres. El trabajo sugiere precisamente que una causa subyacente puede ser biológica.

   Así, los hallazgos, publicados en la revista 'Neuron' señalan que una comprensión más profunda de cómo las hormonas sexuales interactúan con el dolor crónico podría abrir nuevos enfoques para abordar la epidemia de opioides.

   Tal y como relata la investigación, a las ratas macho con dolor crónico se administraron dosis cada vez mayores de un opioide (en concreto, fentanilo) a lo largo del tiempo, mientras que las ratas hembra con el mismo dolor mantuvieron su ingesta a un nivel constante, similar a lo que se observa en las personas.

Los investigadores descubrieron que la diferencia de comportamiento se debía a las hormonas sexuales: el tratamiento de las ratas macho con la hormona estrógeno hizo que mantuvieran un nivel constante de ingesta de fentanilo.

   "Estos datos sugieren que los hombres pueden estar inherentemente predispuestos a abusar de los opioides en el contexto del dolor debido a su equilibrio de hormonas sexuales", sostiene la autora principal Jessica Higginbotham, investigadora postdoctoral en el laboratorio de José Morón Concepción, profesor de Anestesiología en WashU Medicine y autor principal del artículo.

   "Nos centramos en el estrógeno en este estudio, pero dudo que el efecto que vimos se deba solo al estrógeno. Es más probable que sea el equilibrio de todas las hormonas sexuales en el cuerpo lo que influya en el riesgo. Los hombres y las mujeres tienen las mismas hormonas sexuales, solo que en diferentes cantidades, y nuestros datos sugieren que las mujeres tienen un equilibrio más protector que los hombres. Pero si ese equilibrio cambia, el riesgo de desarrollar un trastorno por consumo de opioides también podría cambiar", afirma.

   La mayoría de las personas que abusan de los opioides los toman para aliviar el dolor, pero los hombres tienen más probabilidades de sufrir una sobredosis de opioides que las mujeres, a pesar de que sufren menos dolor crónico, según datos de encuestas nacionales. Los científicos plantean la hipótesis de que algo distinto, o además, del dolor crónico debe estar poniendo a los hombres en mayor riesgo de desarrollar problemas para controlar su consumo de opioides.

   Cuando una persona (o una rata) toma un opioide como el fentanilo, este actúa en el cerebro de dos maneras. El fármaco bloquea la transmisión de señales de dolor, aliviándolo, y desencadena la liberación de dopamina desde el centro de recompensa del cerebro, lo que crea una sensación de euforia. Trabajos anteriores de Morón Concepción y miembros de su laboratorio habían demostrado que el dolor en sí mismo afecta los niveles de dopamina en el cerebro, lo que sugiere que los opioides y el dolor pueden interactuar para influir en los niveles de dopamina.

   Para entender cómo el dolor influye en la conducta de búsqueda de opioides de manera específica según el sexo, Higginbotham y Morón Concepción estudiaron ratas con dolor crónico en las patas. No encontraron diferencias entre machos y hembras en cuanto a la cantidad de dolor que experimentaron los animales, medido por la rapidez con la que retiraron las patas cuando se las tocó.

Tampoco encontraron diferencias entre los sexos en cuanto al alivio del dolor que proporcionó una dosis de fentanilo, utilizando la misma medición. Y, sin embargo, los machos volvieron a consumir cada vez más fentanilo a lo largo del estudio de tres semanas, mientras que las hembras no lo hicieron.

   Los investigadores descubrieron una diferencia importante entre ratas macho y hembra en la cantidad de dopamina liberada después de una dosis de fentanilo. Las hembras produjeron la misma cantidad de dopamina a

   partir del fentanilo a lo largo del experimento, independientemente de si tenían dolor o no. Los machos que no tenían dolor respondieron como las hembras. Por el contrario, los machos con dolor crónico generaron una respuesta de dopamina al fentanilo cada vez mayor con el tiempo. En otras palabras, el dolor hizo que la sensación de bienestar de los opioides fuera aún mejor para los machos, pero no para las hembras.

   "Pensábamos que tal vez los hombres desarrollaron una tolerancia al fentanilo y necesitaban dosis cada vez mayores para aliviar el dolor, pero no fue así", clarifica el español Morón Concepción, también profesor de Psiquiatría y Neurociencia. "Los hombres tomaban cada vez más fentanilo para sentir ese subidón cada vez mayor. En los hombres, pero no en las mujeres, el dolor en sí mismo afectaba a los centros de recompensa del cerebro y los impulsaba a tomar más drogas".

   Experimentos posteriores revelaron que las hormonas sexuales eran responsables de las diferentes respuestas de dopamina en ratas macho y hembra. Los ovarios son la fuente principal de hormonas sexuales en las hembras, ya que producen estrógeno, progesterona y pequeñas cantidades de testosterona. Los investigadores descubrieron que las ratas hembras a las que se les habían extirpado los ovarios respondían al fentanilo de la misma manera que los machos, con una mayor liberación de dopamina y un aumento de la conducta de búsqueda de opioides.

   Por el contrario, los machos a los que se les administró estrógeno tuvieron respuestas de dopamina y una conducta de búsqueda de opioides similar a la de las hembras. Los hallazgos sugieren que una caída de los niveles de estrógeno con la menopausia puede ayudar a explicar por qué las mujeres mayores tienen tasas más altas de abuso de opioides en comparación con las mujeres más jóvenes, incide Higginbotham.

   "Lo que podemos hacer ahora es empezar a pensar en cómo encontrar el equilibrio adecuado de hormonas para prevenir el trastorno por consumo de opioides en personas con dolor crónico", advierte Moron-Concepcion.

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