MADRID, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
La vacunación de bebés contra el rotavirus, que causa 'gripe estomacal' en la infancia, reduce considerablemente las posibilidades de necesitar ser hospitalizados. Pero un nuevo estudio ha revelado un efecto inesperado: vacunarse en los primeros meses de vida se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 más adelante.
Como grupo, los niños que recibieron todas las dosis recomendadas de la vacuna contra el rotavirus tenían un riesgo un 33 por ciento menor que los niños no vacunados de ser diagnosticados con diabetes tipo 1, una enfermedad de por vida sin estrategias de prevención ni cura conocidas.
Un equipo de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) hizo este hallazgo, publicado en la revista 'Scientific Reports', utilizando datos de seguro de salud en todo el país.
El estudio proporciona una fuerte evidencia de que la vacuna funciona. Los niños vacunados contra el rotavirus tuvieron una tasa de hospitalización del 94 por ciento más baja por infección por el rotavirus y una tasa de hospitalización del 31 por ciento más baja por cualquier motivo, en los primeros dos meses después de la vacunación. El rotavirus afecta más a los bebés y niños pequeños. Puede causar diarrea y vómitos que pueden provocar deshidratación.
Sin embargo, el estudio encuentra que más de una cuarta parte de los niños estadounidenses no se vacunan completamente contra el rotavirus, y que la tasa varía ampliamente en todo el país.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que los bebés reciban la vacuna multidosis a partir de las 15 semanas, y terminen de recibirla antes de los ocho meses de edad. Los bebés reciben la vacuna en gotas orales.
Los autores del artículo, dirigido por la epidemióloga Mary AM Rogers, advierten de que no pueden mostrar una relación de causa y efecto entre la vacunación contra el rotavirus y el riesgo de diabetes tipo 1.
"Esta es una condición poco común, por lo que se necesitan grandes cantidades de datos para ver las tendencias en una población --justifica Rogers, profesora asociada en el Departamento de Medicina Interna de la UM--. Llevará más tiempo y análisis confirmar estos hallazgos. Pero sí vemos una disminución en la diabetes tipo 1 en niños pequeños después de la introducción de la vacuna contra el rotavirus".
El nuevo resultado se hace eco de los hallazgos de un estudio sobre niños australianos publicado a principios de este año, que encontró un riesgo de diabetes tipo 1 del 14 por ciento después de la introducción de la vacuna contra el rotavirus en ese país. Ese estudio, y el nuevo, sugieren que una vacuna infantil puede llevar a un menor riesgo de una afección crónica posterior.
También encaja con estudios de laboratorio que muestran que el rotavirus ataca al mismo tipo de células del páncreas que se ven afectadas en las personas con diabetes tipo 1.
La muerte de las células productoras de insulina, llamadas células beta, significa que las personas con diabetes tipo 1 dependen de por vidad e las inyecciones de insulina y de múltiples controles diarios de azúcar en la sangre. Si la enfermedad no se maneja bien, las personas con diabetes tipo 1 pueden desarrollar problemas con los riñones, el corazón, los ojos, los vasos sanguíneos y los nervios con el tiempo.
El equipo de la UM utilizó datos anónimos de seguros de 1,5 millones de niños estadounidenses nacidos antes y después de la introducción de la vacuna moderna contra el rotavirus en 2006. En casi todos los casos, la vacuna era gratuita, sin copago, para la familia del bebé. El costo total de por vida de cuidar a una persona con diabetes tipo 1 se ha estimado en millones de dólares.
El riesgo fue especialmente menor entre los niños que recibieron las tres dosis de la forma pentavalente de la vacuna que los que recibieron dos dosis de la forma monovalente. La vacuna contra el rotavirus pentavalente protege contra 5 tipos de rotavirus, mientras que la vacuna monovalente protege contra 1 tipo.
Los niños parcialmente vacunados, es decir, comenzaron la serie de vacunas pero nunca la terminaron, no tenían un menor riesgo de diabetes tipo 1.
En términos absolutos, Rogers y sus colegas informan que se espera que ocurran ocho casos menos de diabetes tipo 1 por cada 100.000 niños cada año con la vacunación completa.
La diabetes tipo 1, que antes se llamaba "diabetes juvenil", solo afecta a unos pocos niños de cada 100.000, por lo que contar con un grupo tan grande de datos puede ayudar a detectar tendencias, explica Rogers.
"Dentro de cinco años, sabremos mucho más --augura--. Los primeros grupos de niños que recibieron la vacuna contra el rotavirus en los Estados Unidos ahora están en la escuela primaria, cuando la diabetes tipo 1 se detecta con mayor frecuencia. Con suerte, en los próximos años, tendremos menos casos nuevos, pero según nuestro estudio hallazgos, eso depende de que los padres vacunen a sus hijos".