MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El aducanumab está aprobado en Estados Unidos sólo para personas con problemas de memoria leves o enfermedad de Alzheimer sintomática temprana, incluyendo algunas personas que tienen deterioro cognitivo leve o las etapas iniciales de la demencia, pero no para aquellos con problemas de moderados a severos.
Este medicamento, el primer fármaco que se tiene tras más de 20 años de investigación sobre la enfermedad, no ha sido recomendado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) -- y por tanto no está autorizado en España-- al considerar que la evidencia científica no demuestra suficientemente que sea efectivo para el tratamiento en adultos en fases iniciales.
Ahora, una nueva revisión realizada por la Academia Americana de Neurología (AAN), y publicada en su revista 'Neurology', sobre la evidencia del nuevo fármaco, advierte de que se necesita más investigación en muchos aspectos. El estudio incluye una discusión sobre la seguridad, los costes, la administración y la calidad de vida relacionados con el aducanumab para proporcionar a las personas una comprensión más detallada del nuevo tratamiento.
Se trata de una revisión de los estudios disponibles, utilizando un proceso modificado de la AAN, para destacar la fuerza de la evidencia de las nuevas terapias. Se necesita más investigación sobre el aducanumab antes de que se puedan crear recomendaciones de directrices de la AAN.
"El aducanumab es el primer fármaco aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos para tratar los cambios tempranos en el cerebro asociados a la enfermedad de Alzheimer, por lo que es de gran interés para quienes se enfrentan a esta enfermedad --explica el autor Gregory S. Day, de la Clínica Mayo--. Sin embargo, aún no está claro el beneficio que puede aportar el fármaco y existen preocupaciones sobre los efectos secundarios. Esperamos que este artículo proporcione a la gente una mejor comprensión de la evidencia sobre aducanumab hasta el momento".
El artículo centrado en la evidencia incluyó una revisión de cuatro estudios. Tres estudios aportaron pruebas de que el aducanumab reducía las placas amiloides en el cerebro. Se cree que las placas son un factor de la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, no está claro qué efecto tiene el fármaco sobre los síntomas relacionados con la enfermedad de Alzheimer. El artículo señala que un estudio demostró que las personas que recibían aducanumab presentaban tasas de deterioro de la memoria ligeramente más lentas que las personas que recibían un placebo, y otro estudio no logró mostrar tal efecto.
Asimismo, recuerdan que los efectos secundarios son comunes con el uso de aducanumab. Los datos muestran que hasta el 40% de las personas que toman aducanumab pueden desarrollar efectos secundarios de inflamación y hemorragia cerebral. Sólo el 10% de las personas que tomaron placebo tuvieron efectos secundarios similares.
En los estudios, los efectos secundarios desaparecieron en la mayoría de las personas cuando se suspendió la medicación. Sin embargo, un pequeño número de personas sufrió una inflamación grave y experimentó efectos secundarios persistentes, como debilidad y confusión, incluso después de suspender la medicación. Una persona falleció a causa de una inflamación y hemorragia cerebral que se cree causada por este medicamento.
Debido a estos efectos secundarios, la FDA recomienda que las personas que toman aducanumab sean vigiladas de cerca con resonancias magnéticas, una antes del tratamiento y luego al menos dos cada año. El tratamiento se administra mediante infusiones mensuales. Dado que el aducanumab es un fármaco nuevo, el artículo afirma que aún se desconoce qué se puede esperar del tratamiento a largo plazo.
"Se necesita más investigación en relación con muchos aspectos del tratamiento con aducanumab, incluidos los estudios para evaluar su uso en personas de poblaciones subrepresentadas, para determinar si este fármaco es eficaz para ralentizar la progresión de la enfermedad de Alzheimer, la frecuencia con la que deben realizarse las resonancias magnéticas para controlar la inflamación y la hemorragia cerebrales, la duración óptima del tratamiento y los criterios para saber cuándo suspender el fármaco", subraya Day.
"Hasta que se disponga de nuevas investigaciones, esta comprensión centrada en los datos actuales es clave para ayudar a los médicos, a los pacientes y a sus familias a debatir y tomar decisiones sobre la conveniencia de seguir el tratamiento con aducanumab", concluye.