Los efectos colaterales de tratar con antibióticos la diarrea del viajero

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EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 10 febrero 2017 18:55


MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Helsinki (Finlandia) aseguran que el tratamiento antibiótico que se suele utilizar para prevenir la diarrea del viajero aumenta el riesgo de sufrir posteriormente infecciones causadas por bacterias más resistentes.

En concreto, según los resultados publicados en la revista 'Travel Medicine and Infectious Disease', han visto que el 80 por ciento de los que sufren diarrea y toman antibióticos están afectados por bacterias intestinales ESBL resistentes a estos tratamientos.

El estudio utilizó a viajeros finlandeses que visitaban la Clínica de Viajes del Centro Médico Aava. De todos ellos se extrajo una muestra de heces tanto antes de viajar como inmediatamente después de volver, y respondieron varios cuestionarios.

En total contabilizaron 90 personas que se infectaron por una cepa intestinal de bacterias ESBL en el extranjero, en quienes analizaron la susceptibilidad de diversas cepas a varios antibióticos diferentes y se compararon los resultados en función de otros parámetros como el destino, la edad del viajero, si habían sufrido diarrea y si había sido tratada con antibióticos.

Cada año millones de viajeros visitan países o zonas con problemas de salubridad, lo que hace que un tercio vuelvan con estas bacterias aunque la mayoría no son conscientes porque no suelen causar ningún síntoma. Las áreas con un riesgo más elevado de contagio son el Sudeste Asiático, África y América Latina.

Además, la diarrea es el problema más habitual cuando alguien visita un país con pocos recursos, y quienes la sufren tienen más riesgo de adquirir estas bacterias. Y según han visto, si se tratan con antibióticos, el riesgo se multiplica.

"Las bacterias ESBL son resistentes a penicilinas y cefalosporinas, por lo que las infecciones causadas por ellas son tratadas con antibióticos de otros grupos, como las fluoroquinolonas (por ejemplo, ciprofloxacino)", ha explicado Anu Kantele, autor del estudio.

EL DOBLE DE RIESGO

Cuando analizaron más de cerca a los pacientes con ESBL que no utilizaron antibióticos, vieron que el 37 por ciento tenían una cepa resistente a la fluoroquinolona, mientras que entre los viajeros que tomaron fluoroquinolona, el 95 por ciento tenían una cepa resistente.

"El hallazgo tiene sentido, cuando tomamos un antibiótico, las bacterias que sobreviven en nuestro sistema digestivo son aquellas resistentes al tratamiento", ha reconocido.

La resistencia a los antibióticos puede transferirse entre las bacterias a través de un conjunto de genes resistentes a varios tipos de antibióticos. De hecho, la mayoría de las cepas ESBL resistentes a las fluoroquinolonas también se encontraron resistentes a ciertos otros tipos de antibióticos como la ciprofloxacina.

Kantele reconoce que la resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud ya que, si los antibióticos pierden su eficacia, muchas enfermedades infecciosas ahora tratadas con éxito con antibióticos pueden volverse nuevamente letales.

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