MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de UC Davis Health, de la Universidad de California, ha comprobado que las mujeres que inician un aborto con medicamentos pero optan por detenerlo en medio del tratamiento pueden estar en riesgo de sufrir una pérdida de sangre grave. Se trata del primer estudio clínico aleatorizado sobre la "reversión" del aborto con medicamentos.
Los investigadores descubrieron que esto es cierto incluso para las mujeres que usan un tratamiento experimental que dice "revertir" los efectos de la píldora abortiva. El estudio, publicado en 'Obstetrics and Gynecology', proporciona información importante sobre la seguridad del uso de altas dosis de progesterona durante el embarazo temprano para tratar de detener un aborto con medicamentos.
El aborto con medicamentos implica el uso de dos medicamentos en secuencia: mifepristona y misoprostol. Esta combinación está aprobada en Estados Unidos por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) para el aborto con medicamentos durante los primeros 70 días de embarazo. Cuando a la mifepristona le sigue el misoprostol en 24-48 horas, el régimen de aborto es altamente efectivo y seguro.
Los activistas contra el aborto afirman que las mujeres que toman mifepristona para abortar y cambian de opinión antes de usar misoprostol pueden tomar progesterona para detener el proceso de aborto. El estudio la UC Davis Health es el primer estudio clínico aleatorizado que evalúa la eficacia de la progesterona después de la mifepristona.
El proceso de revertir la unión de la mifepristona a los receptores de progesterona se conoce médicamente como antagonización de la mifepristona.
Antes de este estudio, la literatura médica sobre la antagonización de la mifepristona consistía en informes de casos y series no revisados ??por pares, que no proporcionan evidencia de cuán efectivo y seguro es el tratamiento con progesterona.
El estudio de la UC Davis Health buscó determinar si una mujer que ha tomado 200 miligramos de mifepristona, el primer medicamento en el proceso de aborto con medicamentos, tendrá menos probabilidades de expulsar el embarazo si recibe dosis altas de progesterona en comparación con el tratamiento con placebo.
El estudio incluyó a mujeres que planeaban un aborto quirúrgico que estaban dispuestas a retrasar el procedimiento durante dos semanas. Las mujeres fueron seguidas por hasta dos semanas después de tomar mifepristona para identificar si el embarazo continuó desarrollándose. Aquellas con embarazos continuos tuvieron un aborto quirúrgico según lo programado.
"Planeamos inscribir a 40 mujeres, pero detuvimos el estudio debido a problemas de seguridad", apunta Mitchell Creinin, autor principal, profesor de obstetricia y ginecología y director de Planificación Familiar en UC Davis Health.
Después de inscribir a 12 mujeres, tres participantes experimentaron complicaciones graves de hemorragia, que requirieron transporte en ambulancia a un departamento de emergencias. Una de las mujeres había recibido progesterona y dos habían recibido placebo. Debido a estos problemas de seguridad, el doctor Creinin y sus co-investigadores detuvieron el estudio.
Dado que el estudio se interrumpió, los investigadores no pudieron cuantificar el alcance total del riesgo de hemorragia. Aún así, el estudio proporciona información importante sobre la seguridad del uso de progesterona una vez que se administra mifepristona al comienzo del embarazo.
"Se debe advertir a las mujeres que usan mifepristona para un aborto con medicamentos que no seguir con el misoprostol podría provocar una hemorragia severa, incluso con el tratamiento con progesterona", advierte Creinin.
En general, cuatro de las seis mujeres en el grupo de progesterona y dos de las seis mujeres en el grupo placebo tuvieron un embarazo continuo a las dos semanas y tuvieron abortos quirúrgicos según lo planeado. Los autores dicen que estos números son demasiado pequeños para sacar conclusiones sobre la comparación de los resultados, lo que podría atribuirse al azar.
Algunos estados de Estados Unidos requieren que los médicos que brindan servicios de aborto con medicamentos informen a las mujeres que si cambian de opinión después de tomar mifepristona, hay un tratamiento (progesterona) disponible para garantizar que el embarazo continúe. No hay consenso científico que respalde esta afirmación, advierten los autores.
"Por ahora, el nivel de evidencia aún es inadecuado para respaldar o refutar los beneficios y riesgos del tratamiento con progesterona para revertir el aborto iniciado por la mifepristona --señala Creinin--. Las leyes no deberían exigir el asesoramiento o la provisión de ningún tratamiento que afirme revertir el aborto cuando su eficacia y seguridad no estén claras".
Los investigadores proponen que el tratamiento con progesterona para revertir la píldora de mifepristona es una experimentación humana y solo debe ofrecerse en ensayos clínicos aprobados por la Junta de Revisión Institucional para garantizar un diseño, informe y supervisión adecuados.