MADRID 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Kite, compañía de Gilead, ha recibido la aprobación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) para implementar una variación de la autorización de comercialización de axicabtagén ciloleucel, registrado con el nombre de 'Yescarta', que permite su íntegra fabricación en Europa.
Gracias a esta aprobación, la planta europea de Kite, diseñada para la fabricación de terapias celulares individualizadas, ya está totalmente operativa. "Kite se centra, principalmente, en las necesidades de los pacientes con cáncer, por lo que estamos orgullosos de poder fabricar la terapia celular directamente en Europa desde este momento", ha dicho el CEO de Kite, Christi Shaw.
Y es que, tal y como ha comentado, esta instalación "beneficiará" tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios, permitiendo que axicabtagén ciloleucel se entregue a los centros de tratamiento europeos de forma más rápida, reduciendo el tiempo en casi una semana.
Kite cuenta con alrededor de 90 centros de tratamiento cualificados en 16 países de Europa e Israel. La instalación europea se encuentra junto a uno de los aeropuertos más grandes del continente, el Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam. Esta ubicación central cuenta con conexiones de transporte, lo que reduce los tiempos de entrega y recogida con los centros de tratamiento.
La instalación tiene la capacidad de producir terapia para un máximo de 4.000 pacientes al año. Para ello, Kite ha invertido 130 millones de euros en sólo dos años para transformar la planta de 19.000 metros cuadrados, empleando técnicas de construcción sostenibles y proporcionando empleo altamente cualificado a más de 300 personas.
"Gracias a la tecnología y a los procesos de nuestras instalaciones, nos complace estar liderando el futuro en la fabricación y entrega de la terapia celular CAR-T. Nuestra planta de fabricación europea está dedicada a la ingeniería celular de vanguardia", ha señalado el jefe global de operaciones técnicas de Kite, Charles Calderaro.
Asimismo, la directora médica de los Centros Médicos de la Universidad de Ámsterdam, Marie José Kersten, ha recordado que el pronóstico de los pacientes con linfoma B de células grandes refractario es malo, con una mediana de supervivencia de, aproximadamente, seis meses con el estándar de tratamiento previo.
Por ello, ha asegurado que el acceso en el momento oportuno a la terapia celular es decisivo, por lo que la posibilidad de fabricar terapias de células CAR-T en Europa es "bien recibida" por la comunidad clínica.