NUEVA YORK, 19 Oct. (Reuters/EP) -
La Agencia Americana del Medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) ha autorizado la comercialización de un nuevo tratamiento desarrollado por Kite Pharma para un subtipo de linfoma no Hodgkin, convirtiéndose en la segunda terapia génica aprobada en Estados Unidos contra el cáncer.
El tratamiento tendrá el nombre comercial de 'Yescarta' y está diseñado para tratar el linfoma de células B grandes cuando los pacientes no responden a otros tratamientos. Y aunque se administra en una única dosis, su precio ascenderá a unos 373.000 dólares (unos 315.000 euros) por paciente.
Un importe que, no obstante, es inferior al de la primera terapia genética que autorizó la FDA a finales de agosto, desarrollada por Novartis para tratar la leucemia linfoblástica aguda (LLC), cuyo precio es de 475.000 dólares por paciente, unos 399.206 euros.
Ambas son terapias de células T con receptor antígeno quimérico, también llamadas CAR-T, que reprograman las propias células inmunes del cuerpo para reconocer y atacar a las células malignas.
Esta terapia se realiza a partir de las propias células que combaten las infecciones del paciente. Se extraen, se diseñan genéticamente para reconocer las células tumorales, y se transfieren nuevamente en el paciente para que forme un ejército con el que atacar y destruir las células malignas, inicialmente durante años.
"La terapia génica ha pasado de ser un concepto prometedor a una solución práctica contra tipos de cáncer mortales y, en gran parte, intratables", según el comisionado de la FDA, Scott Gottlieb.
En un ensayo clínico con más de 100 adultos demostró que el 51 por ciento de los pacientes tratados con 'Yescarta' lograron una remisión completa, un índice mucho más alto que el que consigue los tratamientos estándar.
Su elevado precio está encendiendo un nuevo debate sobre el coste de los medicamentos innovadores. En ese sentido, Novartis afirmó que sólo cobraría por su fármaco solo si los pacientes respondían durante el primer mes de tratamiento, pero Gilead no dicho nada similar al respecto.
"Estamos en conversaciones continuas y activas con los pagadores, y hemos comunicado que estamos abiertos a considerar diferentes soluciones que mejoren el acceso de los pacientes", según ha explicado a Reuters Amy Flood, portavoz de la compañía, en un correo electrónico.