Los farmacéuticos destacan su papel para "influir directamente" en el uso adecuado y seguimiento de los antibióticos

Archivo - Fármaco caducado - ALBA GARCIA/ SIGRE - ARCHIVO

MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

La tesorera del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, Rita de la Plaza, ha destacado el papel de los farmacéuticos para "influir directamente" en el uso adecuado y el seguimiento de los tratamientos antibióticos, en un momento en el que España, a pesar de ser uno de los países europeos en el que más se ha reducido el uso de este tipo de medicamentos (6,7% menos entre 2019 y 2022), es el séptimo con mayor consumo.

"Los farmacéuticos se encuentran en una posición privilegiada para influir directamente en el uso adecuado y el seguimiento de los tratamientos antibióticos. Este rol va más allá de la dispensación de medicamentos y se extiende a aspectos como la educación sanitaria a la población, la participación en equipos de salud multidisciplinarios o la innovación en el desarrollo de nuevos antibióticos", ha expresado De la Plaza.

Aunque puede influir desde la investigación hasta la dispensación y optimización de su uso, la educación sanitaria en el ámbito de la farmacia comunitaria es una de sus funciones más importantes para ofrecer recomendaciones básicas en relación a la dispensación de antibióticos, de forma que se pueda reducir su consumo y combatir la resistencia a los mismos.

Entre las acciones que puede realizar se encuentran derivar al médico ante síntomas que identifique con alguna enfermedad infecciosa, alertar del peligro del autodiagnóstico que pueda conducir a una errónea automedicación o la negación de la dispensación de un antibiótico sin la correspondiente prescripción médica, tanto por motivos legales como sanitarios.

Los farmacéuticos también pueden insistir a la población en que muchas enfermedades comunes de causa microbiana, como la gripe o el resfriado, no son producidas por bacterias sino por virus o por otros microorganismos diferentes y, por tanto, "el uso de antibióticos resulta completamente inútil" y "facilita la selección y proliferación de bacterias resistentes" al mismo.

Es por ello por lo que también deben informar de que el uso de restos de tratamientos antibióticos previos "supone un grave riesgo para la salud" debido a su uso inadecuado o por la posibilidad de que se encuentren caducados o estropeados, razón por la que sus restos deben ser llevados a la farmacia y desechados en los puntos SIGRE.

Además, es necesario que insistan al paciente en la necesidad de cumplir con el tratamiento completo aunque mejoren antes los síntomas, pues "corre el riesgo" de que la bacteria patógena vuelva a reproducirse y desarrolle mecanismos de resistencia, produciendo una infección "potencialmente más grave".

Otra de sus funciones es la de recordar que los antibióticos son fármacos "generalmente seguros" pero que pueden producir efectos adversos, como alergia, en algunos casos, por lo que el paciente debe estar informado de si es alérgico al mismo, y que la persistencia de diarrea durante más de dos días seguidos durante o tras el tratamiento antibiótico hace aconsejable la consulta al médico.

EL PAPEL DE LAS VACUNAS

Para evitar el problema de las resistencias antimicrobianas, la vacunación y los enfoques farmacoterapéuticos innovadores juegan un gran papel pues, en el caso de esta última, se pueden usar anticuerpos monoclonales o terapia con fagos, un enfoque que emplea virus que infectan y destruyen bacterias.

Respecto a la vacunación, se trata de un "elemento fundamental en la lucha contra las enfermedades infecciosas", que contribuye tanto a la prevención individual como a la inmunidad colectiva, disminuyendo la transmisión de patógenos en la sociedad.

Además, son una estrategia "extremadamente coste-eficiente", pues un reciente estudio realizado en España muestra que cada euro invertido en el Calendario Común de Vacunación reporta entre 2,91 y 4,58 euros, con un beneficio económico total de alrededor de 800 millones de euros.

INFORME SOBRE LA RESISTENCIA ANTIBIÓTICA

Aunque se han logrado reducir las cifras de consumo desde que se implementó el Plan Nacional a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), esta sigue siendo "una de las mayores amenazas a la salud pública global en el siglo XXI".

Así se desprende del informe 'Panorama de las resistencias microbianas y nuevos antibióticos', elaborado por el propio Consejo con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebra el próximo lunes, que realiza una "profunda revisión" de la situación actual de las resistencias microbianas y la disponibilidad de nuevos antibióticos.

Los datos muestran que el desarrollo de nuevos antibióticos ha sido "hasta ahora insuficiente" para hacer frente y compensar a la "creciente aparición de resistencias", y es que, desde el 1 de enero de 2020, en España solo han sido incorporados cinco nuevos fármacos antibióticos (oritavancina, delafloxacino, cefiderocol y las combinaciones de meropenem/vaborbactam e imipenem/cilastatina/relebactam) de lo siete últimos autorizados por la Unión Europea.