MADRID, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de Farmacéuticos (FIP, por sus siglas en inglés), en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha publicado este martes una guía de planes de estudios para ayudar a los formadores a garantizar que los farmacéuticos estén en mejores condiciones de evitar que los medicamentos y productos médicos de calidad inferior o falsificados lleguen a los pacientes.
"Los profesionales de la salud son fundamentales para detectar e informar sobre los productos médicos de mala calidad o falsificados que han penetrado en las cadenas de suministro, así como para educar y asesorar a los pacientes que han estado expuestos a ellos. Sin embargo, citan diversos obstáculos para la presentación de informes, entre ellos la falta de conciencia y los sistemas de presentación de informes excesivamente complicados. Una solución propuesta por la OMS fue la elaboración de un plan de estudios modular para mejorar la presentación de informes y las intervenciones, y el FIP se siente honrado de haber asumido el reto de desarrollar esto para los futuros farmacéuticos", explica el presidente de la FIP, Dominique Jordan.
La guía es un instrumento para la educación sobre los productos médicos falsificados que contiene un marco de competencias y consejos prácticos y se complementa con módulos que se ajustan a la estrategia de prevención, detección y respuesta de la OMS. Estos materiales, que ofrecen a los educadores farmacéuticos recursos didácticos y orientación práctica, se elaboraron con el apoyo de la Comisión Europea y en colaboración con la Conferencia Internacional de Cámaras de Farmacéuticos de Habla Francesa, la Asociación de Farmacéuticos del Commonwealth y cinco universidades del África subsahariana, región particularmente vulnerable a esos productos.
"Los productos médicos falsificados constituyen una amenaza constante, omnipresente e inaceptable para la salud pública. La estrategia holística de la OMS de prevención, detección y respuesta a estos productos médicos requiere la plena inclusión de los farmacéuticos. La posición única de los farmacéuticos como guardianes de la integridad de la cadena de suministro les permite salvaguardar la calidad y la seguridad de los productos médicos antes de su distribución y su vigilancia es indispensable. Sin embargo, son muy pocos los farmacéuticos que reciben una formación formal sobre esta cuestión durante o después de la educación. Este proyecto aborda el déficit de formación en las instituciones de enseñanza y fomenta el papel esencial de los farmacéuticos", señala Pernette Bourdillon-Esteve, jefa de equipo de Incidentes y Productos Médicos Defectuosos/Falsificados de la OMS.
En 2017, la OMS estimó que uno de cada 10 medicamentos en los países de ingresos bajos y medios era falsificado, con el consiguiente riesgo para las personas y la reducción de la calidad de la atención al paciente.