Un fármaco contra el Alzheimer podría ralentizar el deterioro cognitivo en la demencia con cuerpos de Lewy
MADRID 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los inhibidores de la colinesterasa (ChEI), un fármaco utilizado contra el Alzheimer, podrían ralentizar el deterioro cognitivo en la demencia con cuerpos de Lewy (DCL), según ha concluido un estudio del Instituto Karolinska de Suecia publicado en 'Alzheimer's & Dementia'.
La demencia con cuerpos de Lewy es un tipo de demencia similar a la enfermedad de Alzheimer y a la de Parkinson que se caracteriza por cambios en el sueño, el comportamiento, la cognición, el movimiento y la regulación de las funciones corporales automáticas. Representa aproximadamente entre el 10 y el 15 por ciento de los casos de demencia, pero faltan estudios sobre tratamientos a largo plazo.
"Actualmente no existen tratamientos aprobados para la DCL, por lo que los médicos suelen utilizar medicamentos para la enfermedad de Alzheimer, como inhibidores de la colinesterasa y memantina, para aliviar los síntomas", ha explicado el primer autor del artículo, Hong Xu, quien es profesor adjunto del Departamento de Neurobiología, Ciencias de la Atención y Sociedad del Instituto Karolinska. Sin embargo, Hong ha señalado que la eficacia de estos tratamientos sigue siendo incierta debido a la falta de uniformidad en los resultados de los ensayos y a la limitación de los datos a largo plazo.
En el estudio actual, los investigadores han examinado los efectos a largo plazo de los ChEI y la memantina en comparación con la ausencia de tratamiento durante un máximo de diez años en 1.095 pacientes con DCL. Según sus hallazgos, los ChEI pueden ralentizar el deterioro cognitivo a lo largo de cinco años en comparación con la memantina o la ausencia de tratamiento. Los ChEI también se asociaron con un menor riesgo de muerte en el primer año tras el diagnóstico.
"Nuestros resultados resaltan los beneficios potenciales de los ChEI para los pacientes con DCL y respaldan la actualización de las pautas de tratamiento", ha asegurado la profesora del Departamento de Neurobiología, Ciencias de la Atención y Sociedad del Instituto Karolinska Maria Eriksdotter, última autora del artículo.
Los investigadores también han destacado que la naturaleza observacional del estudio hace que no se puedan sacar conclusiones sobre la causalidad del mismo. Además, no tenían datos sobre los hábitos de vida de los pacientes, la fragilidad, la presión arterial y la copatología de la enfermedad de Alzheimer, que pueden haber influido en los hallazgos. Otra limitación del estudio es que sigue siendo difícil diagnosticar con precisión la DCL.