MADRID 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Universitario HM Montepríncipe de Madrid ha llevado a cabo varias reformas para adaptar y modernizar su área de Maternidad, donde cada año atienden 2.500 partos, situando en la misma planta los paritorios del bloque quirúrgico (renovados el año pasado), las habitaciones y dos nuevas salas de dilatación y parto.
Estas nuevas habitaciones de la planta, todas suites, son más amplias y confortables y están dotadas con monitorización central, según ha reconocido directora médico del centro, Virgina Soler. En cuanto a las dos salas de dilatación y parto, suponen un complemento al bloque obstétrico que existe actualmente en este hospital.
Esto permite a las mujeres dilatar y dar a luz en un espacio único lo que favorece una mayor privacidad y evita desplazamientos innecesarios. "Están pensadas especialmente para que la mujer y su pareja se encuentren muy a gusto, en un ambiente acogedor similar al de casa pero con los controles y la seguridad que ofrece un hospital", ha destacado.
Así, la mujer puede adoptar en cada momento la postura que necesite y dispone de material de apoyo, como cama multiposicional, pelota de pilates, fular colgado del techo, colchonetas, sillón de parto, etcétera. Asimismo, una de ellas cuenta con bañera de parto.
De igual modo, todas están dotadas con el equipamiento y los elementos necesarios para cualquier situación imprevista, que sin embargo está oculto para que el entorno sea cálido y agradable para la mujer.
Y por si fuera necesario, hay un espacio anexo para reanimación neonatal, una UCI de neonatos de puertas abiertas las 24 horas del día y un neonatólogo de presencia física, también las 24 horas.
Y aunque los padres de los bebés ingresados en la UCI Neonatal pueden estar con sus hijos siempre que quieran, se ha habilitado una sala para que puedan disponer de un espacio propio y confortable, donde poder descansar y compartir con otros padres muchos momentos de esos largos ingresos.
Justo después del nacimiento, se coloca al bebé sobre el pecho de su madre para que permanezcan en contacto piel con piel el máximo tiempo posible para facilitar la lactancia materna, sin que ello interfiera con la valoración médica del estado del recién nacido. Y sólo en los casos en los que el pediatra necesite hacer una valoración más detenida llevará al niño a la sala contigua al paritorio para realizarla.
Asimismo, Soler ha reconocido que el personal de este área está especializado en la atención al recién nacido y a las madres, "a quienes se les ofrece asesoramiento y apoyo para la lactancia y el cuidado de sus bebés".