MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
En 2012, se aprobó en España un primer fármaco inmunoterápico contra el melanoma avanzado y, desde entonces, la inmunoterapia del cáncer ha pasado de aplicarse solo en este tipo de tumor a aplicarse (o experimentarse vía ensayos clínicos) en una gran variedad de ellos, como los cánceres de pulmón, riñón, cabeza y cuello, estómago, vejiga, linfoma de Hodgkin, subgrupos específicos de cáncer de mama y colon e incluso tumores raros como el carcinoma de células de Merkel, según explican desde el Grupo Español de Terapias Inmuno-Biológicas en Cáncer (GÉTICA).
Con motivo de ello, GÉTICA ha organizado el Congreso FIT-CANCER 3 entre el 9 y el 11 de marzo en Sevilla, con el objetivo de analizar el presente y el futuro de la inmunoterapia del cáncer, la disciplina que ha revolucionado el tratamiento de los tumores utilizando contra ellos el propio sistema inmunitario de los pacientes.
Así, a día de hoy, en España están aprobados y financiados por el Sistema Nacional de Salud (SNS) los fármacos inmunomoduladores ipilimumab, nivolumab y pembrolizumab para el tratamiento de algunas patologías, como el melanoma, el cáncer de pulmón o el cáncer renal, pues estos regulan la respuesta del sistema inmunitario ante elementos extraños al organismo (antígenos), como virus, bacterias, o en este caso, células cancerígenas.
En esta línea, la inmunoterapia del cáncer avanza hacia la combinación de los fármacos inmunomoduladores con las 'vacunas oncológicas', para aprovechar sus diferentes mecanismos de acción y usarlos en fases sucesivas del tratamiento.
Por otro lado, los linfocitos T juegan un papel importante contra el cáncer y una de las líneas más recientes de investigación es la denominada 'inmunoterapia adoptiva', práctica que extrae los linfocitos y los rediseña mediante técnicas de ingeniería celular y molecular, haciéndolos crecer en número para identificar y destruir las células cancerígenas.
Además, se prevé que el desarrollo de la inmunoterapia del cáncer se enriquezca de forma creciente con las aportaciones de la inmunopatología y la inmunogenómica, ya que sus tratamientos pueden ayudar a predecir cuál será más eficaz en cada paciente, en función tanto de la programación genética de este como de las alteraciones genéticas que conllevan los diferentes tipos de tumor.
MICROBIOMA CONTRA LOS TUMORES
El papel que puede desempeñar el microbioma contra el cáncer es otro de los asuntos que se está analizando dentro de la inmunoterapia, siendo este el conjunto de los microorganismos (o microbios) que habitan en el cuerpo humano y, algunos de estos, generan unas moléculas, los metabolitos, que pueden potenciar las defensas del organismo, entre otros efectos.
Y con todo, el objetivo final de la inmunoterapia del cáncer es integrarse en un tratamiento multimodal personalizado del mismo, respondiendo a las características de la respuesta inmunológica que produzca cada paciente, y para ello, tiene y tendrá que ser cada vez más integrador y multidisciplinar, debido a la variedad de especialidades médicas necesariamente implicadas en su aplicación.
En los últimos años, en España, la colaboración entre inmunólogos y oncólogos médicos ha incrementado, por un lado, el nivel de productividad de las investigaciones de los primeros en el ámbito tumoral; y por otro, su implicación en los estudios clínicos experimentales de inmunoterapias del cáncer, impulsados por los segundos.