MADRID, 19 Feb. (EDIZIONES) -
Una nueva terapia psicológica diseñada por un equipo de investigadores dirigido por la University College de Londres (Reino Unido) ha demostrado reducir las tasas de violencia y agresión entre delincuentes masculinos con trastorno de personalidad antisocial (TPA).
El estudio, publicado en 'The Lancet Psychiatry', investigó si la agresión y las conductas antisociales podrían mejorarse mediante una forma modificada de tratamiento basado en la mentalización (MBT). El tratamiento basado en la mentalización es un tipo de terapia que ayuda a las personas a comprender sus propios pensamientos y sentimientos, así como los de los demás.
El nuevo tratamiento, conocido como MBT-ASPD, tiene como objetivo mejorar la capacidad de los delincuentes varones con ASPD para reconocer y reflexionar sobre sus propios pensamientos y sentimientos y los de los demás, ayudándoles a mejorar las interacciones interpersonales y la toma de decisiones.
¿QUÉ ES EL TRASTORNO DE PERSONALIDAD ANTISOCIAL?
Cabe contextualizar que el trastorno de personalidad antisocial es un trastorno de salud mental que se caracteriza por un patrón persistente de desprecio o violación de los derechos de los demás. Los síntomas incluyen engaño, impulsividad, agresión, imprudencia y falta de remordimiento. Con frecuencia implica delincuencia.
En el estudio más amplio de su tipo, 157 delincuentes varones en libertad condicional con trastorno del espectro autista en Inglaterra y Gales recibieron un tratamiento de 12 meses de terapia basada en el tratamiento de la disfunción eréctil (MBT) junto con los servicios estándar de libertad condicional. Un grupo de control de 156 participantes recibió servicios de libertad condicional sin MBT.
El tratamiento consistía en sesiones semanales de terapia grupal de 75 minutos dirigidas por dos médicos especialistas en TMB, a menudo con el apoyo de un experto con experiencia. El grupo permitía a los participantes explorar las interacciones sociales, incluidos sus valores personales, observar cómo pensaban los demás sobre cuestiones que les preocupaban, cómo percibían sus acciones los demás y cómo sus percepciones de sí mismos se correspondían con las percepciones que los demás tenían de ellos. Los participantes también recibieron sesiones de terapia individual mensuales de 50 minutos.
Estas sesiones se centraron en el desarrollo de habilidades de mentalización (como la autoconciencia, la empatía hacia los demás, la adopción de perspectivas y el pensamiento reflexivo), en particular en situaciones de conflicto interpersonal.
RESULTADOS DEL TRATAMIENTO MBT-ASPD
Los resultados revelaron que los hombres que recibieron MBT-ASPD tenían niveles de agresión aproximadamente 50% más bajos que aquellos en los servicios de libertad condicional estándar. Si bien ambos grupos mostraron una disminución en los síntomas del ASPD, el grupo MBT-ASPD mostró una disminución significativamente mayor del 63% en el número de síntomas en el seguimiento de 12 meses. Además, los hombres del grupo MBT-ASPD cometieron un 46% menos de delitos que los del grupo de libertad condicional estándar durante un período de seguimiento de tres años.
El investigador principal, el profesor Peter Fonagy (UCL Psychology & Language Sciences), destaca: "Teniendo en cuenta los enormes costos personales y sociales del trastorno de personalidad antisocial este estudio representa un gran avance. El trastorno de personalidad antisocial ha sido históricamente difícil de tratar, pero nuestros hallazgos demuestran que una intervención psicológica que requiere una formación terapéutica relativamente limitada puede mejorar significativamente los resultados de las personas con esta afección y, al mismo tiempo, reducir su impacto en la sociedad".
A pesar de los resultados dispares obtenidos con otros tratamientos psicológicos, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), la TCM-TPA ofrece un nuevo enfoque prometedor para los delincuentes masculinos. El estudio proporciona algunas de las pruebas más sólidas hasta la fecha de que la terapia estructurada puede ser eficaz para reducir la agresión y las conductas delictivas entre las personas con TPA.
El profesor Anthony Bateman (UCL Psychology & Language Sciences), coautor y principal clínico, agrega: "Este estudio sugiere que los médicos ahora pueden ser más optimistas sobre el tratamiento de individuos con rasgos antisociales, quienes a menudo son vistos como intratables y, en consecuencia, enfrentan barreras para acceder a atención médica tanto física como mental".
Alentados por estos hallazgos, el equipo de investigación ahora solicita más estudios para determinar si el MBT-ASPD podría ser beneficioso para una gama más amplia de personas, incluidas aquellas involucradas en conductas violentas graves, como la violencia de pareja.
Si bien los resultados son prometedores, el estudio tuvo algunas limitaciones. El diseño dificultó aislar los efectos específicos del TMP-ASPD de la atención adicional que recibieron los participantes. Los problemas de recopilación de datos y la falta de datos, agravados por los retrasos relacionados con la COVID-19, también pueden haber afectado los resultados.
Además, dado que el estudio se centró en delincuentes varones de 21 años o más bajo supervisión de libertad condicional, los resultados podrían no ser directamente generalizables a otras poblaciones, como los delincuentes más jóvenes o aquellos fuera del sistema de libertad condicional.