MADRID, 18 Nov. (EDIZIONES) -
Millones de personas en todo el mundo se benefician de los medicamentos para bajar de peso basados en la hormona incretina GLP-1. Estos medicamentos también mejoran la función renal, reducen el riesgo de eventos cardíacos fatales y están vinculados con la protección contra la neurodegeneración. Sin embargo, muchas personas dejan de tomar los medicamentos debido a los efectos secundarios comunes, que incluyen náuseas y vómitos.
Científicos de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) han descubierto un nuevo fármaco para adelgazar que reduce el apetito, aumenta el gasto energético y mejora la sensibilidad a la insulina sin provocar náuseas ni pérdida de masa muscular. El descubrimiento se publica en la revista 'Nature' y podría conducir a una nueva terapia para millones de personas con obesidad y diabetes tipo 2 que no responden bien a los tratamientos actuales.
Los estudios también muestran que las terapias basadas en incretinas como 'Wegovy' y 'Mounjaro' son mucho menos efectivas para bajar de peso en personas que viven con obesidad y diabetes tipo 2, un grupo que suma más de 380 millones de personas en todo el mundo.
En este nuevo estudio, a diferencia de la generación actual de tratamientos, el nuevo fármaco demostró aumentar el gasto energético del cuerpo, es decir, la capacidad del cuerpo para quemar calorías. "Si bien las terapias basadas en GLP-1 han revolucionado la atención a pacientes con obesidad y diabetes tipo 2, aprovechar de forma segura el gasto energético y controlar el apetito sin náuseas siguen siendo dos santos griales en este campo.
Al abordar estas necesidades, creemos que nuestro descubrimiento impulsará los enfoques actuales para hacer que los tratamientos más tolerables y efectivos sean accesibles para millones de personas más", expone el profesor asociado Zach Gerhart-Hines del Centro de Investigación Metabólica Básica (CBMR) de la Fundación NNF en la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Cabe contextualizar que nuestro peso está determinado en gran medida por el equilibrio entre la energía que consumimos y la cantidad de energía que gastamos. Comer más y quemar menos crea un balance energético positivo que conduce al aumento de peso, mientras que comer menos y quemar más crea un balance negativo que conduce a la pérdida de peso. La generación actual de terapias basadas en incretinas inclina la balanza hacia un balance energético negativo al reducir el apetito y las calorías totales que consume una persona.
Pero los científicos también han reconocido el potencial en el otro lado de la ecuación: aumentar las calorías que quema el cuerpo. Este enfoque es especialmente relevante, dadas las investigaciones recientes que han demostrado que nuestros cuerpos parecen estar quemando menos calorías en reposo que hace algunas décadas. Sin embargo, actualmente no existen formas clínicamente aprobadas para aumentar el gasto energético de manera segura y hay pocas opciones en desarrollo.
Este fue el punto de partida cuando los científicos de la Universidad de Copenhague decidieron probar el efecto de la activación del receptor de neuroquinina 2 (NK2R) en ratones. El grupo Gerhart-Hines identificó el receptor a través de pruebas genéticas que sugerían que el NK2R desempeñaba un papel en el mantenimiento del equilibrio energético y el control de la glucosa. Quedaron asombrados por los resultados de los estudios: la activación del receptor no solo aumentó de forma segura la quema de calorías, sino que también redujo el apetito sin ningún signo de náuseas.
Estudios posteriores en primates no humanos con diabetes tipo 2 y obesidad mostraron que la activación de NK2R redujo el peso corporal y revirtió su diabetes al aumentar la sensibilidad a la insulina y reducir el azúcar en sangre, los triglicéridos y el colesterol. "Uno de los mayores obstáculos en el desarrollo de fármacos es la traducción entre ratones y humanos. Por eso nos entusiasmó que los beneficios del agonismo de NK2R se tradujeran en primates no humanos diabéticos y obesos, lo que representa un gran paso hacia la traducción clínica", afirma la estudiante de doctorado Frederike Sass del CBMR de la Universidad de Copenhague y primera autora del estudio.
El descubrimiento podría dar lugar a la próxima generación de terapias farmacológicas que aporten tratamientos más eficaces y tolerables para los casi 400 millones de personas en todo el mundo que padecen diabetes tipo 2 y obesidad. La Universidad de Copenhague posee los derechos de patente para atacar al NK2R. Hasta la fecha, la investigación del laboratorio Gerhart-Hines ha dado lugar a la creación de tres empresas de biotecnología: Embark Biotech, Embark Laboratories e Incipiam Pharma. En 2023, Novo Nordisk adquirió Embark Biotech para desarrollar terapias de próxima generación para enfermedades cardiometabólicas.