MADRID 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Novartis Oncology ha lanzado pasireotida, registrado con el nombre de 'Signifor', un nuevo análogo de la somatostatina de segunda generación para el tratamiento de pacientes adultos con acromegalia en los que la cirugía no es una opción o no ha sido curativa y que no están adecuadamente controlados con otro análogo de la somatostatina (ASS).
La aprobación, según ha informado la compañía durante el 58º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), se ha basado en los datos de dos estudios multicéntricos de fase III, C2402 y C2305 respectivamente, que evaluaron pacientes con acromegalia no controlada con ASS de primera generación y a pacientes post-quirúrgicos sin tratamiento farmacológico previo o pacientes recién diagnosticados para los que la cirugía estaba contraindicada.
Ambos estudios demostraron que 'Signifor' presenta una eficacia superior en el control bioquímico medido por los niveles de la hormona de crecimiento (GH) y del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1), en comparación con un ASS de primera generación.
Asimismo, en el marco de este encuentro, Novartis ha organizado el Simposium Satélite 'Avance para conseguir el control de la acromegalia', centrado en el desarrollo de la medicina personalizada para el control de la patología, la apuesta por nuevas terapias y la experiencia clínica con 'Signifor'.
"'Signifor', como análogo de segunda generación, ha demostrado en estudios preclínicos y clínicos que es capaz de conseguir control de IGF-1 tanto en pacientes acromegálicos que no han recibido tratamiento farmacológico previo, como en los que no se ha logrado control con análogos de somatostatina de primera generación. Además hay mayores posibilidades de lograr una mejor respuesta bioquímica cuando se emplea 'Signifor' que cuando se emplean los análogos de primera generación", ha comentado la jefa de Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, Rosa Cámara Gómez.
EFICACIA SUPERIOR
El mecanismo de acción de 'Signifor' es igual al de los ASS de primera generación, propiciando la unión a los receptores de somatostatina presentes en la membrana celular de las células somatótropas. No obstante, su perfil de unión a dichos receptores es más amplio y con una mayor afinidad por los subtipos sstr1, sstr3 y, en especial, sstr5 en comparación con sus predecesores, lo que provoca que el fármaco muestre unas características más favorables y una eficacia superior en comparación con los tratamientos mediante ASS de primera generación a la hora de conseguir el control de los pacientes con acromegalia.
"'Signifor' actúa fundamentalmente sobre los receptores tipo 5 y los análogos de primera generación sobre los receptores de tipo 2. Por eso los efectos sobre el control bioquímico y la masa tumoral son distintos", ha enfatizado la doctora.
En este sentido, la directora médica de Novartis Oncology, Eva López, ha mostrado el compromiso de la compañía para transformar la vida de los pacientes con enfermedades raras comenzó hace más de 25 años y ha continuado con la creación de la primera unidad especializada en enfermedades raras no oncológicas.
Y es que, se estima que a nivel mundial la acromegalia, enfermedad crónica y debilitante, afecta a unas 60 personas por millón, presentando una incidencia anual de 3 a 4 nuevos casos por millón. En la mayoría de los casos, los pacientes desarrollan un tumor benigno (no canceroso) en la glándula hipofisaria, causa de una producción excesiva de GH y, finalmente, del IGF-1 en el organismo.
Estas alteraciones pueden provocar acromegalia, ocasionando el agrandamiento de manos, pies, rasgos faciales y órganos internos o, incluso, en el caso de aquellos que no logran un control bioquímico completo de la enfermedad, consecuencias graves para la salud como enfermedad cardiaca, hipertensión, artritis o cáncer.
"Debido tanto a los datos de incidencia como de prevalencia, la acromegalia es una enfermedad que entra dentro del grupo de las enfermedades raras. Además, aunque no disponemos de cifras precisas, algunos estudios indican que entre un 30 o 50 por ciento de los casos pueden no presentar un control bioquímico adecuado, pero esto depende del momento cronológico en que se evalúa al paciente", ha explicado el presidente de la SEEN, Manuel Puig Domingo.
Asimismo, la mortalidad en los pacientes con acromegalia supera en tres veces la observada en la población normal, lo que conlleva una reducción del promedio de la esperanza de vida de estas personas en aproximadamente 10 años. Sin embargo, los datos epidemiológicos disponibles indican que el buen control de la enfermedad aproxima la tasa de mortalidad de los pacientes con acromegalia a la de la población general.
Finalmente, la doctora Cámara Gómez ha hecho hincapié en que uno de los principales objetivos del tratamiento de la acromegalia es disminuir la elevada tasa de mortalidad que arroja, manteniendo al paciente asintomático.