MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Novo Nordisk España ha invertido 20 millones de euros en I+D desde 2006, una cuantía económica le ha permitido promover la ejecución de un total de 36 ensayos clínicos, para los cuales se ha contado con la participación de 1.274 pacientes.
"En los próximos años, este esfuerzo inversor se prevé que aumente al precisar para ello de un número más elevado de pacientes y centros que participen en los proyectos de investigación que es, en definitiva, el gasto más importante en un ensayo clínico y el que mayor impacto representa en todo el proceso de innovación que realiza la compañía", señala en un comunicado.
Más de tres millones y medio de personas viven con diabetes en España y en los próximos 25 años se superarán los 4 millones. Como explica Fernando Fuentes, jefe de Operaciones Clínicas de Novo Nordisk en España, "a pesar de las mejoras en las opciones de tratamiento de la diabetes, existe aún una clara necesidad de una mejor prevención y tratamiento. Gracias a la investigación clínica, desde Novo Nordisk contribuimos activamente con el desarrollo de nuevos medicamentos y mantenemos nuestra responsabilidad de evaluar con rigor nuestros productos para documentar su eficacia y seguridad".
En el caso de los pacientes, Fernando Fuentes considera que "su participación en ensayos clínicos hace posible que se dispongan de más y mejores tratamientos para la diabetes, hemofilia y otras áreas terapéuticas". Mientras que, en lo que respecta a los investigadores y centros donde se realizan los ensayos, este experto señala que, "supone también un plus de entrenamiento en el tratamiento de las enfermedades, que luego se traduce en un mejor seguimiento y actuación con los pacientes. Además, nuestra actividad de investigación clínica genera un impacto positivo en el progreso de la ciencia y de la economía local".
EL VALOR DE LA INVESTIGACIÓN A LA SOCIEDAD
"La investigación clínica tiene también un impacto positivo en la economía del entorno, ya que da lugar a la creación de puestos de trabajo, así como a la mejora de la economía sanitaria. Además, ayuda a impulsar el progreso científico y aporta valor a la sociedad", añaden.
Al mismo tiempo, los avances científicos se difunden a través de las redes y publicaciones científicas. Esto promueve mejores prácticas en asistencia. A pesar de todo, "la investigación clínica puede crear aún más valor para todas las partes interesadas y para la sociedad en general. Para ello, es fundamental trabajar hacia la consecución de objetivos comunes", concluye Fernando Fuentes.