MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un tratamiento que combina dos anticuerpos (casirivimab e imdevimab) ha sido recomendado para dos grupos específicos de pacientes con covid-19 por un panel del Grupo de Desarrollo de Directrices (GDG) de la OMS formado por expertos internacionales y pacientes, según publica 'The BMJ'.
El primero son los pacientes con covid-19 no grave que corren mayor riesgo de hospitalización y el segundo son los que tienen covid-19 grave o crítico y son seronegativos, lo que significa que no han montado su propia respuesta de anticuerpos al covid-19.
La primera recomendación se basa en las nuevas pruebas de tres ensayos que aún no han sido revisados por pares, pero que muestran que el casirivimab y el imdevimab probablemente reducen el riesgo de hospitalización y la duración de los síntomas en las personas con mayor riesgo de enfermedad grave, como los pacientes no vacunados, de edad avanzada o inmunodeprimidos.
Esta segunda recomendación se basa en los datos del ensayo RECOVERY que muestran que casirivimab e imdevimab probablemente reducen las muertes (que van desde 49 menos por cada 1.000 en los enfermos graves hasta 87 menos en los enfermos críticos) y la necesidad de ventilación mecánica en los pacientes seronegativos.
Para todos los demás pacientes con covid-19, es poco probable que los beneficios de este tratamiento con anticuerpos sean significativos.
El casirivimab y el imdevimab son anticuerpos monoclonales que, cuando se utilizan conjuntamente, se unen a la proteína de la espiga del SRAS-CoV-2, neutralizando la capacidad del virus para infectar las células.
Las recomendaciones forman parte de una directriz viva, elaborada por la Organización Mundial de la Salud con el apoyo metodológico de la Fundación del Ecosistema de Evidencia MAGIC, para proporcionar una orientación actualizada y fiable sobre el manejo del covid-19 y ayudar a los médicos a tomar mejores decisiones con sus pacientes.
Las directrices vivas son útiles en áreas de investigación que evolucionan rápidamente, como el covid-19, porque permiten a los investigadores actualizar los resúmenes de evidencia previamente examinados y revisados por pares a medida que se dispone de nueva información.
El grupo reconoció varias implicaciones de costes y recursos asociadas a este tratamiento, que pueden dificultar el acceso a los países de ingresos bajos y medios. Por ejemplo, se necesitarán pruebas serológicas rápidas para identificar a los pacientes elegibles que estén gravemente enfermos, el tratamiento debe administrarse por vía intravenosa utilizando equipos especializados y los pacientes deben ser vigilados para detectar reacciones alérgicas.
También reconocen la posibilidad de que surjan nuevas variantes en las que los anticuerpos casirivimab e imdevimab tengan un efecto reducido. No obstante, afirman que, dados los beneficios demostrados para los pacientes, "las recomendaciones deberían servir de estímulo para poner en marcha todos los mecanismos posibles para mejorar el acceso global a la intervención y a las pruebas asociadas".
Estas orientaciones se suman a las recomendaciones anteriores sobre el uso de bloqueadores de los receptores de la interleucina 6 y corticosteroides sistémicos para los pacientes con covid-19 grave o crítico; y contra el uso de ivermectina e hidroxicloroquina en pacientes con covid-19, independientemente de la gravedad de la enfermedad.
En un comunicado, la OMS ha dado la bienvenida a la adición de otro terapéutico al arsenal mundial contra COVID-19, pero insta a las empresas productoras y a los gobiernos a abordar el alto precio y la producción limitada de la combinación de anticuerpos Regeneron y garantizar la seguridad y manipulación adecuada del medicamento.
Dado el alto costo y la baja disponibilidad de la terapia combinada, UNITAID está negociando con Roche Pharmaceutical, que actualmente fabrica el medicamento a precios más bajos y una distribución equitativa en todas las regiones, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. La OMS también está en conversaciones con la empresa para la donación y distribución del medicamento a través de UNICEF, siguiendo un criterio de asignación establecido por la OMS.
Al mismo tiempo, la OMS ha lanzado una convocatoria a los fabricantes que deseen presentar sus productos para la precalificación, lo que permitiría un aumento de la producción y, por lo tanto, una mayor disponibilidad del tratamiento y un mayor acceso. Los socios de ACT-A también están trabajando con la OMS en un marco de acceso equitativo para las terapias COVID-19 recomendadas, anuncia.
Asimismo, el organismo de Naciones Unidas también pide que se comparta tecnología para permitir la fabricación de versiones biosimilares para que todos los pacientes que puedan necesitar este tratamiento tengan acceso a él.
Además, recuerda que existen desafíos de viabilidad relacionados con los anticuerpos, como en la administración intravenosa; basado en los ensayos con pacientes no graves y graves / críticos. "En el ámbito ambulatorio, esto puede ser un desafío y, por tanto, la administración subcutánea puede ser una opción a la dosis más baja --apunta-. La administración requiere clínicas especializadas y necesitará cantidades adecuadas de anticuerpos, así como personal capacitado para garantizar la administración segura y eficaz del fármaco".
Finalmente, la OMS advierte de que para no exacerbar la inequidad en salud y la disponibilidad limitada de la terapia, los pacientes que no son graves y tienen un mayor riesgo de hospitalización deben ser tratados y aquellos que son graves o críticos con estado seronegativo (aquellos que no han desarrollado anticuerpos naturales contra COVID-19 determinado a través de pruebas rápidas precisas) ser tratado, ya que estos dos grupos de pacientes son los que más se beneficiarán del tratamiento.