Los pacientes operados con opioides potentes tienen 27 veces más riesgo de dolor intenso

Archivo - Enfermera en un quirófano.
Archivo - Enfermera en un quirófano. - CAIAIMAGE/MARTIN BARRAUD/ISTOCK - Archivo
Publicado: miércoles, 26 febrero 2025 7:51

MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El uso de opioides sintéticos potentes, como el sufentanilo y el remifentanilo, durante una cirugía está vinculado a una posterior "experiencia de dolor" deficiente (una combinación de aspectos emocionales, cognitivos y físicos del dolor), tal y como sugiere una investigación del Centro Hospitalario Universitario de Niza (Francia). Los resultados se publican en la revista de acceso abierto 'Regional Anesthesia & Pain Medicine'.

Los hallazgos resaltan la necesidad de reevaluar las estrategias de alivio del dolor intraoperatorio para reducir las complicaciones después de la cirugía y mejorar la calidad de la atención al paciente, dicen los investigadores. La mayoría de los pacientes experimentan un dolor moderado a intenso después de la cirugía, lo que no sólo es desagradable para ellos, sino que también puede dificultar su recuperación y aumentar sus posibilidades de complicaciones posteriores, explican los investigadores. Investigaciones recientes sugieren que la experiencia del dolor abarca más que la mera intensidad e incluye dimensiones emocionales y cognitivas.

Para identificar los factores potencialmente asociados con una mala "experiencia del dolor" después de la cirugía, llevaron a cabo un análisis secundario de un ensayo clínico destinado a evaluar la efectividad de los sedantes administrados antes de la cirugía durante toda la experiencia quirúrgica.

En el ensayo participaron 1.062 adultos menores de 70 años de cinco hospitales universitarios franceses. El día antes de la cirugía, se les asignó aleatoriamente la siguiente opción: recibir lorazepam (un sedante), nada o un placebo. La ansiedad preoperatoria se evaluó utilizando una escala validada (APAIS), que mide la ansiedad sobre la anestesia y la cirugía, así como el deseo del paciente de recibir información sobre el procedimiento.

El dolor, la calidad del sueño y el bienestar se evaluaron mediante la Escala Visual Analógica (EVA), que mide la frecuencia e intensidad del dolor, mientras que la experiencia y la satisfacción del paciente se midieron el día después de la cirugía mediante el cuestionario EVAN-G, que cubre 26 ítems en todas las dimensiones.

Para el presente estudio, se incluyeron en el análisis 971 pacientes con puntuaciones en la escala EVAN-G. Esto mostró que 271 (28%) informaron una experiencia de dolor deficiente el primer día después de la cirugía.

Los factores influyentes incluyeron la edad, una puntuación APAIS superior a 11, puntuaciones VAS para el dolor, la calidad del sueño y el bienestar, el consumo de tabaco, el consumo de opioides a largo plazo y el tipo de cirugía. Pero el uso de opioides fuertes, como remifentanilo o sufentanilo, durante la anestesia general estuvo fuertemente e independientemente vinculado con la experiencia de dolor posoperatorio, y estos pacientes tenían casi 27 veces más probabilidades de reportar un dolor malo.

Los pacientes que recibieron medicamentos posoperatorios para tratar la ansiedad y aquellos que informaron amnesia tuvieron, respectivamente, 8 veces y 58% más probabilidades de tener una mala experiencia de dolor el día después de la cirugía, mientras que los puntajes más altos de dolor agudo en la escala EVA y menor bienestar en el día 1 también fueron predictivos.

Una edad avanzada se asoció con una menor probabilidad de experimentar un dolor deficiente, al igual que la falta de uso de sedantes preoperatorios y la cirugía ortopédica (51 % y 71 % menos, respectivamente); los pacientes gravemente enfermos con una puntuación ASA 3, según la definición de la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos, tenían 5 veces más probabilidades de informar una experiencia de dolor deficiente.

Se trata de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa. Además, los investigadores reconocen la falta de protocolos estandarizados de anestesia y alivio del dolor en los diferentes hospitales, lo que puede limitar la generalización de los hallazgos.

"Si bien los opioides son fundamentales para la analgesia perioperatoria, su administración intraoperatoria (especialmente de agentes potentes como el remifentanilo y el sufentanilo) puede contribuir paradójicamente a un mayor dolor posoperatorio", señalan los investigadores, a modo de explicación de sus hallazgos.

Así, concluyen que "los aspectos del dolor más allá de su intensidad" a menudo se pasan por alto, pero son fundamentales para predecir la transición del dolor posquirúrgico agudo al persistente. Por lo tanto, comprender los determinantes de una experiencia de dolor deficiente podría revelar nuevos objetivos electivos para el cuidado perioperatorio, que vayan más allá del manejo de la intensidad del dolor únicamente".

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