La pastilla del día después levonorgestrel es más eficaz si se toma con un antiinflamatorio

Archivo - Píldora anticonceptiva
Archivo - Píldora anticonceptiva - GETTY IMAGES/ISTOCKPHOTO / ANTONIOGUILLEM
Publicado: jueves, 17 agosto 2023 12:45


MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Tomar piroxicam, un medicamento antiinflamatorio utilizado habitualmente para el dolor artrítico, al mismo tiempo que la píldora anticonceptiva de emergencia de levonorgestrel después de mantener relaciones sexuales sin protección evita un número significativamente mayor de embarazos en comparación con tomar levonorgestrel solo, según un estudio publicado en la revista científia 'The Lancet'.

Dos tipos de píldoras anticonceptivas de emergencia (con levonorgestrel o acetato de ulipristal) son los métodos anticonceptivos de emergencia más utilizados en la mayoría de los países. Ambos anticonceptivos actúan impidiendo o retrasando la ovulación y ninguno es eficaz después de la ovulación.

La eficacia aceptada del levonorgestrel se basa en los resultados de un ensayo realizado en 1998 en el que el levonorgestrel evitó el 95 por ciento de los embarazos previstos cuando se tomó en las 24 horas siguientes a la relación sexual sin protección, el 85 por ciento si se tomó en las 25-48 horas siguientes y el 58 por ciento en las 49-72 horas siguientes. Sin embargo, investigaciones más recientes sugieren que la eficacia del levonorgestrel podría ser menor.

"La píldora anticonceptiva de emergencia de levonorgestrel es una de las opciones más populares de anticoncepción de emergencia en muchas partes del mundo, por lo que descubrir que hay un medicamento ampliamente disponible que aumenta la eficacia del levonorgestrel cuando se toman juntos es realmente emocionante", ha explicado Sue Lo, de la Asociación de Planificación Familiar de Hong Kong y coinvestigadora del estudio.

El estudio tuvo lugar en un importante servicio comunitario de salud sexual y reproductiva de Hong Kong entre agosto de 2018 y agosto de 2022. Las mujeres que necesitaban anticoncepción de emergencia con levonorgestrel en las 72 horas posteriores a una relación sexual sin protección fueron asignadas al azar para recibir una dosis única supervisada de levonorgestrel 1,5 mg más piroxicam 40 mg o una píldora de placebo. Las participantes y los profesionales sanitarios que las atendieron no sabían qué grupo recibía cada tratamiento.

Se programó una cita de seguimiento una o dos semanas después de la siguiente menstruación prevista. Durante la cita, si para entonces no se había producido una menstruación normal, se realizaba una prueba de embarazo. La proporción de embarazos evitados de los esperados se calculó a partir de un modelo establecido publicado en 1998.

De las 836 mujeres seguidas, hubo un embarazo entre las 418 que tomaron piroxicam y levonorgestrel y siete embarazos entre las 418 que tomaron placebo y levonorgestrel. El porcentaje de embarazos previstos sin anticonceptivos se estimó en un 4,5% (19/418) en ambos grupos.

Por lo tanto, el porcentaje de embarazos evitados tras el tratamiento conjunto de piroxicam y levonorgestrel fue del 95% (18/19), frente al 63% (12/19) en las que tomaron levonorgestrel y placebo.

No hubo diferencias significativas en las tasas de efectos secundarios entre las que recibieron el tratamiento conjunto con piroxicam y placebo.

"El levonorgestrel evita el embarazo bloqueando o posponiendo el aumento de la hormona luteinizante, que interrumpe el proceso ovulatorio. El piroxicam podría actuar sobre otro tipo de hormonas: las prostaglandinas. Las prostaglandinas facilitan varios procesos reproductivos, como la ovulación, la fecundación y la implantación del embrión. Por lo tanto, especulamos que el piroxicam puede proporcionar un efecto anticonceptivo tanto preovulatorio (bloqueando el proceso ovulatorio) como postovulatorio (impidiendo la implantación del embrión), sin embargo nuestro ensayo no investigó el mecanismo de acción del piroxicam y se necesitan más estudios para confirmarlo", ha explicado otra de las responsables de la investigación, Kristina Gemzell-Danielsson, del Instituto Karolinska (Suecia).