¿Es seguro tratar el TDAH con medicamentos a largo plazo?

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Publicado: lunes, 7 abril 2025 7:52

   MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

   El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una condición neurobiológica que afecta la capacidad de concentración, el control de impulsos y la regulación del comportamiento. El tratamiento combina intervención psicológica, orientación educativa y, en algunos casos, medicación para mejorar la atención, el autocontrol y la calidad de vida.

   Así, si bien ha habido preocupaciones sobre los efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH, nuevos hallazgos, junto con otros estudios, sugieren que los beneficios de tomar estos medicamentos superan los riesgos, al tiempo que resaltan la necesidad de un monitoreo cuidadoso.

PREOCUPACIONES SOBRE LOS MEDICAMENTOS: RIESGOS Y BENEFICIOS

    Ante esta situación, investigadores de la Universidad de Southampton (Reino Unido) han descubierto que los medicamentos para el TDAH tienen efectos generalmente pequeños sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca después de semanas o incluso tras meses de uso.

   El estudio, publicado en 'The Lancet Psychiatry' realizó el análisis más grande y completo de los efectos cardiovasculares de los medicamentos para el TDAH basado en los resultados de ensayos controlados aleatorios: el tipo de estudio clínico más riguroso para evaluar los efectos de los medicamentos.

   "Al tomar cualquier medicamento, siempre deben evaluarse conjuntamente los riesgos y los beneficios. Observamos un pequeño aumento general de la presión arterial y el pulso en la mayoría de los niños que tomaban medicamentos para el TDAH", señala el profesor Samuele Cortese, autor principal del estudio de la Universidad de Southampton.

   Otros estudios muestran claros beneficios en términos de reducción del riesgo de mortalidad y mejora del rendimiento académico, así como un ligero aumento del riesgo de hipertensión, pero no de otras enfermedades cardiovasculares. En general, la relación riesgo-beneficio es tranquilizadora para quienes toman medicamentos para el TDAH.

   En esta ocasión, el equipo internacional de investigadores analizó datos de 102 ensayos controlados aleatorizados, con un total de 22.702 participantes con TDAH. Utilizaron un enfoque estadístico avanzado (metanálisis en red) que les permitió comparar los efectos de varios medicamentos, incluso cuando estos no se compararon directamente en los ensayos incluidos en el análisis.

    Descubrieron que todos los medicamentos para el TDAH se asociaban generalmente con efectos leves en la presión arterial, la frecuencia cardíaca y los parámetros del ECG. Con excepción de la guanfacina (que disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca), otros medicamentos provocaron aumentos en los valores de estos parámetros.

DIFERENCIAS ENTRE ESTIMULANTES Y NO ESTIMULANTES

   No se encontraron diferencias significativas entre los estimulantes (incluidos el metilfenidato y la anfetamina) y los no estimulantes (atomoxetina y viloxazina) con respecto a sus efectos sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca.

   "Nuestros hallazgos deberían servir de base para futuras guías clínicas, enfatizando la necesidad de monitorizar sistemáticamente la presión arterial y la frecuencia cardíaca, tanto con estimulantes como con no estimulantes. Esto debería ser especialmente relevante para los profesionales que podrían asumir que solo los estimulantes tienen un efecto negativo en el sistema cardiovascular", resume el doctor Farhat.

   Los investigadores dicen que aquellos con problemas cardíacos existentes deberían discutir los efectos secundarios de los medicamentos para el TDAH con un cardiólogo especialista antes de comenzar el tratamiento.

   "Nuestros hallazgos, basados en ensayos controlados aleatorios que suelen ser de corta duración debido a cuestiones éticas, deberían complementarse con resultados de estudios reales a más largo plazo", añade Revet.

   El equipo de investigación ahora busca ver si algunos grupos podrían ser más vulnerables a los efectos secundarios cardiovasculares que otros. Si bien actualmente no es posible identificar a las personas con mayor riesgo, se espera que los esfuerzos basados en enfoques de medicina de precisión brinden información importante en el futuro.

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