MADRID, 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores del Brigham and Women's Hospital, en Estados Unidos, han descubierto que los pacientes a los que se había recetado amoxicilina-clavulánico presentaban mayores tasas de síntomas gastrointestinales e infecciones por hongos que los que habían recibido amoxicilina, según publican en la revista 'JAMA'.
La sinusitis aguda es una de las causas más frecuentes de administración de antibióticos a los niños y los fármacos amoxicilina y amoxicilina-clavulánico constituyen la mayoría de esas prescripciones, pero no hay consenso sobre cuál debe ser el de primera línea para los niños.
En el estudio los científicos analizaron los resultados del tratamiento de más de 300.000 niños a los que se recetó cualquiera de los dos fármacos y descubrieron que no había diferencias en las tasas de fracaso del tratamiento (es decir, tener que iniciar un nuevo ciclo de antibióticos o buscar tratamiento adicional para la sinusitis o complicaciones) entre los pacientes a los que se había recetado amoxicilina y amoxicilina-clavulánico.
De hecho, el fracaso terapéutico fue tan infrecuente que los autores del estudio afirman que los médicos deberían confiar en que cualquiera de los dos medicamentos resolverá un caso de sinusitis aguda que requiera antibióticos. Pero el riesgo de efectos adversos, sobre todo síntomas gastrointestinales e infecciones por hongos, fue mayor entre los que recibieron amoxicilina-clavulánico.
"Este estudio añade datos y pruebas recientes y procesables para informar sobre qué antibiótico debe elegir un clínico para tratar a un niño con sinusitis bacteriana aguda --destaca el autor principal Timothy Savage, epidemiólogo asociado de la División de Farmacoepidemiología y Farmacoeconomía del Brigham--. Como se ve en este estudio, no hay diferencia en la tasa de fracaso del tratamiento independientemente de cuál de estos dos antibióticos se elija".
Se cree que la amoxicilina-clavulánico trata una gama más amplia de bacterias que la amoxicilina, pero también se asocia a más efectos secundarios gastrointestinales.
A los científicos también les preocupa que, a largo plazo, la prescripción excesiva de amoxicilina-clavulánico pueda acelerar el ritmo al que las bacterias infecciosas desarrollan resistencia a los antimicrobianos. Por ello, los médicos se preguntan si los beneficios de recetar amoxicilina-clavulánico a los niños con sinusitis aguda compensan los riesgos a corto y largo plazo.
Los investigadores extrajeron datos de 320.141 casos clínicos de niños diagnosticados de sinusitis aguda y compararon si los niños que tomaban amoxicilina o amoxicilina-clavulánico tenían más probabilidades de sufrir un fracaso terapéutico.
Descubrieron que no había diferencias en las tasas de fracasos terapéuticos asociados a uno u otro medicamento. El fracaso del tratamiento en general fue extremadamente raro; menos del dos por ciento de las prescripciones fracasaron, la mayoría de las cuales se corrigieron mediante un cambio de medicación ambulatoria. Sólo el 0,1% de los niños tuvieron fallos tan graves que requirieron una visita a urgencias u hospitalización.
Los datos clínicos mostraron que los acontecimientos adversos fueron algo raros pero más frecuentes entre los pacientes tratados con amoxicilina-clavulánico, produciéndose en el 2,3% de los pacientes tratados con amoxicilina-clavulánico y en el 2% de los pacientes tratados con amoxicilina.
Los pacientes tratados con amoxicilina-clavulanato presentaban un riesgo un 15% mayor de efectos secundarios gastrointestinales y un 33% mayor de infecciones por hongos, en comparación con los pacientes tratados con amoxicilina. Los autores del estudio concluyen que la amoxicilina de espectro más estrecho puede ser la mejor opción de primera línea para combatir la sinusitis aguda.
"Nuestro estudio demuestra que hay más acontecimientos adversos cuando se utiliza amoxicilina-clavulánico --subraya Savage--. Basándose en estos datos, los médicos deberían considerar seriamente la posibilidad de prescribir amoxicilina como primera línea de defensa contra la sinusitis aguda".
No todos los casos de sinusitis aguda están causados por infecciones bacterianas; un estudio anterior descubrió que los virus pueden ser responsables de hasta el 32% de los casos. Aun así, como los síntomas de la sinusitis bacteriana y vírica pueden ser casi indistinguibles, muchos médicos optan por tratar primero al paciente con antibióticos y vigilar si la infección desaparece.
Alrededor del 85% de los niños que presentan sinusitis aguda reciben un antibiótico, y la amoxicilina y el amoxicilina-clavulánico representan el 65% de esas prescripciones. El estudio actual no incluía datos microbiológicos y los autores no pudieron discernir si los diagnósticos de sinusitis aguda se debían a una infección vírica o bacteriana.
Hace más de 20 años se realizaron dos estudios previos que comparaban los resultados clínicos de ambos fármacos. Esos análisis mostraron que ambos medicamentos aliviaban los síntomas en porcentajes similares, pero ambos estudios estaban limitados por un tamaño de muestra combinado de menos de 300 pacientes.
Las especies bacterianas han evolucionado considerablemente en los últimos veinte años, un hecho que convenció a Savage y a su equipo para poner en marcha un nuevo estudio de mayor envergadura en el que se compararan las tasas de fracaso terapéutico de ambos fármacos.
"Si un médico está tratando de decidir entre estos dos fármacos, puede mirar estos resultados y ver que el 98% de los niños mejoraron independientemente de si se les recetó amoxicilina o amoxicilina-clavulánico --sugiere Savage--. La probabilidad de que un niño acabe en el hospital después de usar estos fármacos es de menos de una entre mil. Eso debería proporcionar cierta seguridad de que un niño va a estar bastante bien independientemente del antibiótico".
