MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los suplementos de vitamina D mejoran en más de 1,5 veces la supervivencia de los cánceres del tubo digestivo, incluido el cáncer colorrectal, en pacientes con un sistema inmunitario que combate el cáncer, según un nuevo comentario publicado en la revista 'JAMA Network Open' por el doctor Michael F. Holick, catedrático de medicina, farmacología, fisiología y biofísica y medicina molecular de la Facultad de Medicina Chobanian & Avedisian de la Universidad de Boston (Estados Unidos).
Durante más de 100 años, se ha creído que la luz solar y la deficiencia de vitamina D estaban relacionadas con el riesgo de padecer muchos cánceres mortales, como el colorrectal, el de próstata y el de mama. Pero algunos científicos se mantuvieron escépticos de que este nutriente proporcione algún beneficio para reducir el riesgo de cáncer y la morbilidad y mortalidad y varios ensayos controlados aleatorios que han apoyado esta duda.
Ahora el doctor Michael F. Holick ha analizado la controversia sobre si mejorar el nivel de vitamina D tiene algún beneficio para reducir el riesgo de desarrollar cáncer, así como para mejorar los resultados de mortalidad y ausencia de recaídas.
En su opinión, los resultados del estudio del doctor de a Escuela de Medicina de la Universidad Jikei de Japón Kazuki Kanno y sus colegas respaldan el importante conjunto de pruebas y estudios clínicos asociados que concluyen que la mejora del estado de la vitamina D mediante la administración de suplementos puede ser una estrategia eficaz para mejorar los resultados de supervivencia de los cánceres, especialmente los del tubo digestivo, incluido el cáncer colorrectal.
"Ahora reconocemos que hay una variedad de variables que pueden influir en cómo la vitamina D previene y responde al cáncer. Por ejemplo, tener un peso normal y tomar vitamina D mejora la capacidad de sobrevivir al cáncer. Otros factores son la composición genética del paciente y el modo en que éste utiliza y descompone la vitamina D", explica Holick, autor correspondiente del trabajo.
El estudio de Kanno y su equipo aporta más datos. El gen p53 produce la proteína p53 para evitar que las células se vuelvan malignas. El cáncer muta astutamente este gen y la proteína p53 mutada ayuda al cáncer a crecer y volverse inmune a la terapia contra el cáncer.
Descubrieron que los pacientes cuyo sistema inmunitario está en alerta máxima y produce anticuerpos para controlar la producción y liberación de esta proteína p53 mutada tenían más probabilidades, más de 2,5 veces, de mejorar sus probabilidades de sobrevivir al cáncer si también tomaban 2000 UI diarias de vitamina D3 en comparación con los pacientes que tenían los anticuerpos pero no tomaban suplementos de vitamina D. Los pacientes que no producían los anticuerpos no obtuvieron ningún beneficio de supervivencia al tomar el suplemento de vitamina D.
Holick cree que valdría la pena realizar un análisis retrospectivo de los anticuerpos p53 en suero y de la presencia inmunohistoquímica de p53 en muestras histológicas de cáncer de mama, próstata y otros estudios sobre el cáncer que no encontraron ningún beneficio cuando evaluaron el impacto potencial de los suplementos de vitamina D en la mejora de la supervivencia del cáncer.
Y lo que es más importante, Holick cree que los futuros estudios que evalúen la administración de suplementos de vitamina D para la prevención y la mejora de los resultados del cáncer deberían incluir ahora no sólo muchas de las variables mencionadas anteriormente, sino también una medición de los anticuerpos p53 en la sangre y la presencia inmunohistoquímica de p53 en muestras de tejido canceroso.
Según apunta, es importante reconocer que la mayoría de los estudios que han demostrado que la suplementación con vitamina D3 mejora la supervivencia del cáncer proporcionaron a los pacientes al menos 2000 UI de vitamina D3. Esta cantidad de vitamina D3 mejora sustancialmente el estado de la vitamina D (concentración sérica de 25-hidroxivitamina D) hasta una concentración superior a 30 ng/mL. Esta cantidad de vitamina D3 no causó ninguna toxicidad.
"Está bien documentado que para alcanzar una concentración circulante de 25(OH)D superior a 30 ng/mL se requiere una ingesta de vitamina D de al menos 2000 UI diarias, una cantidad que no se puede conseguir sólo con la dieta, sino que requiere suplementos de vitamina D", señala.
Concluye que, "aunque la vitamina D es la vitamina del sol, no se puede obtener suficiente vitamina D de la exposición al sol a menos que se exponga más del 20% de la superficie corporal a la luz solar casi a diario, como hacen los masai y los hazda en el África ecuatorial".