El uso excesivo de medicamentos ha provocado la aparición de un nuevo tipo de cefalea

Archivo - Mujer con dolor de cabeza.
Archivo - Mujer con dolor de cabeza. - PHEELINGS MEDIA/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 18 abril 2022 18:38


MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

La farmacéutica del Área de Servicios Asistenciales del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Tamara Peiró, ha advertido de la aparición un nuevo tipo de cefalea, la provocada por uso excesivo de medicación sintomática (CUEM).

"Se trata de una cefalea secundaria que aparece por el empeoramiento de un tipo de cefalea previa", ha explicado Peiró. Tal y como ha alertado, casi el 4 por ciento de la población mundial realiza un consumo excesivo de analgésicos y, en algunos casos, el abuso de la medicación es el que incrementa la frecuencia de las cefaleas. En otros, el uso habitual de medicación es un reflejo de la cefalea recurrente.

En cuanto a la aparición de las CUEM, ha aclarado que se entiende por uso excesivo de un medicamentos contra la cefalea la ingesta de antiinflamatorios no esteroides (AINE) o paracetamol durante 15 días al mes, o de ergóticos, triptanes u opioides durante 10 días en este mismo periodo. Los factores de riesgo para la aparición de esta cefalea son: otros dolores crónicos, tabaquismo, sedentarismo, padecer depresión y/o ansiedad, ser mujer, tener entre 50 y 60 años y el síndrome metabólico.

Para tratar la CUEM, según han señalado desde el CGCOF, es necesario retirar el fármaco responsable de dicha cefalea. Las consecuencias a corto plazo son: el empeoramiento temporal del dolor, náuseas, vómitos, ansiedad e insomnio en las dos primeras semanas. Por todo ello, Peiró ha insistido en la importancia de acompañar al paciente, facilitándole herramientas para el manejo del estrés, como técnicas de relajación. También será preciso sustituir su medicación con otro analgésico, el naproxeno.

Por ello, más allá de la deshabituación de los fármacos que provocan la CUEM, la farmacéutica ha insistido en la importancia de la información y la educación del paciente para abordar adecuadamente este problema; así como de proporcionarle un tratamiento preventivo farmacológico y no farmacológico. "También es importante un tratamiento de la cefalea de rebote y los síntomas de abstinencia y un seguimiento del paciente con riesgo de recurrencia", ha argumentado Peiró.

FALTA DE ADHERENCIA A LA MEDICACIÓN EN PACIENTES CON MIGRAÑA

Aunque, tal y como ha repetido la experta, el tratamiento sintomático más habitual para los pacientes con cefaleas son los analgésicos, siendo el ibuprofeno el más prescrito, cuando estas pasan a ser moderadas o graves (es decir, si se producen más de 3 al mes) se introducen otros fármacos preventivos, como es el caso de los antiepilépticos o los antidepresivos, entre otros.

"En estos casos, el paciente tiene que tomarlos todos los días, no esperar a que le duela, y empiezan a hacer efecto dos o tres semanas después de empezar a tomarlo", ha explicado la farmacéutica del Área de Servicios Asistenciales del CGCOF, que ha alerta de la falta de adherencia a este tipo de tratamientos.

En primer lugar, esta falta de adherencia se debe a "las barreras perceptuales", ha precisado Peiró, en las que se engloban el miedo a las reacciones adversas del tratamiento, el miedo a tomar antidepresivos o simplemente no seguir el tratamiento.

Para evitar estos casos, el papel de la Farmacia es fundamental. "El farmacéutico debe disminuir las preocupaciones en cuanto a las reacciones adversas, explicando que la frecuencia suele ser escasa. En lo que respecta al miedo a tomar antidepresivos, es necesario insistir en que son fármacos seguros y en que la terapia preventiva en cefaleas crónicas es esencial y logra disminuir el número de ataques", ha defendido Peiró.

Finalmente, ha ensalzado la importancia de la labor informativa y formativa de este profesional, que debe resaltar al paciente la necesidad de un tratamiento incluso en ausencia de síntomas y la importancia de la toma de medicamentos para alcanzar objetivos clínicos.

Por otro lado, la experta ha mencionado las barreras prácticas que dificultan la adherencia al tratamiento, a saber: los olvidos, la dificultad de su uso (formas farmacéuticas novedosas) y un número de comprimidos diarios elevado, con horarios de dosis complejo o polimedicación.

Para los olvidos, la farmacéutica aboga por ligar la toma a una actividad cotidiana y facilitar al paciente una hoja de medicación o calendario. También podría ser útil proponer una alarma o una aplicación de gestión de pautas. Para hacer frente a la dificultad del uso del fármaco, es preciso "no dar por hecho que el paciente sabe usar el medicamento y explicar su manejo". Finalmente, es necesaria una organización de las tomas para que no resulte tan complicado el seguimiento del tratamiento.

CUÁNDO DERIVAR AL MÉDICO

Por otro lado, desde el CGCOF han recordado cuándo se debe enviar al médico a un paciente con migraña. En primer lugar, abogan por prestar atención a la intensidad y a la frecuencia de las crisis, y a si es unilateral y resistente al tratamiento. También es importante atender a si se produce un empeoramiento reciente de cefálea crónica.

También es preciso derivar al médico cuando la migraña se manifiesta con crisis epilépticas, focalidad neurológica, alteración psíquica progresiva, fiebre y/o rigidez de cuello, náuseas y vómitos no explicables. Otros factores preocupantes son si el dolor de cabeza despierta al paciente por la noche y si este es de comienzo súbito, especialmente en mayores de 50, y dura entre 4 y 5 días.

Para evitar episodios de crisis, los farmacéuticos recomiendan seguir una dieta equilibrada, evitando algunos alimentos como la cafeína o los ultraprocesados, que son ricos en glutamato, como es el caso del chocolate o del queso curado; así como el consumo alcohol. "Además, el ayuno o las dietas restrictivas también van a empeorar las cefaleas", ha advertido Peiró.

Otros consejos son realizar actividad física moderada y cuidar la postura corporal; controlar el estrés a través de técnicas de relajación; dormir bien y tener descanso de calidad; utilizar gafas de protección solar si se agravan los síntomas ante la luz; evitar lugares con mucho ruido y olores muy fuertes; no abusar de analgésicos ni automedicarse; consultar al odontólogo si se sufre bruxismo, y revisar la visión periódicamente.