MADRID 7 May. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, ha hecho avanzar un viejo concepto para desarrollar una nueva estrategia que permita entrenar el sistema inmunitario de los ratones para que reconozcan las células cancerosas, de modo que una vacuna basada en células madre, probada en ratones, ofrece un nuevo enfoque que podría proteger contra el cáncer de páncreas.
Este trabajo, publicado en la revista 'Stem Cell Reports', se basa en el conocimiento reciente de que las células madre pluripotentes inducidas (iPSC), que son células madre generadas a partir de células de la piel o de la sangre mediante un método llamado reprogramación, producen un amplio conjunto de antígenos que se solapan con un tipo específico de cáncer de páncreas y que estas similitudes pueden utilizarse para obtener un beneficio clínico potencial.
Las vacunas pueden ser muy eficaces en la prevención de infecciones al entrenar al sistema inmunitario para que reconozca agentes extraños al organismo, como los virus, y los elimine. Las vacunas activan el sistema inmunitario presentando los denominados antígenos, como proteínas que no están normalmente presentes en el organismo, que son reconocidos como extraños por el sistema inmunitario y, por tanto, desencadenan una respuesta inmunitaria.
Menos conocidas, y aún en fase inicial, son las vacunas contra el cáncer. Las células tumorales suelen contener antígenos únicos que son raros o no se encuentran en otros tejidos del cuerpo y, al igual que los antígenos de un virus, pueden ser objetivos para el sistema inmunitario.
Hasta la fecha, ha sido un reto desarrollar una vacuna eficaz y duradera contra los tumores. En este estudio los investigadores aprovecharon el conocimiento de que las iPSC producen antígenos que también se encuentran en diferentes tipos de tumores, pero que no están presentes en la mayoría de los tejidos normales.
A continuación, vacunaron a ratones con las iPSCs que fueron tratadas con irradiación, para que no se dividieran, y con un adyuvante CpG para estimular una respuesta inmunitaria robusta. Su esperanza era entrenar a los sistemas inmunitarios de los ratones para que dieran una respuesta contra las iPSC, o contra cualquier tipo de célula con una composición antigénica similar, incluidas las células cancerosas.
Los resultados del estudio son reveladores. La vacunación con iPSCs protegió de la aparición de tumores al 75% de los ratones a los que se les inyectó posteriormente células cancerosas de páncreas. Además, la vacunación aumentó el número de células inmunitarias dirigidas al tumor, y los ratones vacunados desarrollaron anticuerpos contra las células cancerosas.
Como esta vacuna basada en iPSC se dirige a muchos antígenos cancerígenos simultáneamente, este enfoque de vacunación puede ser más duradero, ya que las células tumorales pueden tener menos formas de escapar al reconocimiento del sistema inmunitario entrenado para la vacuna.
Además, esta estrategia puede funcionar también para otros tipos de cáncer con una composición de antígenos similar a la de las iPSC. Se necesitan más estudios para demostrar si las vacunas contra el cáncer con iPSC son seguras y eficaces en los pacientes, tanto para prevenir el crecimiento o el rebrote del tumor como para eliminar los tumores establecidos.