Las vacunas contra el VIH pueden generar anticuerpos contra los anticuerpos

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Archivo - Vacuna del VIH - HAILSHADOW/ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 20 enero 2025 7:50

MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

Científicos del Insituto de Investigación Scripps Research (Estados Unidos) han descubierto que las vacunaciones repetidas contra el VIH pueden hacer que el cuerpo produzca anticuerpos dirigidos a los complejos inmunes que ya están unidos al virus, conocimiento que podría conducir a mejores vacunas.Todavía no saben si esta reacción en cadena, descrita en 'Science Immunology', perjudica o favorece la capacidad del sistema inmunitario para combatir el VIH, pero afirman que comprenderla mejor podría conducir a mejoras en las vacunas contra el VIH.

Muchas vacunas funcionan introduciendo una proteína en el cuerpo que se asemeja a una parte de un virus. Lo ideal es que el sistema inmunológico produzca anticuerpos duraderos que reconozcan ese virus específico, lo que brinda protección. Pero los científicos de Scripps Research han descubierto que en el caso de algunas vacunas contra el VIH, ocurre algo más: después de unas cuantas inmunizaciones, el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos contra los complejos inmunitarios que ya están unidos a la proteína viral.

"Estos anticuerpos anticomplejos inmunitarios no se han estudiado en profundidad, especialmente en el contexto de la vacunación contra el VIH", destaca Andrew Ward, profesor de Biología estructural y computacional integrativa en Scripps Research y autor principal del nuevo artículo.

"Comprender estas respuestas podría conducir a diseños de vacunas y terapias inmunoterapéuticas más inteligentes. Es un avance emocionante en el perfeccionamiento de las estrategias basadas en anticuerpos y vacunas contra el VIH y otras enfermedades", explica.

La nueva observación surgió cuando el equipo de Ward estaba utilizando herramientas avanzadas de imagenología para estudiar cómo evolucionan los anticuerpos después de múltiples dosis de la vacuna contra el VIH. Una técnica inventada por el laboratorio, conocida como Mapeo de Epítopos Policlonales Basado en Microscopía Electrónica (EMPEM), permite a los investigadores ver exactamente en qué parte del virus del VIH se unen los anticuerpos. Cuando llevaron a cabo los experimentos en sangre de animales que habían recibido múltiples dosis de una vacuna experimental contra el VIH, descubrieron algo sorprendente: algunos de los anticuerpos no se unían directamente al antígeno viral del VIH, sino a moléculas inmunes en su superficie.

"Estos anticuerpos en realidad no entran en contacto directo con la proteína viral", asegura Sharidan Brown, estudiante de posgrado en Scripps Research y primera autora del nuevo artículo. "Somos los primeros en caracterizar estructuralmente este tipo de anticuerpo en el contexto de la vacunación contra el VIH".

Los científicos ya sabían que en algunas situaciones se podían formar anticuerpos contra complejos inmunitarios. Esto sucede cuando el sistema inmunitario reconoce anticuerpos que ya están unidos a proteínas virales. Se produce una respuesta inmunitaria adicional que estimula la producción de nuevos anticuerpos, incluidos algunos que se unen a complejos inmunitarios existentes en la superficie del virus. En una serie de experimentos de seguimiento con animales vacunados contra el VIH, Brown, Ward y sus colegas demostraron que este tipo de anticuerpos anticomplejos inmunes suelen surgir entre la segunda y la tercera administración de una vacuna.

"Hemos demostrado que estos anticuerpos existen, pero lo que aún no sabemos es cómo moldean la respuesta inmunitaria", puntualiza Brown. "Podrían ser perjudiciales porque no neutralizan directamente el virus, pero podrían dar lugar a complejos inmunitarios más grandes que, en realidad, estimulan una mayor actividad contra los virus y las células infectadas de maneras que no comprendemos del todo".

Si los experimentos futuros demuestran que los anticuerpos son, en efecto, indeseables, esto podría orientar las estrategias de diseño de vacunas para minimizar la respuesta de los complejos inmunitarios y mejorar la capacidad de las vacunas para neutralizar directamente el VIH.

También podría conducir a cambios en los calendarios de vacunación contra el VIH, que podrían incluir una serie de inmunizaciones de refuerzo diferentes contra el virus en lugar de múltiples dosis de la misma vacuna. "Pequeños cambios entre cada dosis podrían crear suficiente diversidad como para que no se produzcan anticuerpos contra anticuerpos", afirma Brown.

El equipo de investigación planea seguir estudiando los anticuerpos, así como si se producen respuestas de anticuerpos similares después de múltiples dosis de otras vacunas o durante la infección natural.

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