MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El 30 por ciento de las personas mayores de 65 años sufren caídas que repercuten en su funcionalidad y esta cifra aumenta hasta el 50 por ciento a partir de los 80 años, según ha explicado la directora sanitaria de ORPEA Ibérica, Victoria Pérez, en la XVI Cátedra ORPEA 'caídas en residencia, prevención y planes de atención'.
La experta ha matizado que la mayoría de las caídas no tienen consecuencias importantes, ya que son por pérdidas del equilibrio o por la dificultad de movimiento, pero "el 30 por ciento sufren lesiones que pueden tener repercusiones funcionales relevantes y provocar discapacidades".
Al respecto, Victoria Pérez ha hecho hincapié en la prevención pero también en la reducción de los daños, ya sean leves o graves, y ha recomendado evitar las consecuencias principales de las mismas, como son la inmovilidad y el síndrome poscaída.
"La inmovilidad como consecuencia de una caída puede provocar otros problemas médicos, como contracturas o úlceras por presión. También, el miedo a caer de nuevo y la pérdida de confianza pueden producir deterioro funcional, al disminuir su actividad habitual. A su vez, este cambio de hábitos puede repercutir de manera directa en la socialización de la persona, favoreciendo el aislamiento social", ha advertido la doctora Montserrat Lázaro, de la Unidad de Caídas del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos (HCSC) de Madrid.
Los expertos han manifestado, en el encuentro, que es imprescindible el abordaje de todos los factores de riesgo implicados (intrínsecos y extrínsecos), establecer estrategias de prevención, realizar un pronóstico individualizado e intervenir de forma multidisciplinar en su tratamiento.
En relación a la evaluación del anciano, Lázaro ha recalcado que se debe abarcar elementos como el contexto (número de caídas, sus circunstancias y consecuencias tanto físicas como psicológicas); historia farmacológica de la persona; patologías y síndromes geriátricos asociados (incontinencia urinaria, malnutrición...); estado nutricional, fragilidad y sarcopenia; estado funcional, en relación a las actividades básicas de la vida diaria; equilibrio; agudez visual y auditiva; calzado utilizado y ayudas técnicas y accesibilidad y seguridad del entorno.
ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR
Otra herramienta fundamental en la prevención de las caídas, su tratamiento y seguimiento de la evolución del paciente es la implicación del equipo multidisciplinar. Así lo ha explicado el terapeuta ocupacional del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos, Arturo Sevillano, "al contar con una perspectiva en conjunto más amplia, se cuenta también con una mayor capacidad resolutiva a la hora de cumplir unos objetivos específicos".
En concreto, este especialista ha matizado que los resultados de la intervención del equipo multidisciplinar se reflejan en "un acortamiento del tiempo para lograr los objetivos planteados en un principio, y en alcanzar esa independencia y autonomía que el paciente necesita para la mejora de la calidad de vida". Pero, para ello, insiste en que "la intervención en los pacientes requiere de todos los profesionales, una línea común a seguir y, sobre todo, una buena comunicación entre los mismos".