MADRID 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Expertos de Sanitas Mayores han aconsejado prevenir y controlar la obesidad en las personas mayores a través de una alimentación equilibrada y actividad física regular adaptada a sus circunstancias, entre otras recomendaciones, para reducir el riesgo de enfermedades crónicas, mejorar la movilidad y garantizar una buena calidad de vida en general.
"La población mayor tiende a tener un metabolismo más lento, lo cual lleva a quemar menos calorías, facilitando así el aumento de peso y la acumulación de grasa", ha señalado la nutricionista Cristina Morillo, de Blua de Sanitas. Según datos extraídos de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), la obesidad se presentó en mayor medida en las personas mayores (18 por ciento en las personas de 65 y más años), que en las jóvenes (5,1 por ciento en las de 16 a 29 años).
Ante esta situación, los expertos de Sanitas Mayores han señalado como clave consumir una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros para adquirir los nutrientes necesarios y ayudar a mantener un peso estable. Asimismo, es necesario limitar los alimentos procesados que suelen ser altos en grasas trans, azúcares y sodio para minimizar el riesgo de acumulación de grasa y problemas metabólicos.
La hidratación constante a través de agua, caldos o infusiones sin azúcar es primordial, ya que contribuye a sostener el metabolismo activo y a controlar el apetito, evitando la confusión entre sed y hambre. A su vez, dormir entre siete y ocho horas diarias mejora el metabolismo y regula las hormonas del hambre, mientras que un descanso inadecuado fomenta la fatiga y el desequilibrio hormonal, lo que provoca un incremento de peso.
Otra de las recomendaciones es practicar técnicas como la meditación o el yoga, porque disminuyen la producción de cortisol, una hormona que fomenta la acumulación de grasa abdominal. Además, establecer una vida social activa previene la soledad y la depresión, que a menudo se asocian con el sedentarismo y la alimentación emocional. Por ejemplo, han señalado participar en actividades comunitarias o grupos de interés.
Junto al seguimiento de estas pautas, han sugerido también someterse a chequeos médicos periódicos, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, para detectar condiciones preexistentes que pueden estar afectando el peso y corregirlos de forma cautelosa.
"Aunque los consejos mencionados con anterioridad son básicos para prevenir la obesidad en personas mayores, estos deben ser complementados con ejercicio físico de manera regular. La actividad física no solo quema calorías y fortalece los músculos, también mejora la salud cardiovascular, la flexibilidad y el estado de ánimo", ha concluido Morillo.
